Fue el fichaje estrella de Yolanda Díaz en el precipitado camino hacia el 23-J, un auténtico campo de minas para Sumar ante las resistencias de Podemos, pero su papel durante estas dos semanas de campaña electoral ha sido discreto. Agustín Santos Maraver, el veterano diplomático que dejó de ser embajador de España en la ONU para acompañar a la vicepresidenta como 'número dos' por Madrid, ha sido un “inconnu au bataillon”.
Un soldado desaparecido en batalla tras protagonizar las primeras polémicas de Sumar a propósito de sus declaraciones sobre Marruecos, país al que que evitó calificar de dictadura -como había sostenido en público Díaz- y optó por definir como “un régimen de cosoberanía entre rey y pueblo” en su primera entrevista, concedida a Efe en Nueva York. Desde entonces, Santos Maraver se ha prodigado muy poco: ha ofrecido un par de entrevistas, todas a cabeceras de la izquierda mediática: de Contexto a Público y El Salto.
En las dos últimas, publicadas en el esprint final de campaña, el diplomático ha repetido lo que ya dijo al inicio. “Marruecos tiene una Constitución, de 2011, que se parece mucho a la Constitución 'canovista' que tuvo España antes de la Segunda República. Es una Constitución en la que la soberanía no emana del pueblo, sino que tiene dos focos de emanación: la corona y el pueblo marroquí. Marruecos celebra elecciones y tiene partidos –con limitaciones–”, deslizó. Y en otra de las conversaciones, agregó: “Tenemos una responsabilidad, sobre todo la izquierda, de recuperar cierta narrativa antiimperialista y anticolonialista en relación con Marruecos y comprender su historia”.
¿Qué es el pueblo del Sáhara? También está por definir
A propósito del Sáhara Occidental y las aspiraciones de su población, Santos Maraver apuntó: “Las resoluciones de Naciones Unidas, que ya forman pilares sobre el tema, dicen que esa solución debe permitir el ejercicio de la libre determinación del pueblo del Sáhara. ¿Qué es el pueblo del Sáhara? También está por definir. Y eso tiene que salir del acuerdo entre las partes”. Sus manifestaciones han ofrecido un contraste con la inclusión de la activista saharaui Tesh Sidi como número tres y con el propio programa electoral, el que entre los cuatro partidos nacionales más ha satisfecho las reivindicaciones del Frente Polisario. Altos cargos de la organización saharaui llegaron a llamarme “un lastre”.
En los primeros compases de campaña, Santos Maraver -apuntaban fuentes de Sumar a El Independiente- aparecía como el portavoz de la coalición en materia de política exterior, pero ese rol se ha ido desdibujando por la polémica inicial. En la confección del programa han pesado más las aportaciones de Sidi, más alineadas con los principios clásicos de Izquierda Unida, la organización en la que una vez militó Santos Maraver. Sidi, que concedió una de las primeras entrevistas a este diario, ha estado mucho más presente en el día a día de la campaña, con mayor número de actos y exposición mediática.
Su perfil de diplomático atípico, gran conocedor del pensamiento marxista y trotskista pero poco acostumbrado a lidiar con el universo mediático, no ha ayudado a su abrupto aterrizaje en un Madrid agitado por el batacazo de la izquierda en los comicios municipales y autonómicos del 28-M y la efervescencia de las generales adelantadas por Sánchez. Los artículos que durante años había escrito bajo el seudónimo de Gustavo Buster sobre la crisis del “Régimen del 78” causaron sorpresa incluso entre sus defensores y le enfrentaron a sus compañeros de la carrera diplomática.
Inicio de campaña en Berlín
Santos Maraver inició la campaña lejos de España, como reclamo del encuentro de Sumar con los residentes españoles en Berlín. En aquel acto, celebrado en el café Engels de la capital alemana y frente a una representante de la diáspora saharaui, el ex embajador optó por defender una política exterior verde y feminista y reivindicó la ayuda al desarrollo, uno de los campos en los que más cómodo se siente. Unos días antes había acompañado a Díaz en el acto de lanzamiento del proyecto en Espacio Rastro de Madrid. Allí rehuyó la cuestión saharaui y se mostró partidario de lograr un alto el fuego en Ucrania. “Me incorporo a Sumar porque estoy convencido de que hay que mantener la ventana de esperanza. Nos vamos a jugar la salida de la encrucijada o la vuelta a las cavernas”, manifestó entonces.
Esta pesadilla (un Gobierno de PP y Vox) puede ser real, advirtió
Desde entonces, Santos Maraver ha hecho campaña en su Málaga natal y el pasado domingo compartió cartel con Díaz en Madrid. Le acompañaron Tesh Sidi, Íñigo Errejón, Isa Serra y Montse García. Desde el escenario el diplomático censuró las políticas internacionales de la derecha y la ultraderecha, que están diseñadas para que “el hambre se convierta en la realidad de todo el sur global”. “Esta pesadilla puede ser real y por eso es tan importante negar esa pesadilla y construir este sueño colectivo que hacemos todos los días. El sueño de un país moderno, que se pone a la cabeza de la lucha contra el cambio climático, que sube el Salario Mínimo o que defiende la igualdad”, deslizó.
Apuesta por políticas verdes
A su juicio, un gobierno de PP y Vox podría "retirar a España de los acuerdos de París de lucha contra el cambio climático" y cancelar la ayuda al desarrollo. Al inicio de la campaña también participó en un debate con representantes del PP y el PSOE organizado por Polétika, integrada por organizaciones como Greenpeace, Oxfam Intermón y Political Watch. Denunció entonces “el negacionismo del PP con la realidad de las nucleares”. “Es una energía peligrosa y para alargar su vida se requeriría una enorme inversión pública (30.000 millones de euros). Además, nadie quiere los desechos. Por ello, no se puede pensar en ella como solución de futuro”, arguyó tras insistir en que “las políticas nacionales en cuestiones de sostenibilidad no pueden pasar por poner macetas en las terrazas”.
También participó en un acto organizado por UGT sobre "propuestas para un mundo sostenible" en compañía de la secretaria de Internacional del PSOE Hana Jalloul y en mitin en Illescas (Toledo). Pero sus ausencias no han pasado desapercibidas para algunos votantes del espacio a la izquierda del PSOE. En internet algunos se han interrogado por "el voto de silencio" del diplomático.
Al anunciarse su fichaje, algunos vieron en Santos Maraver un posible recambio al actual ministro de Exteriores José Manuel Albares que aportaba cierto continuismo si la fórmula de PSOE y Sumar, respaldada por formaciones nacionalistas, lograba revalidar el Gobierno de coalición. Sus declaraciones y su cercanía a Miguel Ángel Moratinos le situaban en una posición aventajada en caso de que Díaz lograse un buen resultado con el que exigir carteras de mayor peso a las que ha ostentado hasta ahora Unidas Podemos. Su discreto desempeño en la ruta hacia el 23J arroja ahora dudas del futuro que le aguarda tras la noche electoral.
Te puede interesar
1 Comentarios
Normas ›Comentarios cerrados para este artículo.
Lo más visto
- 1 Cena de Delcy con sorpresa... y la sorpresa era Pedro Sánchez
- 2 El inspector jefe de los 20 millones se reunía al lado de la Jefatura
- 3 Aldama, lavativa de la cárcel
- 4 El 'Aldamazo': El 'caso Koldo' coge vuelo y alcanza a Montero, Ribera y Cerdán
- 5 Entrevista a Koldo: "Aldama me pidió una foto con el presidente"
- 6 Broncano explota contra 'El Hormiguero' tras dejarle sin invitado
- 7 La narcolancha que mató a dos británicos en Murcia venía del taller y pertenece a marroquíes
- 8 Alcampo prevé una Navidad con más consumo tras la inflación
- 9 La mujer de Aldama, clave en el blanqueo de capitales de la trama
hace 1 año
A mi juicio, sustituir a Albares por Santos Maraver en un hipotético gobierno PSOE-Sumar sería una torpeza si Yolanda Díaz pretende ser fiel a su programa electoral. Ninguno de los dos es objetivo cuando valoran al régimen marroquí. No se trata de desear el mal al pueblo marroquí ni de menospreciar su cultura; tampoco de oponerse a unas buenas relaciones. Lo que ocurre es que no se puede apoyar, justificar o mirar para otro lado cuando se trata de la ocupación ilegal del Sahara Occidental y de la limpieza étnica que Rabat ha venido llevando a cabo allí desde 1975. La defensa del derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación con opción de independencia es una línea roja que separa a los que respetamos el Derecho Internacional en cualquier lugar (no sólo en Ucrania) de los que (como Sánchez o Alberes) dicen defenderlos según quién lo vulnere o según su interés político.