El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha visto cómo los agentes de Policía que trabajan como su escolta personal han aumenqtado en los últimos meses. Fuentes conocedoras de esta situación señalan a El Independiente que el número de efectivos ha crecido en torno a una decena este 2023. Este incremento se produjo semanas antes de las elecciones generales del 23 de julio y de su visita vacacional a Marruecos.

El equipo que trabaja por la seguridad del presidente estaba compuesto por entre 50 y 60 policías, el Cuerpo que se encarga de escoltar a quienes cuentan con esta vigilancia. Desde hace semanas, Sánchez cuenta con diez personas más que cuidan de su integridad. El Ministerio del Interior es el departamento que decide, según parámetros de riesgo, a quién le corresponde tener agentes que velen por su seguridad. En los tiempos en los que atentaba ETA, además de políticos y altos representantes del Estado, también contaban con escoltas empresarios y periodistas, por ejemplo.

Cada vez que Sánchez se desplaza, ya sea a cumplir con las responsabilidades de su cargo o a algún acto del partido, se movilizan un mínimo de seis agentes, aunque el operativo puede alcanzar la decena. Estos policías se encargan de visitar el terreno previamente para controlar posibles agujeros en la seguridad y, una vez con el presidente ya allí, evitar cualquier tipo de amenaza.

Campaña electoral y Marruecos

El líder del PSOE ha tenido que enfrentarse a situaciones desagradables cada vez que ha tenido una cita con su partido. Desde abucheos a insultos, pasando por la coletilla de "que te vote Txapote". Incluso el día de los comicios generales lo sufrió a las puertas de su colegio electoral, por lo que no es de extrañar que ante un aumento de presencia en la calle por motivo de la campaña electoral aumente la seguridad.

A comienzos de esta semana, el líder del Ejecutivo cambió sus planes vacacionales. En un principio, tenía previsto acudir a la residencia de La Mareta, en Lanzarote, como viene siendo costumbre en los últimos años. Sin embargo, un día antes los responsables de su seguridad fueron informados de que antes pasaría unos días en Marruecos, en concreto en Marrakech. El dispositivo de escoltas tuvo así que ponerse en marcha y modificar los preparativos de un día para otro.

En esta ocasión, un mínimo de ocho agentes se han desplazado a la ciudad marroquí, informan otras fuentes consultadas. "El dispositivo se refuerza con la Policía de allí", apuntan, por lo que Marruecos también ha tenido que movilizar a varios de sus efectivos. Además, a Sánchez le acompaña un médico, como suele ser habitual. Estos trabajos de seguridad se guardan bajo máximo secreto por razones obvias, y son coordinados por inspectores de Policía.

Convenio de los escoltas

Los escoltas de la Policía pertenecen a la Unidad Central de Protección. Estos agentes se rigen por un convenio de 2002 que regula sus dietas. Reciben para el almuerzo 14,10 euros, lo mismo que para cenar. Para pasar la noche fuera cuentan con 48,98 euros. Sin embargo, la cuantía de quienes se encargan de la seguridad del presidente pasan por el régimen de "resarcimiento de gastos", que no tienen una cantidad máxima estipulada. Cobran según lo que gasten, aunque la norma no escrita se rige por un desembolso moderado. De esta partida se encarga Presidencia del Gobierno, no la Dirección General de la Policía.

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) lleva años reclamando la actualización del convenio de estos agentes. Consideran que las cuantías están totalmente desfasadas, ya que el coste de la vida ha aumentado considerablemente en los últimos 21 años, que es cuando se firmó el acuerdo.

Este periódico ha preguntado a la Dirección General de la Policía(DGP) por las fechas en las que se incrementó el dispositivo de seguridad del presidente del Gobierno y los motivos del mismo, quien se ha señalado a Presidencia como la instancia competente en esta materia. "Quizás ha habido un movimiento de equipos, no lo sabemos, pero es competencia de ellos", señalan fuentes policiales.

Las vacaciones de Sánchez

El pasado martes, Moncloa comunicó el cambio de planes en las vacaciones de Pedro Sánchez a través de la agencia Efe. Señalaban que pasaría unos días con su mujer, Begoña Gómez, y sus hijas en el país vecino. Primero en Marrakech y después en Tánger. También visitará las ciudades de Chefchaouen y Tetuán.

El presidente viajó en "un avión de línea comercial" hasta el aeropuerto de la ciudad que ha constituido su primera parada. Por las horas del anuncio, lo más seguro es que volase en un avión de la compañía Iberia que salió desde Barajas a las 16:45 del día 1 de agosto y que tomó tierra a las 17:51, seis minutos más tarde de lo previsto. Se trató de un Airbus A320 de la aerolínea.

Se trata de un viaje "estrictamente privado", según las fuentes de Moncloa, que subrayan que ha sido "costeado íntegramente con recursos propios" por el presidente del Gobierno y en el que no se contempla ninguna agenda institucional.

El PP ha aprovechado la ocasión para criticar a Sánchez. el vicesecretario de Organización del Partido Popular, Miguel Tellado, calificó de "esperpéntico" el viaje. "Se ha ido del país desatendiendo sus obligaciones como presidente en funciones", dijo, a lo que añadió que es "una clara provocación que responde a la soberbia del personaje".

La relación con Marruecos

La relación de España con Marruecos durante la legislatura ha sido una de las mayores piedras en el zapato para el Gobierno. Desde la acogida de Brahim Ghali, líder del Frente Polisario y enemigo número uno del reino alauita, en un hospital de Logroño, la comunicación se rompió entre Madrid y Rabat.

Mohamed VI ordenó a su embajadora en la capital española, Karima Benyaich, que abandonase su residencia, y Marruecos provocó la mayor crisis migratoria de la democracia al dejar pasar a 10.000 personas en Ceuta, cientos de ellos menores que cruzaron la frontera engañados. Aquellos días de 2021, además, la sombra del espionaje al presidente Sánchez, así como a varios de sus ministros, con el software israelí Pegasus, se alargaba hasta el país vecino.

Aunque no hay pruebas de que Rabat fuese el artífice del robo de datos de los móviles de los integrantes del Ejecutivo, un informe de Bruselas señaló que lo más probable es que así fuese. La Audiencia Nacional intentó clarificar el asunto, pero el juez José Luis Calama terminó archivando la causa ante la falta de colaboración de Israel, flamante socio marroquí en los últimos años.

La amistad volvió a su cauce con el giro en relación al Sáhara Occidental de Pedro Sánchez. El presidente reconoció como el más viable el plan de Marruecos de control sobre la antigua colonia española, una postura rechazada históricamente por los distintos gobiernos.