El líder del PP y aspirante a la presidencia del Gobierno en una sesión de investidura sin los apoyos suficientes para salir adelante, consiguió ayer el respaldo de sus barones territoriales para iniciar una ofensiva en contra de la amnistía que sobrevuela las negociaciones entre Moncloa y el huido de la justicia Carles Puigdemont. La estrategia de Génova pasa por implicar a todos los niveles de poder institucional del PP, que son muchos, desde el gobierno de diversas diputaciones provinciales, ayuntamientos, Comunidades Autónomas, además de Congreso y Senado.
Pero antes de hacer este anuncio en la Junta Directiva Popular, antes de encender los micrófonos en una intervención abierta a la prensa, aprovechó para justificar, a puerta cerrada, ante sus barones territoriales, alcaldes de las principales ciudades y parlamentarios, la decisión de incorporar al partido de Puigdemont, Junts, en la ronda de contactos con los partidos con representación parlamentaria previa al debate de investidura, finalmente desestimada. Arguyó, según ha podido saber El Independiente, haber "recibido el mandato" por parte del Rey para ir a dicha investidura y ello suponía "hablar con todos los grupos políticos, salvo Bildu". Defendió asimismo sentirse "legitimado" para acudir a pedir la confianza del Congreso y resaltó que Pedro Sánchez nunca ha sacado unos resultados como los que firmó él el pasado 23-J.
Almuerzo con los barones
Posteriormente, almorzó con los dirigentes territoriales del partido y presidentes autonómicos. Bien es cierto que faltaron algunos de peso como el andaluz Juan Manuel Moreno o el gallego Fernando Rueda, aunque la posición más débil era la del catalán Alejandro Fernández, quien celebraba este lunes en Cataluña la fiesta de la Diada y tampoco acudió a la sede nacional del partido.
Fue el único que se mostró en su momento públicamente crítico con la intención de incorporar a Junts en el primer diseño de las conversaciones del líder popular con los representantes de los distintos grupos parlamentarios, previo al debate de investidura. Se le afeó a Fernández más los modos que el fondo. Ahora son muchos los que respiran aliviados por un asunto que no tenían claro. "Tiene el encargo del Rey, ha roto con Junts y le buscan las vueltas a cada frase", dicen en el entorno de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.
Cierre de filas
El apoyo a Feijóo "ha sido completo", señala a El Independiente uno de los asistentes a ese almuerzo. Otro apostilla que "todo el mundo ha hablado de colaborar en lo que se pueda". La idea es redactar un solo texto de moción contra las cesiones a Puigdemont para someterlo a votación de todas las administraciones. Tampoco faltaron hace días los que torcieron el gesto cuando el gallego habló del "encaje" de Cataluña en España, asumiendo con ello la terminología del independentismo.
En este sentido, un destacado miembro de la dirección lamenta que, en su propio partido, "moverse un milímetro motiva que muchos se echen las manos a la cabeza", conocedor de que no sólo Fernández ha sido crítico con algunas manifestaciones de su jefe de filas. Y en cuanto a la voluntad inicial que hablar con Junts, aduce que los de Carles Puigdemont "nos hubieran dado información de primera mano y nosotros íbamos con nuestro guion. Hubiéramos explicado después que nosotros hablamos de gestión y de futuro de España y ellos de amnistía y de referéndum".
Reunión con el PNV y con Sumar
La ronda prosigue tras el descanso vacacional. Este martes tendrá lugar la reunión del secretario general del Grupo Popular, Carlos Rojas, con la portavoz parlamentaria de Sumar, Marta Lois, tras la negativa de la vicepresidenta primera, Yolanda Díaz, ha mantener un encuentro con Feijóo. Los populares le afearon a la líder del partido magenta que prefiriera reunirse en Bruselas con el prófugo Carles Puigdemont y, en cambio, se negara a hacerlo con quien más voto popular cosechó el pasado 23-J
Pero la de este martes no es más que una reunión de carácter protocolario entre dos partidos que poco o nada tienen que pactar. Es la del jueves, con el PNV, la de mayor carga política, incluso a pesar de la reiterada negativa de los nacionalistas vascos a secundar la investidura del líder del PP.
En este caso los interlocutores serán los respectivos portavoces parlamentarios de ambas formaciones, esto es, Cuca Gamarra por los populares, y Aitor Esteban por el PNV. Gamarra "expondrá los pactos de Estado que propone Feijóo como mejor garantía para preservar la estabilidad y el crecimiento de España", según fuentes el PP. Además, Génova está a la espera de respuesta por parte del portavoz del BNG, Néstor Rego, al que se han propuesto varias opciones para un encuentro con el mismo objetivo.
Te puede interesar
1 Comentarios
Normas ›Comentarios cerrados para este artículo.
Lo más visto
- 1 El experto que cree que los humanos podríamos vivir 20.000 años
- 2 Lo de Valencia no corre prisa: "Si quieren ayuda, que la pidan"
- 3 Y en el caos, a Sánchez lo persiguen nazis con escoba
- 4 España, Francia y Marruecos frente a la justicia europea en el Sáhara Occidental
- 5 Héroes anónimos contra gestores irresponsables
- 6 Un testigo de la agresión a Sánchez: "No había nada organizado"
- 7 Adónde van a parar los coches siniestrados por la DANA
- 8 Zonas inundables de España: "Pueden baja el valor de las casas"
- 9 Quincy Jones salió con Ivanka Trump en 2006
hace 1 año
Sra. de la Hoz,
Deduzco, quizás erróneamente, de su articulo que Feijoo es un tanto obtuso o el rey incumple su obligación constitucional de neutralidad política. Me explico.
Feijoo justifica hablar con Junts porque el rey le designo y ello conlleva la obligación de hablar con los partidos que estan en el parlamento en busca de la investidura. Como hace el propio rey en la ronda de consultas. Otra cuestión es los que quieren hablar con el.
Argumento aceptable aunque utilice al rey para justificar sus actos. lo que compromete a la corona.
Sin embargo, Feijoo se contradice en su propio argumento cuando sostiene que eso, valiendo para Junts no vale para Bildu. Esto es bastante obtuso o Feijoo cree que los dirigentes de su partido son bastante idiotas.
La otra interpretación seria que el rey le dijera que hablara con todos menos con Bildu, cuestión bastante improbable.