Tras las elecciones de diciembre de 2015 se dio una situación inédita en democracia: El ganador de las elecciones, Mariano Rajoy, le comunicó al Rey que rechazaba el encargo para formar gobierno por falta de apoyos parlamentarios. Aquello fue toda una conmoción que generó dudas respecto de los siguientes pasos institucionales, con un Ejecutivo que alargó nada menos que ocho meses su situación de interinidad con repetición de elecciones de por medio.
Ahora el Rey Felipe VI podría enfrentarse a una situación como poco rocambolesca, esto es, que en su ronda de contactos fueran dos, y no uno, los candidatos con voluntad de ir al debate de investidura. El popular Alberto Núñez Feijóo quiere hacer valer su triunfo ante las urnas del 23-J, y aunque es cierto que la Constitución nada dice de que dicho encargo se haga al candidato más votado, así ha sido desde la instauración de la democracia. Porque tras el "no" de Rajoy, lo intentó Sánchez, y no antes ni al mismo tiempo, a pesar de sumar con Ciudadanos y con Podemos una mayoría alternativa que no fructificó.
Por su parte, Sánchez grabó ayer desde Ferraz una declaración difundida vía Twitter, en la que dejó meridianamente claro que tras la constitución del Parlamento el próximo día 17 trabajará "para logar una investidura que nos permita seguir avanzando cuatro años más", interpretando que las urnas han "puesto en evidencia que quienes proponen la derogación y el retroceso no son mayoría hoy".
Desde Zarzuela se niegan a adelantar acontecimientos
Sin duda, una situación endiablada para el jefe del Estado, quien en 9 años, desde su proclamación como Rey en 2014, se enfrenta a su décima ronda de consultas para la formación de Gobierno, tantas como su padre en 38 años de reinado. Desde Zarzuela se niegan a adelantar acontecimientos respecto a qué deberá hacer Felipe VI en caso de que Feijóo y Sánchez expresen su deseo de ir al debate de investidura.
Dicha ronda comenzaría por el representante del partido con menos votos de la Cámara, en orden de menor a mayor de las fuerzas políticas representadas en el Congreso, independientemente de que muchas de ellas estén agrupadas, por ejemplo, bajo el paraguas de Sumar o en el Grupo Mixto. Lo lógico es que dichos interlocutores expresen al Rey sus preferencias para la investidura, pero es de destacar que hace cuatro años ERC y Bildu no acudieron a Zarzuela, y nada apunta a que lo hagan esta vez, por lo que no pueden comunicar de primera mano sus preferencias.
En todo caso, la existencia de un único candidato a la investidura no daba lugar a confusiones. En la Casa Real aseguran no tener nada que decir por el momento y menos cuando ni siquiera se han constituido las Cortes y, por tanto, queda margen para el periodo de consultas. En definitiva, "las cosas cuando correspondan y ahora no corresponden", aducen desde Zarzuela a El Independiente.
Sánchez defendió en 2019 facilitar el gobierno del candidato más votado a falta de una mayoría alternativa
El artículo 99 de la Constitución señala que "después de cada renovación del Congreso de los Diputados, y en los demás supuestos constitucionales en que así proceda, el Rey, previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del Presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno". No se contempla ninguna otra situación excepcional, ni la protagonizada por Rajoy tras las elecciones de diciembre de 2015 ni la que puede darse ahora de dos líderes con ganas de ir a la investidura.
No deja de ser curioso que cuando España se vio abocada en la siguiente legislatura a ir por segunda vez a repetición electoral, el 10 de noviembre de 2019, Sánchez defendió la necesidad de articular un mecanismo por el cual, a falta de mayoría alternativas, fuera investido presidente del Gobierno el candidato más votado, en un mecanismo similar al usado para la designación de alcaldes. Y es que en su discurso de investidura tras los comicios de abril de ese año se comprometió, en sede parlamentaria, a modificar el artículo 99 de la Constitución para evitar bloqueos y repeticiones electorales.
"Resulta evidente que el artículo 99 de nuestra Constitución debe ser actualizado conforme a la nueva realidad parlamentaria. Los ciudadanos no deben sufrir nunca más la amenaza de una nueva repetición electoral", dijo entonces. Se trata, sin duda, de otro "cambio de opinión" de los muchos que se han sucedido desde 2018, cuando llegó a la presidencia del Gobierno tras sacar adelante la moción de censura contra Mariano Rajoy.
La ronda de consultas arranca tras la constitución de las Cámaras y de los Grupos Parlamentarios
La constitución de las Cámaras el próximo día 17 ofrecerá suficientes pistas respecto a por dónde puede ir el reparto de fuerzas en cada uno de los bloques y definir así quién tiene opciones reales de ser investido, aunque todo queda en manos de un partido, Junts, dirigido por un prófugo de la justicia, Carles Puigdemont, que decidirá en función, solo y exclusivamente, de sus intereses en pugna por la hegemonía independentista con ERC.
Tras la conformación de las Cámara, cinco días después deben constituirse los Grupos Parlamentarios. Es a partir de ese momento cuando Zarzuela y la presidencia del Congreso acuerdan el arranque de la ronda de consultas para encargar la formación de gobierno.
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hace 1 año
Ya que el sr. sánchez deseaba modificar el artículo 99 de la Constitución «conforme a la realidad parlamentaria» que vaya avanzando y lo aplique ahora que tiene ocasión. ¡Ah…! que ha cambiado de opinión. Mecachis. Cuánto lo siento. En otro orden de cosas el Rey podría exigir el juramento o la promesa de los partidos políticos como requisito para formar gobierno o -establecer alianzas con el que se vaya a formar- el de «actuar con lealtad al Rey, guardar y hacer guardar la Constitución» como se exige a los miembros del poder ejecutivo, legislativo y judicial. Si BILDU, ERC y JUNTs o cualquier otro grupo representado en el Congreso no acuden a la llamada a consultas con el Rey y, por tanto, impiden que éste conozca sus programas e intenciones para la nueva legislatura, no deberían contar como socios de ningún gobierno ya que ponen en entredicho su autoridad y su función y ponen por encima del interés general de España el de sus intereses partidistas. No creo que sea una exigencia onerosa cuando el propio Rey debe jurar que «desempeñará fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las Comunidades Autónomas.» Reciprocidad.