La declaración pública de Carles Puigdemont desde Bruselas, trasladando las condiciones para que Junts per Catalunya apoye una investidura nacional, ha permitido cerrar de bruces el que podría convertirse en el principal punto de disputa entre PP y Vox en las próximas semanas en esta "nueva etapa de colaboración". Después de dos semanas de silencio y tras las el aperturismo de la primera línea de Génova a "dialogar" dentro del marco constitucional con el independentismo catalán, Santiago Abascal marcaba posición y consideraba "interlocutor no válido" a los exconvergentes, en la línea de algunos cuadros del PP catalán y su presidente Alejandro Fernández. Feijóo, antes de su encuentro este martes en el Congreso de los Diputados y en una entrevista en COPE, seguía defendiendo esa la vía del diálogo. Pero tras el posicionamiento oficial de Puigdemont, cualquier posibilidad de puentes está roto. Eso permite sofocar externamente con Vox, pero también internamente, la situación con los suyos en Cataluña
Ante la demanda de una amnistía, un nuevo referéndum consensuado con el Estado y la declaración del anterior, del 1 de octubre de 2017, como "legal", y de mantenerse, Feijóo pedía a Junts "ahorrarse" un posible encuentro parlamentario entre grupos [el PP estará dispuesto a reunirse, eso sí, si hay un cambio de posición]. Y con ello, junto a la vía del PNV intransitable, al PP solo le queda en claro insistir a Pedro Sánchez para alcanzar un "pacto de Estado". Una propuesta que el líder socialista y presidente del Gobierno en funciones ya rechazó la semana pasada.
Para ese cometido, Feijóo se ha garantizado completa libertad en lo que respecta a Vox para desgastar esa vía. Abascal le asegura el mantenimiento de los 33 diputados de su grupo de manera incondicional. Se descarta así, tal y como preveía el PP, que fuesen a levantarse nuevos roces con Abascal tras el ofrecimiento a Sánchez. Fuentes de Vox así lo confirman.
Primero, porque la propuesta de seis pactos de Estado a ejecutar en una legislatura media de dos años es la misma para todos los grupos. Segundo, porque Vox ve afinidad en esos pactos respecto a sus propuestas, caso de la regeneración democrática e institucional, o el pacto por el Agua. Y, tercero, porque, dado que "la palanca electoral" la tiene Puigdemont, que es "quien decide entre una investidura" o la repetición de comicios, la posición de Vox se dirime entre lo malo y "lo menos malo"; esa posibilidad de sustento en el PSOE de no haber alternativas.
La posición de máximos de Puigdemont desencalla una situación tensa del PP con sus cuadros catalanes y ante la posibilidad de roces con Vox"
"La alternativa es el bochorno de ver a los partidos independentistas subastar la nación", dijo el propio Abascal en la rueda de prensa posterior a su encuentro con Feijóo. En ella, él mismo expresó que Vox no será "un obstáculo" si la investidura pasa por el apoyo del PSOE. Fuentes de Vox incidían en esta idea de manera posterior: "nosotros preferimos una campaña electoral, pero eso es lo menos malo".
Entre esa disposición a apoyar una opción que deje fuera en este caso excepcional a los independentistas, podría valorarse incluso una gran coalición. Aunque, no obstante, y frente a la disposición, las mismas fuentes dudan de que pueda haber capacidad de acuerdo tan siquiera para el trámite de la investidura. "Nunca lo ha habido, de hecho", apuntan resaltando los pactos históricos con CiU o el PNV.
El PP, sorprendido por las exigencias de Junts
Uno de los principales marcos que el dirigente popular ha querido instalar entre la opinión pública ha sido el de que ni si quiera Sánchez está dispuesto a aceptar las condiciones de Junts. Ello a conciencia de la disposición del PSOE a avanzar en las negociaciones con el partido catalán a conciencia, aunque, eso sí, adaptando cualquier cesión a los de Puigdemont dentro de la legalidad.
Así lo afirman de hecho fuentes socialistas. Instalando esa idea, los populares persiguen un desgaste mayor vía propuesta de investidura, que seguirá vigente en las próximas semanas. Y con ella se procederá a una estrategia de desgaste sistemático con la sesión de investidura como culmen con todos los focos puestos en Feijóo.
Pese a que demandas de Junts para la investidura como la amnistía, la declaración de referéndum legal y la celebración de una nueva votación con garantías era vox pópuli, fuentes populares afirman que al presidente del PP le ha "sorprendido" el anuncio de Puigdemont. Una parte de la reunión con Abascal fue utilizada para ver las declaraciones y fijar posición posterior.
Vox equipara la investidura con su moción
Abascal ha dejado pistas sobre cómo ve Vox las posibilidades de la investidura: con poca confianza de que prospere. "No somos incautos, sabemos de las dificultades para conseguir apoyos. Pero al menos servirá para trasladar a los españoles la amenaza que se cierne, como hicimos en la moción de censura" de marzo. En ella se abstuvo el PP, aún sin Feijóo al frente en el Congreso.
Precisamente, y en contraste con la moción encabezada por Ramón Tamames, el voto será unánime en la investidura ante esa intencionalidad de retratar a Sánchez, dicen desde Vox, y a sus socios. Preguntadas por si se confía en el mantenimiento, a la larga, de este consenso y suavización de las relaciones entre Génova y Bambú, hay posturas enfrentadas. Desde Vox se manifiesta que por parte del partido "no va a ser", pero sí se plantean dudas sobre el PP: "puede cambiar". Por su parte, los populares niegan posicionarse sobre ello y delimitan las cuestiones importantes a ese proceso de investidura al que se concurre unido junto a Vox, UPN y Coalición Canaria.
Vox no descarta que el apoyo sin condiciones al PP para la investidura y el beneplácito a que Feijóo siga insistiendo en la vía del PSOE pueda pasarles factura electoral en un momento complicado para la formación, donde el peso territorial no se ha visto compensado en las últimas generales. Pese a ello, cree que el resto de sus votantes comprenderán que se trata de "un momento excepcional". Tras la reunión con Abascal, este miércoles Feijóo se reunirá en Santa Cruz de Tenerife con Fernando Clavijo, líder de CC, y el presidente del PP canario Manuel Rodríguez. No asistirá ni él ni Abascal a la investidura de Fernando López Miras en Murcia.
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hace 1 año
Felipe González es el autor intelectual de ‘Vox’, como el Foreign Office lo fue de la guerra civil de 1931-39, con el evidente objetivo de arrasar España y no dar facilidades a Alemania, como luego hicieron los B-24 ‘Liberator’ con el 80 % de Europa.
A las tripulaciones de esos bombarderos les daban ‘nutella’ para desayunar.
Vade retro!