Orinar en la vía pública, hacer pintadas o beber alcohol en la calle será más caro en Barcelona a partir de agosto. Las multas por comportamientos incívicos subirán un 55% en la capital catalana, cuyo ayuntamiento está dispuesto a reforzar todas las medidas necesarias para que las multas se paguen.

Es la medida estrella del Plan Ordena con el que el nuevo gobierno local quiere frenar la imagen de dejadez y suciedad que se ha adueñado de algunos espacios de la ciudad. Pero no la única. Se refuerza también la presencia de Guardia Urbana en las calles y se revisará la implementación de la nueva contrata de limpieza, además de mejoras en el mantenimiento de las calles, la iluminación o el mobiliario público, ha explicado la teniente de alcalde de Urbanismo, Laia Bonet.

Seguridad y limpieza son dos de las principales preocupaciones de los barceloneses. Lo confirmó el Barómetro Municipal hecho público este lunes, que fija la inseguridad como primer problema para el 22% de los vecinos de Barcelona y la limpieza para el 13,2%. El nuevo alcalde, Jaume Collboni, es consciente de que la dejadez del espacio público fue una de las claves de la derrota de Ada Colau el pasado 28 de mayo, y ha presentado un plan

600 euros por pintada

El teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, ponía cifras este miércoles al aumento de las sanciones. "Hacer necesidades en el espacio público pasará de 200 a 300 euros; hacer pintadas de 300 a 500 euros y pintar edificios patrimoniales estará sancionado con 600 euros". También el consumo de alcohol en la calle.

Además, se reducen las bonificaciones y se revisará el sistema de cobro para garantizar que todos los multados paguen las sanciones, explicaba Batlle. El objetivo es acabar con la sensación de impunidad, aseguró el teniente de alcalde. El pasado fin de semana se produjeron 1.600 denuncias por incivismo en Barcelona.

El Plan Ordena pretende ser "transversal" explican desde el Ayuntamiento y tiene como prioridades "la limpieza y el mantenimiento del espacio público". Pero esto se hará "de forma coordinada con la Guardia Urbana, que velará por la convivencia en la ciudad, poniendo el foco en el civismo y la seguridad".

En otras palabras, no hay lavado de cara ni limpieza posibles sin un orden público que impida botellones y comportamientos incívicos, vienen a decir los nuevos responsables municipales. El plan se desarrollará en tres frases, desde este mes de julio hasta abril de 2024, pero la primeras medidas de limpieza, mantenimiento de espacios verdes y del pavimento empezará este verano.

Refuerzo de las brigadas de limpieza

El plan contempla además el refuerzo de la limpieza, especialmente en las brigadas de intervención rápida. Así, sumarán efectivos en las brigadas polivalentes -para actuaciones urgentes- y los equipos de limpieza de playas y parques, que se amplían en 55 personas hasta los 388 operarios.

Además el Ayuntamiento pretende triplicar las inspecciones sobre la limpieza, recordando que la nueva contrata ha supuesto un incremento de 28 millones de euros, pasando de 279 a 307 millones de euros en limpieza.

El nuevo gobierno local se fija también en el mantenimiento de los espacios públicos, en los que se compromete a invertir a lo largo de todo el mandato. En el corto plazo, el proyecto prevé la intervención en casi 23.000 metros cuadrados de calles para reparaciones, pavimentación y colocación de mobiliario urbano. También la mejora de la iluminación en 24 tramos de calles con la renovación de 200 puntos de luz.