Es una vieja aspiración que no termina de alcanzarse. La extensión del uso del euskera en la sociedad está siendo lenta, pese a las inversiones millonarias en su promoción en las últimas décadas, pero más aún en el ámbito laboral. Ni siquiera la generalización de la escolarización en el modelo educativo en euskera -modelo D­- ha logrado que el uso de esta lengua se normalice en el tejido empresarial vasco. Desde 1990 tan sólo 530 empresas del País Vasco han puesto en marcha planes de uso y promoción de euskera en su actividad laboral. Representa un porcentaje mínimo si se tiene en cuenta que el último dato de empresas facilitado por el Instituto Vasco de Estadística, correspondiente a 2019, lo cifraba en algo más de 157.000.

El propio Gobierno vasco reconoce que se han dedicado “muchos recursos” y un gran esfuerzo para fomentar el uso del euskera como lengua de trabajo pero que aún “queda mucho por hacer”. Iniciativas como la concesión de certificados que reconocen a las empresas la promoción del euskera tampoco han logrado extenderse de modo significativo. Cada año la concesión de estos reconocimientos ‘Bikain’ oscilan entre la veintena y la treintena de empresas, con un balance desde su puesta en marcha en 2007 de alrededor de 400.

El lehendakari Iñigo Urkullu quiere aprovechar el último año de la actual legislatura para volver a dar un nuevo impulso a la promoción del euskera en la sociedad vasca, en particular en su uso. Pese a que el grado de conocimiento sí ha aumentado de modo importante, no lo ha hecho en la misma medida su uso en los distintos ámbitos sociales y económicos. Mañana, durante la apertura del Curso Político, el lehendakari situará en su discurso al euskera como uno de los ejes de su acción política para el final de la legislatura.  

Congreso internacional

La VII Encuesta Sociolingüística publicada en 2021 revelaba que en Euskadi existen hoy 261.000 personas más que en 1991 que hablan euskera. El Ejecutivo vasco se ha fijado como reto que el uso de la lengua penetre de modo más fluido e importante también en el ámbito laboral, que los titulados que salen de las universidades, en un número importante tras formarse en euskera, puedan y quieran trabajar en euskera.

Para ello, los próximos 18 y 19 de enero ha organizado un congreso internacional en el Palacio Euskalduna de Bilbao en el que invitará a empresarios y directivos a conocer experiencias de otros países en la gestión lingüística de lenguas locales, minoritarias o de su convivencia con lenguas mayoritarias. El congreso ‘Languages lanean. Retos de la gestión lingüística en la actividad económica” pretende difundir entre el empresariado vasco “buenas prácticas de las instituciones en la gestión avanzada de las lenguas en el ámbito socioeconómico e imaginar la gestión de las lenguas en el futuro”.

En 2020 el Ejecutivo vasco activó un plan para la promoción del euskera en el ámbito laboral y que incluía desde el apoyo a la formación académica en euskera hasta facilitar fórmulas para poder trabajar con este idioma como lengua principal. El objetivo fijado pasaba por incrementar el número de estudiantes que cursan estudios de Formación Profesional y universitarios en euskera. También por lograr que cada vez un mayor número de altos cargos de las empresas en el País Vasco empleen el euskera como lengua de relación laboral. En particular se ponía el foco en la necesidad de trabajar de modo específico el ámbito industrial, de gran peso en el tejido económico vasco. El fin último es que se amplíen los servicios y demanda de los mismos en esta lengua en cada vez más empresas y hacer así que el euskera comience a ser un elemento diferencial para las empresas.   

Flexibilizar criterios

En la organización de este congreso internacional –cuyo coste superará los 213.000 euros- participarán la mayor parte de los departamentos del Gobierno vasco. Se aprovechará el evento para promocionar y dar a conocer la labor llevada a cabo en las últimas décadas en la promoción del euskera “en Euskal Herria”, en particular en el ámbito laboral. El reto es extender en el tejido empresarial vasco una cada vez mayor conciencia de la necesidad de gestionar las lenguas, “en especial el euskera”.  

Al igual que en la demanda de perfiles lingüísticos y concesión de titulaciones, en los últimos años se ha ido flexibilizando el grado de exigencia en el conocimiento, adaptándolo a la realidad sociolingüística y a la función laboral que se lleva a cabo en la práctica. Así, el Gobierno vasco también ha activado una relajación en el grado de exigencia en el uso del euskera para reconocer y certificar a las empresas ‘euskaldunes’ con su certificado ‘Bikain’. Así, los procesos de evaluación para la obtención del certificado, tanto en su nivel superior, el ‘Bikain de oro’, como el intermedio ‘de plata’ o el básico se ha constatado que han sido demasiado rígidos e inflexibles y ello ha podido desmotivar a muchas empresas. Así, durante todo 2022 se concedieron apenas 28 certificaciones, 27 certificados en 2021, 17 un año antes y otros tantos en 2019.

Ahora, se ha modificado el procedimiento de evaluación para acreditar las empresas ‘euskaldunes’ en su actividad mediante la aplicación de un procedimiento más “flexible” y en el que se regulan objetivos, ideas y conceptos generales y comunes adaptados a la realidad de cada empresa demandante.