La autorización para registro de la casa de Juan Carlos Ortega fue nocturna. Hacerlo de noche era de vital importancia porque es cuando los hackers mantienen su principal actividad. La Comisaría General de Información de la Policía Nacional encontró en su casa de Sevilla un verdadero botín: Rolex, joyas de oro, decenas de zapatillas caras, llaves de coches, una bolsa de hachís e, incluso, tres armas. Una de ellas "como la de la oleada terrorista en Europa de 2015". Los agentes advirtieron al joven de 25 años –detenido en el marco de trama de 'Alcasec' y el ciberataque al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)– de que se enfrentaba a un delito extra, el de tenencia ilícita de armas, e indagan ahora si también pudo blanquear dinero a través de su madre.
Ortega es, según las actas de entrada y registro a las que ha tenido acceso El Independiente, el "mayor comprador de información ilícita de las diferentes bases de datos que creó José Luis Huertas (más conocido como 'Alcasec') con datos extraídos ilícitamente de, entre otras fuentes, el Punto Neutro Judicial que conecta los juzgados con las bases de Hacienda y otras administraciones del Estado. El acusado que está en prisión provisional se hizo con 15.284 registros en 30 paquetes de datos.
La Policía sabía que trabajaba bajo el pseudónimo de 'lonastrump', pero cuando entró en su piso e hizo unas comprobaciones in situ tuvo la certeza. Resultó que no era el único, Ortega estaba detrás también del nickname 'Diamante'. Así se encontraron los agentes en la pantalla de su ordenador activa la página Panama Telecom. Un tipo de páginas utilizadas para el envío masivo de mensajes SMS a potenciales víctimas utilizando tácticas de ingeniería social para recopilar información personal y bancaria. Una técnica conocida como Smishing. Bajo las distintas identidades el acusado coordinaba presuntamente una red de 188 contactos dedicadas a actividades de ciberdelincuencia.
"En el caso de Juan Carlos Ortega se asocia con especialistas en la técnica del spoorfing y la gestión de mulas bancarias para repartirse las ganancias del fraude en una proporción entre el 30-40% para cada una de las partes", remarcan los agentes en un informe. Los funcionarios policiales trataron de reconstruir el recorrido de los wallets o monederos fríos en los que se movían las criptomonedas. El saldo transportado en criptoactivo tuvo un importe igual o superior a 1,2 millones de euros.
En la madrugada del 10 al 11 de julio, agentes de Información se presentaron en su piso en Dos Hermanas (Sevilla) y a la 01:17 de la mañana le explicaron los líos en los que andaba metido. Su abogado se personó en 40 minutos y algo después. En las imágenes y en el listado de lo intervenido se describen dos relojes de la marca Rolex, otros dos relojes Maserati, uno más Versace, cadenas, anillos y pulseras de oro y hasta una máquina de contar billetes.
Intervinieron dos relojes Rolex, otros dos Maserati, uno más Versace, cadenas de oro y hasta una máquina de contar billetes
Pero lo que era un verdadero arsenal era la colección de teléfonos móviles, tarjetas prepagos y cajas de dispositivos. Casi un centenar de tarjetas distintas con las que, presuntamente, cometía las estafas. Más de 20 smartphones operativos.
Sobre las 2:39 de la mañana el jefe del dispositivo informaba sobre el hallazgo de tres armas localizadas en el domicilio. La cosa se ponía más fea y al día siguiente el juez instructor accedía a que se le informara de un nuevo delito. Ortega, después de pasar por el centro de salud, fue trasladado a la comisaría esa tarde. Allí se acogió a su derecho a no declarar. Cerca de 48 horas después el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, José Luis Calama, lo envió a prisión provisional por riesgo de fuga, reiteración delictiva y destrucción de pruebas.
Arma de guerra
Solo un día después, el 12 de julio, se recibe el informe sobre Armas y Elementos emitido por la sección de Balística Forense de la Unidad Central de Criminalística. En las conclusiones de este documento de la Policía Científica se explica que se han probado las tras armas que fueron encontradas en su casa y todas funcionan, como avanzó 'Vozpópuli'. Una escopeta con cañones superpuestos, un subfusil de calibre 9 mm con dos cargadores y una pistula de la marca Star calibre 22 mm. Además, los agentes recabaron decenas de cartuchos de munición.
"No existe constancia de registro de las citadas armas de fuego en España", sentenciaba el informe. Es decir, no tenía permiso para poseerlas. La Policía destaca la "potencial peligrosidad" de Ortega porque dispone de "una amplia red de contactos criminales en el mundo virtual" y el hecho de haber encontrado armas en su domicilio preparadas para disparar mantiene al detenido "en otras capas de la delincuencia organizada". Lejos de lo que, según fuentes jurídicas, sitúan a 'Alcasec', por ejemplo, quien sólo está acusado de delitos relacionados con sus ciberataques.
El subfusil Scorpion intervenido es un arma de guerra que el informe, al que también ha accedido este periódico, destaca especialmente porque es "similar a las armas utilizadas en la oleada de atentados terroristas cometidos en Europa durante el año 2015".
Fruto de toda esta actividad delictiva, la Policía considera que entre el año 2022 y 2023 pudo adquirir diversos bienes muebles e inmuebles por valor superior a 500.000 euros. Algunos de ellos estaban a nombre de su madre y los agentes dejan especificado que "actuaría en este caso como una especie de testaferro". En este sentido, encuentran unas llaves de un coche en su cuarto que él achaca a su madre, pero que no llegó a encontrarse. Los policías siguieron indagando en esa vía.
Historial de estafas y coches robados
En sede policial declararon una serie de testigos sobre la trama relativa a los coches. Ortega compró un Seat León a cambio de un Audi amarillo Q7 que vendió por 27.000 euros. El responsable de la venta declaró ante los policías que le llamó la atención que el joven decía "papá" al hombre con el que venía a pesar de que no coincidían sus apellidos. La ficha técnica del vehículo que dejaron nunca la entregaron, por lo que los agentes sospechan que se trataba de un vehículo robado. Una historia similiar ocurrió con otra testigo que declaró que ella era la titular de un BMW color burdeos que pretendía vender.
Un amigo le dijo que se lo diera a un tal Mladen T. que tenía una tienda de compraventa en Roquetas (Almería). Ella habló varias veces con él y llegaron a un acuerdo por el que le vendía el coche por 40.000 euros. Él le dijo que les daría el dinero completo cuando regresara de una boda en Bulgaria. Nunca más volvieron a cogerle el teléfono. La Policía sospecha que Ortega y su madre pudieron estar detrás de este fraude y preguntaron a la testigo si había oído hablar de sus nombres. Ella lo negó.
Según todas las comprobaciones que hicieron en la comisaria, Ortega tenía relación con hasta 12 denuncias distintas. Estafa en febrero de 2023 denunciada en la comisaría de Torrejón de Ardoz; en enero de 2023, en la comisaría de Parla; también en febrero en Getafe; en octubre de 2022 en Ciudad Real... Los agentes afirman que la información de las víctimas que denunciaron estaba en su ordenador.
"Entre los archivos hay una hoja de cálculo tipo Excel en los que figuran datos de carácter personal y bancario de personas físicas y que se corresponden con paquetes de información ilícita adquirida en la plataforma uSms", expone el informe.
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