En la noche del domingo, entre la alegría desbordada en el cuartel de Sumar, Yolanda Díaz se jactó de haber cambiado "el guion que decía que iban a ganar las elecciones" en referencia al PP y Vox. "Hasta la jornada electoral de ayer Feijóo y Abascal creían que ya estaba escrito", explicó ayer en una carta a los simpatizantes. El vuelco electoral contra el pronóstico de los sondeos deja abiertas las opciones de la izquierda para reeditar el Gobierno de coalición y es un completo mazazo para las expectativas del PP, el protagonista de una amarga victoria en la que los números no resultan suficientes para transitar el camino hacia la Moncloa.
Una combinación de factores ha logrado reducir la distancia entre bloques, con la habilidad de los estrategas del PSOE para darle la vuelta a una campaña armada en torno al plebiscito al sanchismo y el viento en contra del cataclismo del 28-M que barrió el puño y la rosa de comunidades autónomas y ayuntamientos. "Todo genera impactos y lo que tiene que conseguir un candidato en campaña es conseguir el máximo posible de impactos positivos y minimizar los negativos", explica a El Independiente el politólogo Jordi Sarrión. La presencia ubicua de Sánchez en los medios de comunicación tradicionales, también en los de línea editorial contraria, y la capacidad para revertir los mensajes en las redes son algunos de los ingredientes del último capítulo del manual de resistencia del socialista.
Perro Sanxe o darle la vuelta a un insulto
Fue alumbrado hace dos años en el transcurso de la entrevista de un reportero de Telemadrid a un niño mientras esquiaba en Navacerrada. "No lo cierres Perro Sánchez, que eres el peor", decía con rabia el menor a propósito del cierre de la estación en plena pandemia del coronavirus. Aupado a meme desde cuentas vinculadas a la derecha, el apodo acabó el 21 de julio en la cuenta de Twitter del PSOE aprovechando la celebración del Día Mundial del Perro.
Días antes el propio candidato mencionó lo que había nacido como insulto en la entrevista con el podcast "La Pija y la Quinqui". "Hay un meme que me encanta. Más sabe Perro Sánchez por perro que por Sánchez", deslizó Sánchez, que llegó a hablar de los dos perros de agua que tiene como mascotas. "PerroSanxe", tendencia en Twitter durante días en plena campaña, fue asimilada por el PSOE hasta acabar como eslogan en una chapa. "El PSOE cierra su campaña culminando su 'reapropiación' de #perrosanxe. Les hacía sentir incómodos, pero le dieron la vuelta", subraya Iago Moreno, sociólogo y consultor de partidos españoles.
"El PSOE ha apostado por la estrategia de reírse de sí mismo recogiendo todos los insultos y los bulos que se han estado lanzando contra ellos para poder resignificarlos", comenta a El Independiente Mario Martín, creador de contenido y estrategias para redes sociales. "Es una forma de desinflar y hasta de ridiculizar los argumentos de quien te está atacando. En la entrevista con 'La Pija y la Quinqui', no se habló prácticamente nada de política, pero ese es el momento justo en el que todo se da la vuelta", agrega. En el cierre de campaña, Begoña Gómez y Cristina Narbona lucieron una chapa con el lema "Perra Sanxe". El domingo, Ferraz bailó al ritmo de "Perra" de Rigoberta Bandini en el enésimo guiño al meme.
De El Hormiguero a Ana Rosa: internarse en territorio hostil
En los primeros compases de una campaña electoral que comenzó con la resaca del varapalo para la izquierda en el 28-M, el PSOE cambió de estrategia en su relación con los medios. Y Sánchez se paseó por programas de radio o televisión que había evitado como presidente, de El Hormiguero al Programa de Ana Rosa. "Sánchez y el PSOE entendieron que la estrategia de vender la gestión únicamente no servía. En comunicación política hay que hacer y saber comunicarlo y no vale solo con hacer", explica a este diario Sarrión.
"Sánchez y su equipo supieron ir a espacios donde no solía ir y a aquellos en los que se hablaba de él de un modo adverso para confrontar directamente", detalla el experto. "Lo hizo Bernie Sanders cuando fue a la Fox [bastión mediático de la derecho más recalcitrante en EEUU], que fue un caso muy comentado. Ha conseguido humanizarse y vender una imagen muy diferente. Quizás su equipo se ha dado cuenta un poco tarde de todas estas cosas. Si lo hubieran hecho antes, quizás hubiéramos hablado incluso de otro resultado y de que se hubiera podido dar más la vuelta si cabe a la tortilla".
Los tik toks de Sumar
En plenos pactos del PP con Vox en comunidades autónomas y ayuntamientos y la retirada de banderas de LGTBI o la censura a la cultura, Sumar conectó con el colectivo con mensajes en su canal de Tik Tok dirigido a quienes, entre el público más joven y nativo, consideraban sus derechos en peligro. Con su mismo lenguaje y códigos. "En las redes no sirven los formalismos a los que estamos acostumbrados o nos acostumbran los políticos y esto lo ha sabido hacer muy bien también Sumar", reconoce Martín.
Es lo que en la jerga de internet se llama "shitposting", el acto de publicar intencionalmente contenido de calidad pobre, agresiva, inútil, irónica y como si fuera un troll, con errores de ortografía incluidos. "Es un tipo de comunicación bastante arriesgada y muy de la generación Z. Cualquiera que tenga más de 30 años lo puede ver como algo absurdo, ridículo o incluso que puede provocar vergüenza ajena", agrega el experto en redes.
Hasta esta campaña del 23-J, Tik Tok -la red que en España tiene ya más de 19 millones de usuarios- era una herramienta poco empleada por los políticos por sus enormes reticencias a usar su lenguaje. "Es una manera también de acercarse a la gente de una forma mucho más irreverente. Básicamente Sumar lo que ha hecho ha sido coger todos estos elementos del 'shitposting' como fotos y vídeos de gatos pixelados haciendo ruidos y otras referencias habituales en Tik Tok para crear el relato".
Dar una batalla en la que la ultraderecha tenía ventaja
Desde su irrupción electoral, en el contexto de la polarización que exacerbó la crisis del procés, Vox había convertido su desempeño en las redes sociales -a través de un ejército desplegado en Twitter, Instagram, YouTube o Tik Tok- en un eficaz medio de propaganda, especialmente significativo para llegar a los más jóvenes. En esa estrategia se incluía despreciar a los medios de comunicación tradicionales, con los que Vox nunca ha tenido una relación cómoda ni sencilla. Abascal es el candidato a la presidencia que más entrevistas ha ofrecido en canales digitales.
"En las redes sociales el relato estaba manejado sobre todo por la ultraderecha. Vox se había hecho fuerte en Twitter o Tik Tok asentando su discurso a través de creadores de contenido como Wall Street Wolverine o Roma Gallardo", comenta Martín. "La única manera que tenían desde la izquierda de llegar a los más jóvenes era la de entrar en internet", añade. Con Podemos -que también fue especialmente ducho en las herramientas digitales- desactivado, en tiempo récord Sumar y PSOE han logrado conectar con ese público.
Algunos de los vídeos más virales de Sumar en Tik Tok se corresponden con el último tramo de campaña y explotan las intervenciones de Díaz en el debate a tres de RTVE al que renunció a ir Feijóo, una incomparecencia que se cuenta entre los errores de cálculo. "El éxito de la campaña ha sido anular la amenaza que suponía la derecha mediante la ridiculización de la propia amenaza en sí. Han tenido que ir adonde estaba la gente, hablar su propio idioma y hacerlo suyo".
A juicio de Sarrión, "lo digital no hay que ni minusvalorarlo ni tampoco sobreestimarlo". "Tiene un protagonismo creciente. La gente joven no se informa ya a través de las noticias ni siquiera consume medios de comunicación digitales. La mayoría se informa a través de TikTok o los vídeos que ve de determinados youtubers o de clips de vídeo cada vez más cortos", advierte.
Los errores de los adversarios
Al efecto miedo provocado por la radicalización de Vox -a partir de los pactos, sus acciones, discursos y el propio perfil de sus nuevos concejales y diputados- se han sumado los errores del PP y de su candidato Alberto Núñez Feijóo. "A Vox se le ha caricaturizado de manera muy fácil y ha quedado más escorado hacia la derecha que nunca", expone Sarrión.
"Y por parte de Feijóo se ha producido una mala gestión de las expectativas generadas por las casas encuestadoras. Se han dejado llevar por una euforia que no se correspondía con la realidad y eso ha movilizado también a la izquierda", esboza. Entre los instantes que han terminado desluciendo la campaña del PP, figura la entrevista en La Hora de la 1 de RTVE en la que Silvia Intxaurrondo cuestionó las declaraciones, con datos falsos de Feijóo, a las pensiones o la relación con el contrabandista Marcial Dorado allá por 1995.
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