Frente al grueso de las encuestas publicadas de cara a las elecciones generales que daban mayoría absoluta a PP y Vox, la realidad política que han dibujado las urnas dejan prácticamente un panorama de bloqueo asegurado. Más cuando la gobernabilidad depende para Pedro Sánchez de una abstención y una asociación prolongada durante la legislatura con Junts, o bien para Alberto Núñez Feijóo del voto a favor del PNV junto a Vox, Coalición Canaria y la UPN, o de la abstención del PSOE. Y ninguna de estas dos opciones para el PP es posible dado los posicionamiento de los jeltzale o de los socialistas.

El PP crece 47 diputados [uno menos si se quita el escaño logrado por Foro en asociación con Casado en 2019], el PSOE dos, Sumar resiste en su espacio con siete escaños menos y Vox se desploma 19. Quedan fuera Foro, el PRC y CS que no se presentaron, y se añade Teruel Existe y la CUP que no han conseguido representación. UPN entra con uno y el BNG resiste. ERC baja seis diputados y PNV y EH Bildu se cambian los roles con cinco y seis representantes.

El bloque de la izquierda tiene asegurados 172 diputados frente a los 171 de la derecha. Los herederos de Convergencia, que pese a perder un diputado se han convertido en el árbitro de la política nacional, ya han dejado claro cuál serán sus condiciones para el PSOE: la amnistía y la autodeterminación.

Dado este escenario, hay una pregunta que se hace esencial tras las últimas generales del 23-J: ¿Qué va a ocurrir ahora y por qué puede haber una situación de bloqueo político?

1. 28 de julio: resultados oficiales con el voto del CERA

El próximo viernes se conocerá el escrutinio general en las juntas electorales provinciales, que tienen hasta el lunes 31 para completar sus trabajos. Se trata de un recuento público donde ya se incluyen los votos del extranjero inscritos en el CERA, el Censo Electoral de Residentes Ausentes.

2. Conformación y apertura de las Cortes Generales

Cerradas las urnas y conocido el resultado, será el próximo día 17 de agosto cuando se inaugure la nueva legislatura parlamentaria; la XV de la democracia. La fecha queda fijada así de acuerdo al artículo 68.6 de la Constitución, quien establece ese plazo de 25 días desde la celebración de las generales. Previamente, entre el 8 y el 10 de agosto, los nuevos diputados deberán presentarse en la cámara baja para recoger su acreditación y formalizar su designación.

En estas tres semanas, los partidos deberán negociar la composición de la Mesa, que apunta a una nueva presidencia del PSOE y mayoría progresista dado los resultados. En esa apertura de Cortes se procederá a votar a sus integrantes [un presidente, cuatro vicepresidentes y cuatro secretarios] vía voto secreto y en urna. Hasta la designación, ocuparán la Mesa la persona de mayor edad electa, como presidente, y los dos más jóvenes como secretarios. ¿Cómo se elige estos cargos? En primera votación por absoluta y por simple con más 'sies' en segunda votación. Hasta el momento la mayoría ha sido: presidencia, una vicepresidencia y una secretaría para el PSOE, una vicepresidencia y una secretaría cuarta para el PP, una vicepresidencia y dos secretarías para Unidas Podemos, y una vicepresidencia para Vox.

Terminado este proceso, que será similar en el Senado, cada diputado jurará o prometerá la Constitución y ya constituida la nueva cámara, quien ocupe la Presidencia irá al Palacio de la Zarzuela a informar a Felipe VI. Por su parte, el límite de cinco días hábiles para conformar los grupos parlamentarios y designar portavoces acabará el 25 de agosto. Debe ser ratificado por la Mesa, que convocará la primera Junta de Portavoces.

Feijóo, en el balcón de Génova la noche del 23-J | EP

3. Ronda de consultas

En vista de los resultados, será el Rey quien empiece una ronda de consultas, previsiblemente a partir del 21 de agosto, con todos los candidatos y quien decida convocar al que mayor opciones de gobernar considere que tenga. Tradicionalmente siempre se ha designado al ganador de los comicios, por lo que será Feijóo el primero en recibir el encargo. Es más, el propio líder del PP dejó clara su intención de intentar formar gobierno y pidió al resto de partidos y al PSOE "que no bloqueen". Una clara petición de una abstención como pidió con anterioridad: para que pueda gobernar la lista más votada.

Feijóo acudirá a investidura para retratar a los socialistas de cara a una posible repetición electoral, pero solo aglutinará el voto de 171 parlamentarios. Es su máximo posible. Será entonces cuando Sánchez, como segundo grupo más votado reciba ese mandato desde Zarzuela. Durante estos procedimientos se producirán negociaciones entre ambos bloques y socios potenciales para ir comprobando el nivel de fuerzas particulares del PP y el PSOE.

4. Sesión de investidura

En vista de los plazos de consultas y de un intento de investidura fallida del PP, un intento de Sánchez puede llevarnos hasta mediados o finales de septiembre. Hay que tener en cuenta que tras el primer intento de Feijóo, de producirse, y como indica el artículo 172.2 del reglamento del Congreso, se inicia una cuenta atrás de dos meses para la disolución de las Cortes.

Para una investidura, las normas de la cámara sitúan dos votaciones con un intervalo de 48 horas. En primera votación la confianza del candidato debe expresarse con mayoría absoluta igual o superior a 176 diputados. En segunda votación solo se requiere mayoría simple: más votos positivos que negativos. Dado el resultado, ningún candidato podría salir investido en esa primera jornada tras el debate habitual. Sería en segunda votación. Si Junts se abstiene al nombramiento de Sánchez, éste podrá repetir la alianza con Yolanda Díaz en Moncloa. No será así si el voto de los de Carles Puigdemont u otros socios como ERC [a quien su colaboración permanente con el PSOE le ha pasado factura en Cataluña] es contrario. Aunque es difícil imaginar que ambas formaciones alienten una repetición que pueda suponerles un coste electoral, y fomente una alianza de derechas.

Sánchez comparece en Ferraz tras conocerse los resultados electorales del 23-J. | EFE / J. J. GUILLÉN

5. Consumación del bloqueo y repetición de elecciones

Al contrario, de fracasar esas negociaciones y las dos investiduras y las posibles siguientes que se planteen, como en 2016 y en 2019, España iría a su tercera repetición electoral en siete años. Esos 60 días de plazo desde la primera investidura para poder conformar nuevo Gobierno situarían el margen entre noviembre y diciembre. De llegarse, Presidencia de la Cámara "someterá a la firma del Rey el Decreto de disolución de las Cortes y de convocatoria de elecciones". Ello se comunicará al Senado, que se conformará el mismo 17 de agosto. Éste tendrá presidencia del PP, que ha conseguido mayoría.

Desde la firma de ese documento debe pasar un plazo de 47 días [de darse una repetición desciende el plazo desde los 54]. Esa fecha límite será la de nueva convocatoria electoral. Y se estima que fuera entre mediados de diciembre y de enero. De celebrarse en la primera quincena de septiembre, los domingos abiertos para esa repetición serían el 17 o coincidirían de lleno con Navidad: 24 y 31 de diciembre. Por ello, lo más probable es que se efectúe entre el 30 de agosto y el 2 de septiembre, o se aplace ya hasta el 20 y 22 de septiembre para que coincida con la primera semana de enero el domingo 7. Esta segunda fecha es más factible dado que a Sánchez le interesa terminar la presidencia española de la UE.