El PNV lo pudo decir más alto, pero no más claro: "No apoyarán la investidura de Núñez Feijóo". Así se lo dijo el portavoz de los nacionalistas vascos , Aitor Esteban, a su homóloga popular, Cuca Gamarra, en la reunión que ambos mantuvieron ayer en el Congreso de los Diputados. Pero también se lo trasladó el líder peneuvista, Andoni Ortuzar, al del PP, en una reunión secreta que mantuvieron a principios de este mes de septiembre y que el vasco reveló ante el silencio de Génova, que ni confirma ni desmiente.

Lo más novedoso de ambos encuentros es que el PNV pasó de rechazar la invitación al diálogo a acabar sentándose, aunque fuera para reiterar su negativa a formar parte de una aritmética parlamentaria que sólo es posible con la suma de los 33 escaños de Vox, partido que no ha tenido empacho en defender la ilegalización de las formaciones independentistas. En todo caso, el cambio de criterio respecto a esas citas es ponderado por Génova y la filtración de la reunión entre los líderes, según trasladan fuentes populares, responde a un intento del PNV por "encarecer" su apoyo a Pedro Sánchez, mucho más ocupado ahora por atender los requerimientos del líder de Junts y fugado de la Justicia, Carles Puigdemont.

Y es que las cosas no le van especialmente bien a los nacionalistas vascos si hablamos en clave de política autonómica. Con elecciones en julio del año que viene, el 23-J se saldó con el sorpasso de Bildu y aunque los de Íñigo Urkullu podrían seguir gobernando en coalición con el PSE, todo apunta a que perderían la hegemonía política en su territorio. EH Bildu ha rentabilizado mucho más los cuatro años de cooperación parlamentaria con el Gobierno de Pedro Sánchez. El PNV necesita también poner precio a su apoyo y presentar algún trofeo en Euskadi.

Acercarse al PP no es, desde luego, la solución para ellos, pero no deja de ser un recordatorio con el cual advertir a Moncloa que su mayoría- si llega a un pacto con Junts-, es tan precaria que con que le falle un solo socio todo puede estallar por los aires. En definitiva, que el botón nuclear con el que hacer saltar la investidura, si echa a andar, no sólo está en manos de Carles Puigdemont.

No con Vox

Esteban trasladó a Gamarra que "no íbamos a participar en una conjunción parlamentaria que precisara el voto de Vox", no ya sólo para la investidura sino para el conjunto de la legislatura. "No hay margen" para que el PNV ayude a hacer presidente del Gobierno a Alberto Núñez Feijóo en las votaciones de los días 27 y 29 que siguen al debate de investidura, que arranca el 26.

No difiere mucho del mensaje que Feijóo recibió de Ortuzar el pasado día 7, pero tampoco en los contactos telefónicos subsiguientes que ambos han mantenido. No deja de ser llamativo que el líder del PP que mejor relación ha tenido con un lendakari, -en este caso con Urkullu con quien acordaba la fecha de sus respectivas elecciones autonómicas- sea el único al que el PNV se niega a apoyar por la presencia inevitable del partido de Santiago Abascal. De este modo, Feijóo acudirá a su debate la próxima semana sin haber sumado ni un voto más que los suyos propios, el de UPN y el Coalición Canaria, esto es, 172, frente a 178 en contra.