Era obvio desde el minuto uno, pero este miércoles se solemnizó: el PSOE no investirá como presidente del Gobierno a Alberto Núñez Feijóo. Porque representa un proyecto alternativo y porque entiende que el PP no es congruente con su "única propuesta" en las elecciones del 23 de julio: "Ha pasado de querer derogar el sanchismo a rogar al sanchismo". Y lo hace, cree, con el único propósito de "salvar su pellejo", porque intuye que hay ruido de sables dentro del PP para relevar a su líder en caso de que este no conquiste la Moncloa.

Las palabras son de la portavoz de la dirección socialista, Pilar Alegría. Y es que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, reunió en Ferraz a la ejecutiva federal del PSOE después del encuentro con Feijóo en el Congreso. El objetivo que perseguía era visibilizar que su decisión es compartida por su partido, que no es una opción personal, sino que los órganos del PSOE están con él y que por tanto no caben "llamadas al transfuguismo" por parte de los populares, una apelación que ha molestado profundamente a los socialistas y razón por la que Sánchez demandó al dirigente gallego "máximo respeto" para su formación.

¿Nos ofrece un pacto con Vox para derogar el sanchismo? Feijóo no trabaja pensando en su país, en la estabilidad de su país, sino en cómo salvar su pellejo"

PILAR ALEGRÍA, PORTAVOZ DEL PSOE Y MINISTRA DE EDUCACIÓN Y FP EN FUNCIONES

Fue Alegría la que compareció tras la reunión de la cúpula, y no Sánchez. Y la que trasladó el contenido de la misma. "Porque nos tomamos muy en serio el proceso de investidura, hemos convocado a la ejecutiva federal porque este partido es serio, y las propuestas y decisiones las adoptamos en los órganos. La comisión ejecutiva federal ha adoptado una decisión y es que el Partido Socialista no va a apoyar la investidura del señor Feijóo. Le han faltado aptitudes de persuasión", ironizó durante la rueda de prensa. El líder del PP ofreció seis acuerdos de Estado y dos años en el Ejecutivo para luego convocar elecciones, una propuesta que para el PSOE no reviste ningún tipo de seriedad. "¿Nos ofrece un pacto con Vox para derogar el sanchismo? Feijóo no trabaja pensando en su país, en la estabilidad de su país, sino en cómo salvar su pellejo", en su supervivencia política porque tiene "una mayoría en contra de su investidura" y unos dirigentes en su partido —se refería a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso— que ya le mueven la silla.

Los socialistas creen que Feijóo cae en una enorme incongruencia al reclamar al PSOE su apoyo, porque su propuesta y la de Vox era una el 23-J, "derogar el sanchismo", y los ciudadanos "la rechazaron" con sus votos en las urnas. Ahora, por tanto, "ha pasado de querer derogar el sanchismo a rogar al sanchismo". Un viraje que, deslizó la ministra, quizá no ha sentado bien a sus socios de Vox: "No sé si habrá recibido [Feijóo] la llamada de [Santiago] Abascal". Con esa apostilla, Ferraz estaba apuntando a la posibilidad de que el jefe del PP salga más escaldado aún de la sesión de investidura del 26 y 27 de septiembre: que entre a ella con 172 apoyos (los de PP, Vox, UPN y CC) y salga con muchos menos, sin los 33 de la ultraderecha por su intento de acercamiento a los socialistas.

"Todo se ciñe a que él sea investido"

Alegría sostuvo que, para que el PP pueda plantear seis acuerdos de Estado, hay que tener antes una "acreditada credibilidad" que, a juicio del PSOE, no tiene Génova: "Debes cumplir el acuerdo más básico, el más sagrado: cumplir la Constitución". Por eso mismo Sánchez propuso a Feijóo acometer la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) antes del 31 de diciembre, sea quien sea elegido presidente, pero el líder del PP se negó. "Todo se ciñe a que él sea investido", resumen fuentes de la cúpula socialista, que no obstante confían en que cuando se consume la reelección de Sánchez los populares entren en razón. Pero, por lo pronto, el órgano de gobierno de los jueces sigue empantanado tras 1.727 días de bloqueo, de "parálisis", algo que jamás ocurrió, recordó, cuando es el PSOE el que está en la oposición.

Alegría desliza que tal vez con su intento de acercamiento al PSOE Feijóo pierde los apoyos de Vox: "No sé si habrá recibido la llamada de Abascal"

Para Ferraz, en consecuencia, es poco creíble que Feijóo hable de regeneración institucional cuando se niega al relevo del Poder Judicial, y cuando además ha demostrado "opacidad" con los "sobresueldos" que cobra de su partido y ha mantenido "relaciones turbias" con el narcotraficante Marcial Dorado. Pero entiende que tampoco tiene sentido que hable de pacto del agua, cuando los planes hidrológicos, acordados con las comunidades autónomas, se aprobaron en enero, o que plantee un acuerdo por el Estado del bienestar, cuando el Gobierno lleva cinco años revirtiendo los "recortes" aprobados por el PP en su etapa en la Moncloa.

Lo que sigue sin despejarse es cómo será la pantalla siguiente, a raíz de que Feijóo sea rechazado por la Cámara: "Cuando falle, que fallará, nosotros trabajaremos, plantearemos y conseguiremos una investidura que dé estabilidad a nuestro país y que permita desplegar nuevos derechos y conquistas sociales".

El punto mollar de las conversaciones con Junts y ERC será la articulación de una ley de amnistía que borre los delitos ligados al procés. Alegría fue preguntada por el expresident Carles Puigdemont, por si el PSOE mantiene que debe regresar a España para ser juzgado, por si cabe una ley como la que reclaman los independentistas.

La portavoz fue deliberadamente difusa y ambigua: "El 23 de julio los ciudadanos hablaron y hoy nos encontramos con un Congreso que representa lo que los ciudadanos eligieron: una España plural, real y diversa. A partir de ahí, máximo respeto a todas las fuerzas políticas. Vamos a trabajar con todas salvo con Vox. Nuestras conversaciones serán prudentes y discretas", porque además ahora es el momento de la investidura de Feijóo.

La portavoz no da más detalles de la amnistía: el PSOE será "coherente" con su política en Cataluña, con dos objetivos, "reencuentro y convivencia"

Alegría solo reiteró que los socialistas serán "coherentes" con la política con Cataluña de estos últimos cinco años, con "dos objetivos: reencuentro y convivencia", porque esas decisiones han sido "avaladas por la sociedad catalana" tanto en las municipales del 28 de mayo como en las generales del 23 de julio. El instrumento, repitió, será el "diálogo" y el marco "es y será siempre la Constitución". El PSOE ya no dice, por tanto, que la amnistía no cabe en la Carta Magna. Solo promete que aquello que impulse, si cuaja el acuerdo con Junts y ERC, estará dentro del marco constitucional.

El PSOE, pues, aprovechará este mes para seguir "hablando" con sus socios e ir forjando así la investidura de Sánchez. Entretanto, esperará a que Feijóo consume su tercer "fracaso" tras el 23-J y la derrota de la Mesa del Congreso del pasado 17 de agosto. Porque ahora tiene 172 apoyos, insistió, y no sumará más cuando acabe este mes.