El juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge ha acordado este viernes una orden de alejamiento para que el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales no pueda acercarse a la jugadora Jennifer Hermoso a menos de 200 metros ni comunicarse con ella por ninguna vía. La Fiscalía había pedido también que compareciera cada 15 días en el juzgado, pero el magistrado ha rechazado tanto esta medida cautelar como la que pedía la defensa de embargarle los bienes. El exfutbolista ha estado cerca de una hora declarando y ha desmentido las coacciones y negado que el beso no fuera consentido, según fuentes presentes en el interrogatorio.

Entre una enorme expectación, Rubiales ha llegado alrededor de las 11:10 de la mañana, acompañado de su abogada Olga Tubau, una de las más prestigiosas penalistas de España. Por su parte, la jugadora ha escogido a la letrada Carla Vall, criminóloga y experta en violencia de género que ha explicado a la salida de la sede que Hermoso está "muy afectada", que el acto fue "humillante" y que de ninguna forma ella lo consitió. La acusación había solicitado como medida cautelar un embargo preventivo de los bienes de él, pero el juez De Jorge lo ha rechazado.

La teniente fiscal Marta Durántez había solicitado que se prohibiera al exidrectivo acercarse a la víctima en un radio menor a 500 metros, así como que compareciera cada 15 días en los juzgados. El magistrado ha rebajado la distancia a 200 metros y, además, ha denegado la petición de comparesencias quinquenales. El expresidente de la Federación no podrá comunicarse con Hermoso por ninguna vía, ni hacerlo con su familia para llegar a ella.

Niega los hechos

Rubiales ha querido estar prácticamente una hora antes de la cita y no se ha parado a atender a los medios ni antes ni después de declarar. Dentro de la Sala ha estado apróximadamente 45 minutos, explicándose y contestando a todas las partes. Por fuera, cerca de un centenar de periodistas han aguardado toda la mañana y decenas de cámaras de televisión de todo el mundo han presenciado la entrada del expresidente de la Federación. La zona se había reforzado con Policía Nacional y varias furgonetas antidisturbios se situaron en los aledaños, recogiendo una estampa en la Plaza de la Villa de París de Madrid que sólo es comparable con algunas vistas hace cinco años relacionadas con el 'procés'.

La investigación comenzó cuando la fiscal Durántez presentó una querella contra él por agresión sexual y coacciones. Él ha negado tanto una cosa como la otra. La letrada Vall ha trasladado que "la señora Hermoso se encuentra afectada tanto por los hechos, por el acto humillante que vivió en el estadio y que ha empañado también un hito deportivo, una victoria tan grande, y por lo tanto agradeceríamos el trato adecuado para sostener este proceso". No ha confirmado si ella declarará próximamente. "Podemos seguir sosteniendo que fue un beso no consentido, que es lo que se dijo desde un primer momento y, por lo tanto, gracias a ese vídeo todo el país ha podido observar que no existía consentimiento", ha expresado.

Duelo de penalistas

Tanto Rubiales como Hermoso han elegido a dos pesos pesados para defenderse en la Audiencia Nacional. Olga Tubau tiene un largo historial de victorias en su haber como la absolución del exjefe de los Mossos Josep Lluís Trapero en el caso del 'procés'. La letrada catalana ha defendido también al productor televisivo Josep Maria Mainat, al que su mujer intentó asesinar presuntamente y logró dejar fuera del banquillo a dos policías antidisturbios acuados de destrozar el ojo a una manifestante en 2017 con las pelotas de goma. Tamnién ha sido defensora del exdirigente de CDC, David Madí, y de la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en distintos procedimientos.

Por otro lado, la jugadora ha escogido a otra catalana, Carla Vall, conocida por la defensa de mujeres en procesos de violencia machista, acoso, etc. Defendió, por ejemplo, a la artista Paula Bonet de un caso de acoso. Es autora un libro publicado en 2022 con el título Romper en caso de emergencia. Anatomía de la violencia machista.

Qué se investiga

Los hechos que se investigan se circunscriben a la recogida de medallas de la final del muncial, cuando Rubiales agarró de la cabeza a la jugadora y le propinó un beso en la boca. Se debe dirimir si esto fue constitutivo de una agresión sexual del tipo más leve que está penado con hasta cuatro años de cárcel.

El Ministerio Público considera, además, que tras el beso se produjeron coacciones por intentar que Hermoso suscribiese un comunicado sobre su consentimiento en el momento del gesto en la boca. La querella de Durántez señalaba presiones a ella y a su entorno.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional recibió diversas denuncias por los hechos. Es el órgano competente en el caso ya que los hechos se produjeron en el extranjero. Dio a la jugadora un plazo de 15 días para tomarle declaración sobre lo sucedido. Hermoso, tras reflexionarlo, dio el paso y acudió a la sede de la Fiscalía General del Estado para explicar lo sucedido. ç