A poco menos de tres semanas de la sesión de investidura en la que explicará su programa de gobierno, aun a sabiendas de que no conseguirá los cuatro votos que necesita para que la misma prospere, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha reunido a su Junta Directiva Nacional popular para inaugurar el curso político. "Somos un partido de Estado, constitucionalista y en el que los españoles pueden confiar", ha arrancado el ganador de las elecciones el 23-J y, en calidad de tal, "nos corresponde liderar la sesión de investidura".
En este sentido, ha dicho estar convencido de que "ya se ha iniciado el camino que nos llevará gobernar España ahora o pronto", idea en la que ha insistido varias veces. Y no será, ha agregado, "mediante subastas o engaños, ni acatando lo que imponga la mayoría, sino a través de la defensa de los derechos, de los principios, con el compromiso con los votantes y con las prioridades reales de los ciudadanos". "Si tras ganar las elecciones entendíamos como natural este proceso de investidura ahora es más necesario para que no se silencie lo que la gran mayoría quiere para este país".
Y hasta que ese momento llegue ha propuesto a los suyos "usar todos los instrumentos democráticos puestos a nuestro alcance", esto es, el grupo parlamentario del Congreso, la mayoría del Senado, los gobiernos autonómicos, municipales y de diputaciones y también, si hace falta, la vía judicial "para que sepan que los españoles no vamos a consentir los despropósitos de las próximas semanas". "La responsabilidad de responder es colectiva y la deberán asumir todas las organizaciones democráticas. Nadie va a poder esconder su opinión. Llevaremos a cada una de las cortes una iniciativa en favor de la igualdad y espero que la mayoría no defienda los privilegios de los independentistas. No es compatible".
Ha arremetido contra el intento de "controlar" al TC por un escaño "que hemos ganado en las urnas"
Al hilo de esta afirmación, ha dicho preferir "un 'no' por defender esto a un sí por un gobierno de desigualdad. Prefiero que podamos mirar a los ojos a la gente desde la oposición a que tengamos que bajar la cabeza simplemente para entrar en la Moncloa,. Os puedo asegurar que así no", en referencia a las nulas posibilidades para que prospere su investidura. Dice Feijóo que "los españoles no nos votaron para dar satisfacción a una élite política, ni a nosotros ni al PSOE. No han pedido consentimiento para quebrar los valores democráticos, romper con la igualdad ante la ley ni para demoler el estado de Derecho". También ha arremetido contra el intento de "controlar" al TC por un escaño "que hemos ganado en las urnas"; contra la cesión de diputados para que ERC y Junts puedan tener grupo parlamentario propio en el Congreso y contra la escena de "ver a un vicepresidencia del gobierno reunirse con una persona buscada por la justicia española".
Las cesiones al independentismo suponen, ha dicho, "otorgar privilegios a favor de una élite política. Es un falacia decir que la elección del presidente depende de los independentistas desmarcándose de una solución nacional". Ha recordado en este punto cómo el PSOE apoyó la aplicación del artículo 155 de la Constitución para intervenir la Generalitat catalana "y ahora tendremos un presidente intervenido que dejará sin efecto al Estado de derecho".
Sánchez no ha renunciado sólo a sus principios y a su dignidad, sino también a la de los españoles"
El líder popular teme que Pedro Sánchez esté dispuesto a pagar el precio, de modo que el 6 por ciento de la población "imponga sus tesis" al resto del país. No sólo, ha proseguido, "ha renunciado a sus principios y a su dignidad, sino también a la de los españoles" en una deriva "que nos lleva al precipicio".
Marcado el debate político del país por la intención de Pedro Sánchez de abrirse a la amnistía de los imputados por el procés como consecuencia de las condiciones impuestas por Carles Puigdemont para prestarle sus siete votos en el Congreso, el PP quiere dar voz a los más de 8 millones de votantes que han ganado las elecciones, a los a 11 que apoyarán la investidura "y también a cementares de miles de votantes socialistas o de otros partidos arrinconados por recordar que lo que iba en el programa no es nada de lo que se está hablando ahora".
Ha sido una cita algo descafeinada por la ausencia de significativos barones populares como el andaluz Juan Manuel Moreno o el gallego Alfonso Rueda. Tampoco ha acudido la extremeña María Guardiola, ni el todavía líder del PP catalán, Alejandro Fernández, en el punto de mira de Génova, pendiente de celebrar congreso para abordar su relevo. La madrileña Isabel Díaz Ayuso se ha retrasado porque el Rey ha inaugurado con ella la ronda de contactos con los presidentes autonómicos. De hecho, la Junta iba a celebrarse el pasado lunes, pero la Dana aconsejó aplazarla.
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