Lejos de destensarse, el escenario político en Murcia sigue en situación de bloqueo. Cerrada la campaña electoral y confirmados los resultados en las urnas, el PP ha decidido intentar retomar las conversaciones con Vox y su presidente José Ángel Antelo, al igual que Jorge Azcón ha hecho en Aragón, como ha publicado El Independiente. Mientras que en ésta comunidad tanto populares como Vox acordaron desplazar la continuidad del diálogo a después del proceso del 23-J, en Murcia estas quedaron bloqueadas tras la doble negativa de los ultraconservadores en una sesión de investidura a principios de mes.

Fernando López Miras, el ganador de los comicios autonómicos por el PP, aspiraba a la reelección en solitario, al bordear la mayoría por solo dos escaños. 21 de los 23 necesarios. Por ello, a diferencia de los barones populares que sí han incorporado a Vox a sus equipos de Gobierno en coalición, caso de Carlos Mazón en la Comunidad Valenciana y María Guardiola en Extremadura, López Miras propuso a los de Antelo la vía balear: gobierno en solitario bajo acuerdo programático con Vox. Tras varios rifirrafes entre líderes y equipos negociadores, el 4 de julio ambos dirigentes murcianos se sentaron. 88 puntos de programa fue la propuesta hecha por López Miras, algo que Vox rechazó si no incluía cargos de gobierno.

Tras fracasar la jornada de investidura el viernes 7 y sin contactos el fin de semana, Vox propuso un acuerdo de mínimos de 12 puntos para facilitar el gobierno. Entre ellos se incluía la reforma -que no la derogación que defienden líderes como Jorge Buxadé desde la capital- de la Ley del Mar Menor, una de las principales demandas de Antelo en la comunidad, pero también del partido de Santiago Abascal desde la sede nacional de Bambú en Madrid. A esos puntos se incluía la necesidad de dar a Vox una vicepresidencia y dos consejerías acordes a sus reivindicaciones agrarias, de agua, de familia o en el ámbito de la educación.

El rechazo del PP a ello o a hacer cesiones con la laguna murciana impidieron un acuerdo. Esa imagen facilitaba a Feijóo de cara a la campaña electoral para intentar constituir una mayoría suficientemente holgada nacional que presionase a Vox en la autonomía para finalmente ceder. También potenciaba su discurso de moderación para el debate con Sánchez.

El problema se ha producido este domingo con el recuento final del escrutinio a falta de pulirse los resultados por el voto CERA procedente del extranjero. En vista de que la apuesta por esa autonomía no ha funcionado y lejos de poder presionar a Vox las generales han posicionado a Génova en una situación de dependencia mutua con Bambú [que se ha reflejado con la llamada de Feijóo a Abascal para intentar su investidura en las próximas semanas frente a la intención de hacerlo de Sánchez], López Miras ha vuelto a mover ficha. Y es que le quedan solo 45 días de plazo antes de que las nuevas Cortes queden disueltas y se repitan los comicios.

El PP de Murcia tiene 45 días por delante para deshacer el bloqueo político; Vox demanda entrar sí o sí en el Consejo de Gobierno"

A la línea programática ya marcada y ahora "restructurada", López Miras ha sumado dos nuevos anexos a la oferta: un puesto en la Mesa [algo que se podrá hacer con una dimisión de un cargo electo del PP, quien la domina junto al PSOE], la designación de un senador autonómico para la nueva cámara alta. Tras conocer esa propuesta, de manera indirecta dicen en Vox, se ha rechazado mantener ninguna reunión con el PP este miércoles si no se aborda el nombramiento de consejeros de Vox. Así lo han confirmado desde el aparato murciano fuentes del partido de Antelo. Y es que la finalidad de Vox no ha cambiado desde que el PP cedió en Andalucía: "Baleares es la excepción", han insistido desde entonces.

Fuentes de la formación, en conversaciones con este periódico, afirman que la oferta de López Miras es "claramente insuficiente". "Solo formar parte del gobierno en estos momentos tiene relevancia política", consideran. Es más, justifican ahora más que antes la petición teniendo en cuenta que, mientras que Abascal ha perdido 19 diputados en el Congreso, el apoyo a Vox en Murcia ha ascendido del 18% al 22% en las urnas.

Asimismo, afean el modo de trabajo del PP. "A Vox no lo han llamado. Se trata de filtraciones hechas a la prensa", recalcan las mismas fuentes. Sobre esa idea el presidente de Vox Murcia Antelo ha trasladado su descontento y enfado en Twitter. "López Miras convoca las reuniones a través de los medios de comunicación, ver para creer. Vox se reúne para conformar un gobierno de coalición sólido y estable". "Si quieren ir a elecciones, que lo digan y que dejen de hacer perder el tiempo a la Región de Murcia". "No vamos a fallar ni a defraudar a nuestros votantes", ha expuesto.

Las relaciones entre Bambú y Génova no pasan, con todo, por su mejor momento. Abascal y los suyos, caso del secretario general Ignacio Garriga, acusan al PP de desmovilizar el voto apelando a su utilidad solo en manos de Feijóo [apuntas que en circunscripciones como en Alicante, por algo más de 1.000 votos, Vox no ha podido ganarle un diputado al PSOE]. También consideran que ha "vendido la piel del oso antes de cazarlo" repartiendo ministerios y vicepresidencias. En el cierre de campaña Abascal avisaba: "la batalla no está ganada".

Las exigencias de Vox

La primera de las peticiones de los de Antelo a López Miras, la cuál no fue escuchada, fue la presidencia de la Asamblea como sí se ha cedido en Aragón, la Comunidad Valenciana o Baleares. Ese puesto ofrecido ahora en la Mesa apunta a ser una secretaría. Por otro lado, Antelo pide la vicepresidencia, que podría ser pretendida con competencias [Vicente Barrera controla Cultura con Carlos Mazón], así como dos consejerías. Fuentes de Vox reseñaban con anterioridad a El Independiente que lo ideal para ellos sería principalmente una cartera con las competencias de Agricultura y Ganadería, así como aquellas relacionadas con Medio Ambiente y gestión del Agua. La segunda pretendida sería Familias o Educación. Ese sería "el paquete" deseado.

De acuerdo a los resultados electorales del 23-J, el PP podría bajar de 21 a 19 escaños de darse una repetición. Por su parte, Vox, avanzaría de 9 a 10, generando para el popular una mayor dependencia. Lo cierto es que el PP ha crecido en la región del 26,7% al 41,24%, mientras que Vox ha perdido siete puntos de voto aproximadamente, bajando hasta el 21,83%. Pese a ello, en un momento duro para el partido, los de Antelo se agarran a una "mejora" en comparación con el 28-M.