La Guardia Civil tendrá que recurrir a Facebook para conseguir el vídeo con contenido sexual de una menor que varios jugadores del Real Madrid difundieron presuntamente por WhatsApp. Los hechos se produjeron el pasado 15 de junio en el conocido beach club Amadores, en el municipio de Mogán (Gran Canaria), tal y como adelantó El Independiente.

Cuatro jugadores del Real Madrid, del equipo B y C, están siendo investigados por difundir un vídeo en el que supuestamente aparecen dos mujeres, una de ellas menor de edad, manteniendo relaciones sexuales con tres de los implicados. El cuarto, Raúl Asencio, está investigado por enseñárselo a una quinta persona. Los deportistas están investigados por un delito contra la intimidad.

Los investigadores intentan dilucir el alcance que ha podido tener el vídeo. La semana pasada detenían a los cuatro integrantes del club blanco en Valdebebas (Madrid) para tomarles declaración. En la práctica de las diligencias, hicieron una primera inspección de sus teléfonos móviles.

Los agentes, según fuentes conocedoras, no han podido todavía aportar imágenes al instructor de la causa porque el vídeo se envío, presuntamente, para ser visto una única vez, según adelantó Okdiario. Esto hace que el archivo no se guarde en el móvil de quien lo ha recibido, y que tampoco se pueda acceder a él porque está cifrado. Ahora tendrán que pedir un requerimiento judicial, que tendrá que ser aprobado por el magistrado instructor, para que Facebook, propietaria de WhatsApp, aporte el archivo original.

Este trámite es algo habitual. Tanto Policía Nacional como Guardia Civil, así como otros cuerpos de seguridad, tienen vía de comunicación con el gigante tecnológico para resolver cualquier tipo de casos. La seguridad que Facebook, ahora Meta, ha ido implementando en sus aplicaciones hacen necesaria esta colaboración.

Dos víctimas

En un primer momento se tuvo conocimiento que sólo había una víctima en la causa. Una menor de 16 años que había mantenido relaciones sexuales el 15 de junio en el citado club de Mogán. Al tener menos de 18 años, fue su madre la que tuvo que poner la denuncia en la Comandancia de la Guardia Civil. Sin embargo, la semana pasada se conoció que son dos las mujeres presuntamente perjudicadas.

A principios de verano, las dos jóvenes estaban en una de las cabañas de Amadores. Allí estaban presentes Ferrán Ruiz, Andrés García, Juan Rodríguez y Raúl Asencio, todos jugadores del Real Madrid. Según el relato de los hechos, las dos chicas mantuvieron relaciones con los tres primeros, mientras que el último estaba en la zona de la piscina privada.

Una tercera mujer, que estaba en el lugar de los hechos, escuchó como se mantuvieron las relaciones, siempre con sonsentimiento. Al acabar se acercó a las dos muchachas y estas le dijeron que creían que les habían grabado. Acto seguido se dirijieron a los jugadores, quienes les aseguraron que borrarían el vídeo. Pero no lo hicieron.

Tiempo más tarde, una de las dos denunciantes se enteró de que gente ajena a aquel día había visto el vídeo. Al parecer, Raúl se lo habría enseñado a otra persona por videollamada, y esta se lo contó a la presunta víctima. Es entonces cuando se interpuso la denuncia. La Guardia Civil investiga ahora el alcance del vídeo, intentando averiguar cuántas personas han podido llegar a ver o recibir las imágenes.

Penas de prisión

El delito al que se enfrentan corresponde a una revelación de secretos que puede ser castigada con hasta un año de prisión. El Código Penal expresa que será condenado con una pena de prisión de tres meses a un año (o multa de seis a doce meses) el que "sin autorización de la persona afectada, difunda, revele o ceda a terceros imágenes o grabaciones audiovisuales de aquélla que hubiera obtenido con su anuencia en un domicilio o en cualquier otro lugar fuera del alcance de la mirada de terceros, cuando la grabación menoscabe gravemente la intimidad personal de esa persona".

Todos los que difundieran el vídeo o lo reenviaran por Whatsapp aunque fuera una sola vez estarían expuestos a esta pena y fuentes de la investigación no descartan que ésta se amplíe en los próximos días. En los casos en los que la víctima es menor de edad, como es el presente, la pena es la más alta para los autores.

Las fuentes jurídicas consultadas en el Tribunal Supremo señalan, además, que la grabación en principio no formaría parte de delito, pero sobre eso hay discrepancias entre los propios magistrados y la jurisprudencia.