Fin de la incógnita. Pasadas las diez de la noche, España empezará a ver perfilada la nueva configuración parlamentaria en el Congreso de los Diputados. Y si como han estimado todos los sondeos privados hasta el momento, el PP gana las elecciones generales y puede conformar un nuevo Gobierno, o bien es la actual coalición la que da la sorpresa y consigue resistir en la Moncloa, aunque con un nivel de dependencia mayor de sus socios.
La última foto dada a principios de la semana, antes de que finalizara el plazo oficial para publicar encuestas, daba a Alberto Núñez Feijóo la victoria con 143 diputados de media y a Vox, pese a un desplome y reducido a la treintena, pasaba a ostentar la llave de la gobernabilidad de cara a esta nueva legislatura. Ello, con una izquierda al frente que no superaba los 140 escaños conjuntos. 160 en total con sus tres socios habituales.
Pese a que a lo largo de la semana la posibilidad de que ambos bloques, el de derecha y el de izquierda y nacionalistas, quedaran en una situación de ingobernabilidad que llevaría a una repetición electoral, con PP y Vox ligeramente por debajo de los 176 y sin poder sumar con socios potenciales como la UPN o Coalición Canaria, los trackings de entidades privadas que están realizándose en estos días y que no pueden transcender públicamente niegan que vaya a darse ese panorama. Es más, prevén la ventaja del bloque conservador.
Fuentes consultoras en el ámbito sociopolítico indican a El Independiente los principales ejes que prevén que acoja la noche electoral. El primero es que el PP quede por encima de los 150 diputados, una horquilla que en Génova han llegado incluso a ampliar diez escaños más, aunque ahora su posición está tornando a la de cierta prudencia.
Frente a los populares, que verían incrementado en 73 parlamentarios su fuerza en la cámara baja, el grupo de Vox quedaría reducido en un 55-60%: de 52 pasaría a entre 29-30 escaños aproximadamente. En base a estas estimaciones, PP y Vox podrían alcanzar los 180 escaños de media y abrir un nuevo Ejecutivo. Un acuerdo que, dadas las demandas de Santiago Abascal y los suyos solo podría hacerse vía gobierno de coalición, y no exclusivamente con un pacto programático como hizo Rajoy en 2016 junto a Ciudadanos. En el Senado se da por descontado que el PP tendrá una representación de mayoría absoluta.
La derecha, 12 puntos por encima en el voto por correo
Las fuentes consultadas estiman que en el proceso de voto por correo, la derecha lo habría ganado por una ventaja de 12 puntos. Esto en un proceso que ha batido récord en solicitudes. Más de 2,5 millones de personas han optado por votar con esta modalidad. En un artículo anterior, expertos indicaban que este voto lo ha ejercido generalmente el público ya convencido y movilizado.
Las mismas fuentes perciben un ligero desfondamiento del PSOE en beneficio de Sumar, que disputaría la tercera plaza a Vox, y podría quedar por encima con 40 escaños en un máximo. El PSOE, que buscaría resistir con el 28% de los votos como en los anteriores comicios, se movería en ese centenar con máximos de 110. Aunque con dificultades. La izquierda va a sufrir con notoriedad en el centro peninsular [las dos Castillas], en el sur y en Galicia en contraste de la derecha de PP y Vox, que le duplicará en escaños. Su mejor resultado será en Cataluña y con el PSC, pero allí el PP también mejorará considerablemente, se apunta. Ello, frente a un importante contraste con los partidos independentistas catalanes, que empeorarán los resultados.
Evolución en las encuestas
Con estos datos, los cuatro grandes partidos abrían conseguido crecer respecto al inicio de la campaña electoral. La derecha gracias a un ascenso del PP, y la izquierda a través de Sumar. La estrategia de ésta se vio clara en el último debate: Díaz como ente movilizador de el espacio a la izquierda del PSOE y Sánchez como imagen de moderación, en un intento de retener y recuperar por su derecha. Materializado en escaños de media ambos ganarían dos escaños más que al comienzo de la pugna electoral oficial. Entonces, PP y Vox encaraban en conjunto la carrera electoral con 178 diputados previstos y la izquierda con 138.
Individualmente, Feijóo comenzaba la campaña con 142 de media. Frente a la última jornada de publicaciones de sondeos habría crecido uno. El PSOE, que partió de 106 de media, subió a 108. Sumar el lunes mantenía una misma atribución de 32 escaños, y Vox aquí si quedaba tercero con la posibilidad de o bien preservar sus 35 del inicio de campaña, o bajar uno. En este gráfico que se muestra a continuación puede verse la progresión anual, así como el porcentaje de voto de los partidos después del 28-M -en 'Junio 1/2'-, la media al inicio de la campaña del 23-J -en 'Julio 1/2'- y la cifra oficial de media con la que cierran la campaña según los datos del lunes -en 'Julio 2/2', que hace referencia a la segunda quincena-.
De reproducirse esta noche tras el recuento de las urnas en el escrutinio las estimaciones dadas por las fuentes demoscópicas mencionadas, el éxito de la campaña habría sido para el PP primero, por alcanzar la barrera de los 150, y para Sumar después. La extrema izquierda no solo conseguiría la tercera plaza en el Congreso de nuevo, sino que mejoraría, en un momento complicado y tras la reconfiguración del espacio, hasta cinco escaños más que con la última candidatura de Pablo Iglesias con Unidas Podemos. El PSOE y Vox, en mayor grado, serían la cara de la otra moneda por sus descensos. Aunque se introduce la paradoja de que Vox, con más de la mitad de sus escaños perdidos, puede ser más determinante que nunca.
La campaña: mayorías, emotividad y pocas propuestas
Los ejes de campaña de los cuatro grandes partidos han estado marcados generalmente por la llamada a una masiva a la participación. En el caso del PP su apuesta ha sido la de mandar un mensaje de voto útil, introduciendo la dicotomía continuidad-salida de Sánchez. Sin delimitar grandes posicionamientos que pudieran afectar a esa aglutinación de todo el voto posible. En el caso de los socialistas, la apelación ha sido muy sentimental, para movilizar frente a la posibilidad de ver materializados recortes en derechos y avances. Asimismo, se ha defendido una gestión en un difícil escenario de pandemia y guerra en Europa.
Sumar ha alentado bastante la emotividad en la línea del PSOE, aunque Díaz ha contado con un perfil más centrado en los derechos laborales y la calidad de vida vinculada al empleo. Así como una propuesta verde en coincidencia con las altas temperaturas derivadas de la ola de calor. Vox, frente al llamamiento a la utilidad del voto del PP, ha considerado que éste no se sabe a dónde va a ir tras los comicios. Y remarcado que solo la candidatura de Abascal puede garantizar la no continuidad de la izquierda y el desmantelamiento de sus políticas el auge de los valores.
En cuanto al contenido de la misma, como ocurrió en la de las municipales y las autonómicas, las propuestas programáticas no han trascendido más allá a la presentación de los programas. Aquí puedes ver las principales propuestas de PSOE [destinada a más servicios públicos y una mirada a los jóvenes], la del PP [con 14 medidas ventajas fiscales prometidas], Vox [con una propuesta de amplia reforma fiscal y referéndum sobre distintos temas] y Sumar [revertir el giro con Sáhara o que el salario mínimo gane poder adquisitivo anualmente] para la próxima legislatura.
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