Un debate a cara de perro en el que Alberto Núñez Feijóo mantuvo el pulso a Pedro Sánchez, sabedor de su ventaja demoscópica respecto al PSOE. Quizá por ello, su principal objetivo fue retar al candidato socialista a que respete su triunfo electoral, de producirse, y no intente articular una mayoría alternativa por entender que "no puede gobernar el que ha perdido las elecciones". Y es que Vox, por un lado, y Bildu, por otro, planearon durante buena parte de esta confrontación. Así, ante la pregunta directa de si tendría de vicepresidente a Santiago Abascal, respondió que "si consigo los votos necesarios, por supuesto que no va a ser miembro de mi gobierno".

Entre continuas interrupciones de ambos, aunque con un talante más tranquilo el líder del PP, Feijóo reiteró que tras el 23-J su primera intención será "hablar con el PSOE y si ustedes no quieren, hablaré con Vox y con cualquier partido constitucionalista", para ahormar mayorías con las que gobernar. Pero la pregunta lanzada a Sánchez varias veces y quedó en el aire sin respuesta, es si le va a dejar gobernar y si para ello el PSOE se abstendrá. Hasta llegó a rubricar un documento que dejó a su adversario sobre la mesa con el siguiente enunciado: "impulsar un acuerdo entre ambos partidos políticos que facilite la formación de gobierno en España por parte de aquel que obtenga mayor respaldo electoral".

Feijóo ha rubricado un documento que ha entregado a Sánchez para facilitar la gobernabilidad

Los pactos con Vox, fueron, sin duda, el tema más delicado para el líder del PP que optó por la artillería pesada. El 26 aniversario del terrible secuestro y posterior asesinato del concejal de Ermua, el popular Miguel Ángel Blanco, le sirvió para defender que "jamás voy a gobernar y pactar con el brazo político de quienes ejecutaron y aplaudieron" ese asesinato, en alusión a EH-Bildu, socios parlamentarios preferentes del Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos. "De pactos -prosiguió el líder del PP- no puede dar ninguna lección".

Tras apelar a una "mayoría fuerte sin necesidad de contar con los extremos porque saben bloquear, pero no gobernar ni gestionar", alertó respecto a la "cantinela de que voy a pactar con Vox", la misma que se usó en la precampaña de las últimas elecciones andaluzas "y ya sabemos como acabó", en referencia a la mayoría absoluta de Juan Manuel Moreno.

Es más, Feijóo denunció las, a su juicio, sinergias o intereses comunes de PSOE y Vox, dado que "muchas veces votan muy juntos para que no gobierne el partido que ha ganado", en alusión a lo que este mismo lunes por la mañana pasó en Murcia, donde se tiró abajo la investidura de Fernando López Miras. "¿Que haría usted sin Vox y Vox sin usted? Usted pacta con cualquiera y no pacta con Vox porque ellos no quieren", le reprochó al presidente del Gobierno.

Y es que la refriega en torno a la política de pactos no tardó en aparecer incluso ya en el bloque económico y siguió en el de políticas sociales. Porque a la negación de la existencia de la violencia de género que hace una y otra vez Vox, el gallego contraatacó arremetiendo contra la ley del "sí es sí", modificada en el Congreso con los votos del PP. Pero no paró ahí al afirmar que a Sánchez "le va a perseguir siempre que haya 120 violadores en la calle y 1.150 delincuentes sexuales que han visto rebajadas sus penas".

Y respecto a la desaparición de la bandera reivindicativa LGTBi de aquellos ayuntamientos e instituciones en las que gobiernan los populares con Vox replicó que los socialistas "gobiernan con partidos que no ponen la bandera de España en las instituciones y las queman".

"A usted le viene muy bien Abascal"

Feijóo se declaró "harto de los follones de su gobierno, de la arrogancia con que nos trata" en contraste del trato que, dice, dispensa a ERC y a Bildu, y recordó que hasta el líder de esta última formación, Arnaldo Otegi, ha llegado a decir si "se cree que los ciudadanos son tontos" por negar que esta formación ha sido indispensable para la gobernabilidad los últimos cuatro años.

"A usted le viene muy bien Abascal. No distinguir la verdad de la mentira es un problema patológico", le espetó en otro momento de su intensísimo rifirrafe donde no llegó a perder la compostura. Al hilo de esta afirmación, el candidato popular afeó a Sánchez ser, "de todos los presidentes, el que menos ha respetado la Constitución", acusación sostenida por pactar con formaciones que "han dado un golpe" a la Carta Magna, haber indultado a los cabecillas del mismo, además de legalizar las declaraciones de independencia sin violencia. "No es creíble ni fiable. Desprotege la unidad de la nación española".

No esté tan nervioso. Déjeme hablar. Le propongo que se tranquilice", le lanzó Feijóo a Sánchez

En algunos de los momentos más tensos, que fueron muchos, llegó a exigir al presidente del Gobierno y candidato socialista que "no dé lecciones, debería callarse un poco" y "no esté tan nervioso. Déjeme hablar. Le propongo que se tranquilice", para volver una y otra vez al argumento de que respete la sentencia de las urnas el 23-J. "Si usted gana las elecciones facilito su investidura", ofreció ante el silencio de la otra parte.

El primer y único 'cara a cara' de esta campaña electoral comenzó con reproches mutuos ya en el primer capítulo, referido a las políticas económicas, todo ello entre acusaciones mutuas de mentir y continuas interrupciones. Como era de esperar, Feijóo puso el acento en la inflación, el precio de las hipotecas, en la pérdida de renta disponible para las familias, el incremento de la deuda o lo que ha costado recuperar el PIB prepandémico. También le atacó por ser el presidente del Gobierno "que menos empleo ha creado", acusaciones desmentidas una y otra vez por el aludido, y hasta le recordó que fue consejero por la cuota socialista de Cajamadrid cuando empezó el declive de la cajas de ahorro hasta su posterior rescate.

Feijóo llegó acompañado de su directora de Gabinete, Marta Varela, que fue la que entró en el plató durante la pausa publicitaria; el director de Comunicación de Génova, Luis de la Matta; el director de Coordinación parlamentaria, Álvaro Pérez López, y el responsable de Contenidos del PP, Marcos Gómez, así como el vicesecretario de Política Institucional, Esteban González Pons.