Cree que es algo coyuntural, propio del desgaste de gobernar, más aún en periodos como una pandemia o el conflicto en Ucrania. Incluso insiste en que Iñigo Urkullu sería el candidato para optar a un cuarto mandato en las elecciones autonómicas de dentro de un año. Iñaki Anasagasti (Cumaná, Venezuela, 1947) conoce bien el PNV. En particular el de finales de los 80 y los 90. Fue su portavoz en el Congreso durante 18 años y participó en negociaciones de investidura como la que permitió a José María Aznar ser presidente en 1996. Asegura que ahora, que el PNV ni siquiera acceda a dialogar con Feijóo es el resultado de cierta prepotencia por parte del PP, además de “ausencia de cocina y discreción”. Recuerda que la del PP ha sido una campaña dura hacia el PNV y ahora abrirse a hablar con los populares sería “tóxico para nosotros”.
Anasagasti es probablemente la única voz crítica de relevancia en el seno del partido. EL PNV perdió 103.000 votos las pasadas elecciones y 86.000 el 28-M, perdiendo el gobierno en instituciones importantes. El exportavoz del PNV lleva días cuestionando el funcionamiento del partido. Lo hace a través de su blog en Deia, donde no ha dudado en asegurar que el PNV se ha convertido en “un partido de cuadros” y “sin debates ni discusión alguna” en el que “nadie osa a levantar la palabra, ni pone objeción a nada”. Incluso critica que la dirección del partido lo quiera controlar todo, incluso a costa de la autonomía de las organizaciones municipales para designar candidatos. De los 88 municipios de Gipuzkoa Bildu controla 44 y el PNV sólo 18, “¿nadie es responsable de semejante desaguisado?”, se pregunta.
Sabe bien lo que es ser un parlamentario del PNV. Lo fue 18 años en el Congreso y 9 en el Senado. Por eso le sorprende el silencio de los parlamentarios del PNV en la Cámara Vasca, desconocidos y cuya actividad no trasciende, “¿dónde están?”, se pregunta en su blog. Lamenta que se hayan convertido en poco más que unos “aprietabotones” convertidos en empleados de lujo” a cargo del partido. Afirma que deberían ser los encargados de “agitar aguas y ser identificables ante la sociedad”: “Me preocupa ese desaprovechamiento parlamentario, deberían ser los dinamizadores de muchas cosas”.
Anasagasti asegura a El Independiente que está convencido de que llegará el día en el que en Euskadi el PSE y Bildu lleguen a un acuerdo para gobernar el País Vasco. Lo ve como el resultado de “la normalidad”. Sin embargo, señala que antes la sociedad vasca verá cómo se alcanza un acuerdo “PNV-Bildu, aunque aún no se dan las condiciones”.
Pregunta.- Usted fue uno de los negociadores con el primer Gobierno de Aznar, en 1996. ¿Cómo lo recuerda?
Respuesta.- No es comparable a la situación actual porque existía ETA y Felipe González no quería sumar partidos siendo el segundo. Aznar no tenía experiencia de Gobierno y Pujol no quería tener ministros en Madrid. Primero acordaron con Coalición Canaria, que tenía cuatro, luego con CIU, que tenía 16, y terminaron con nosotros. Sólo fue el voto a la investidura. Los sindicatos UGT y CC.OO. le dijeron a Aznar que si transfería el INEM y el régimen económico de la Seguridad Social se iba a desayunar con una huelga general pues eso rompía la caja única.
P.- Rechazar siquiera hablar con Feijóo –Ortuzar no accedió a reunirse-, ¿es un error?
R.- Feijoo no debía haber hecho público que iba a hacer esa llamada poco menos que como el rey del mambo. No ha habido cocina. Negociamos con Aznar discretamente el 96 y fue Rato con quien me entrevisté por si podíamos iniciar una negociación. Aquí ha sido al revés y después de una campaña donde el PP nos ha descalificado duramente. Por eso Ortuzar quería descartar cualquier especulación sobre algo que para nosotros era tóxico, pues no era Feijóo sino un ‘PP canguro’ que lleva a Abascal en la mochila, y eso para nosotros es un océano.
P.- El PNV se entendió con Aznar y con Rajoy pero parece que con Feijóo no será posible. ¿La sombra de Vox cree que justifica ese distanciamiento total o se pueden buscar otras vías?
R.- Mientras sean pareja de hecho lo veo imposible. ¡Si Vox incluso quiere acabar con el estado autonómico! No somos ni masoquistas ni suicidas.
P.- En menos de un año Euskadi tendrá elecciones autonómicas. ¿Se atreve a hacer un pronóstico y una recomendación de la apuesta que debería hacer el PNV? ¿Debe Urkullu ser el candidato o es hora de cambiar?
R.- Si de mí dependiera no tengo duda de que Urkullu debería ser el candidato para encabezar el gobierno. Tiene una acreditada experiencia, da seguridad, no es sectario y es la garantía de evitar enfrentamientos innecesarios.
P.- Usted conoce muy bien el PNV y a su militancia. En las municipales perdió 86.000 votos y en las generales 103.000. ¿Qué le está pasando al partido?
R.- Es una suma de cuestiones. Gobernar en pandemia, a pesar de haberse hecho bien, aguantar las consecuencias de la guerra de Ucrania, una conflictividad laboral terrible, unos partidos de oposición muy pugnaces, una información muy sesgada y unas alternativas que lo critican todo, afectan. Lo hacen desde el planteamiento inmaculado de no tener el desgaste de la responsabilidad. Todo eso unido a campañas electorales de ámbito estatal que venden como voto útil lo que son ellos en España. Esta pérdida que creemos que es coyuntural.
P.- ¿El PNV se ha equivocado descuidando a los de casa para atraer a los de fuera? Gran parte de su votante simplemente no ha acudido a votar…
R.- Nuestro mensaje y lema ha sido el de siempre: ser los representantes de la defensa de lo vasco y el Estatuto en Las Cortes. No hemos sido el partido refugio de las gentes del PP que tenían su candidato con aire ganador y tampoco de un PSOE que ha vendido ser el voto útil para parar a la extrema derecha.
P.- Usted ocupó puesto de responsabilidad desde finales de los 80 y hasta los años 2000. ¿Reconoce este PNV con el que usted vivió en aquellos años?
R.- Más que cambio en el Partido veo el inmenso cambio en una sociedad que respira libre porque ya no existe ETA, algo que nos condicionaba totalmente.
P.- ¿El PNV es un partido básica e históricamente de derechas que quiere aparecer como de izquierdas?
R.- Le pueden colgar del palo mayor si nos describe como partido de derechas. Los hay pero nos definimos más como un partido de centro que mira a la izquierda, un partido de inspiración socialcristiana, nacionalista y pionero en muchos avances sociales como la RGI.
P.- ¿La ideología del PNV actual cree se ha podido ‘contaminar’ tras cuatro años en el grupo de investidura, con formaciones eminentemente de izquierda? ¿Se han apoyado leyes y normas que han distanciado a los votantes jeltzales?
R.- El problema no es ese, sino el ruido que han emitido las ministras de Podemos que lo presentaban todo en clave de blanco o negro, pero por ejemplo con la ley de Vivienda votamos no. El problema es explicarlo y que llegue al ciudadano. En política no es lo que eres sino lo que parece que eres.
P.- ¿Qué es lo que más echa de menos en el partido?
R.- Más debate.
P.- ¿Cómo se actualiza al tablero político actual un partido centenario?
R.- Cada cuatro años hay una Asamblea General donde se revisa todo. Como un chequeo médico.
P.- La amenaza de ‘sorpasso’ de Bildu, ¿es real? ¿El riesgo de un lehendakari de la izquierda abertzale sólo lo frena la posible resistencia a un acuerdo del PSE con Bildu?
R.- No es solo eso. No están dadas las condiciones todavía para un acuerdo PSE-Bildu, pero llegará ese día y será algo propio de la normalidad. Le pedíamos a ETA que dejara de matar y que todo sería posible. Se logró. Pero antes que eso veo un acuerdo PNV-Bildu, pero ya digo que no están dadas las condiciones.
P.- ¿Por qué el PNV ya no ilusiona a tantos miles de sus votantes de toda la vida? ¿Cuál diría que es la razón de ese distanciamiento?
R.- A mí me sigue ilusionando y usted verá que en unas elecciones vascas el año que viene se recuperará el espacio perdido. Si llevamos a cabo lo que dice Ortuzar de un análisis hecho con humildad, como en 1987, recuperaremos lo perdido. No le quepa duda.
P.- Y a los jóvenes, ¿por qué no logra atraer a las nuevas generaciones?
R.- Los jóvenes no votan por agradecimiento sino por la ilusión que puedas suscitarse y por conseguir lo que desean. Y somos pioneros en muchísimas cosas. El problema es acceder a ellos. Ese es el reto.
P.- ¿Los liderazgos del partido habría que limitarlos y renovarlos con mayor frecuencia? Joseba Egibar lleva 32 años como presidente del GBB, Ortuzar una década al frente del partido, Aitor Esteban 11 años como portavoz en el Congreso, Urkullu agota su tercer mandato…
R.- Yo no puedo opinar mucho de longevidad en los cargos pues fui 18 años portavoz del PNV en el Congreso. En eso coincido con Arzalluz. No es lo mismo el legislativo que el ejecutivo, que manejas presupuestos.
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