Manuel Medina González (Villanueva del Arzobispo, Jaén, 1944) es un abogado afincado en Madrid. Es socio fundador, junto a su mujer Amelia, del despacho Medina Cuadros en la Plaza del Marqués de Salamanca. Tiene cinco hijos, tres varones y dos mujeres, que trabajan en el despacho. Cada uno está especializado en un área. Poco más se sabe, públicamente, de este "gran trabajador" que se codea con la jet set judicial y financiera.
Medina es un escritor prolijo. En su haber cuenta con 16 libros de su autoría. A las presentaciones, donde rara vez se llama a prensa, se dan cita sus grandes amigos. Hay banqueros, dueños de empresas que cotizan en el Ibex y jueces de nombres conocidos. También políticos. Muchos de ellos han sido sus clientes.
Hace menos de un año, un lunes de noviembre, presentó su último libro, Pasión por vivir. Como maestros de ceremonia tuvo al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y a la ministra de Defensa, Margarita Robles. Esta última dijo que iba en calidad de "amiga" de la familia. Pero hubo más. Estuvo presente el presidente de ACS, Florentino Pérez, y el ex presidente de La Caixa, Isidre Fainé. Guarda gran amistad con ambos, como con el jefe de Telefónica, José María Álvarez-Pallete.
En el mundo judicial, se mueve como pez en el agua en la Audiencia Nacional. Se le conoce amistad con el exjuez Baltasar Garzón, con la Fiscal Dolores Delgado, con Santiago Pedraz o con Fernando Andreu. "Su despacho es muy, muy bueno. Si tienes cualquier problema puedes acudir a él", señalan las voces consultadas.
Policía y abogado
¿Cómo un joven abogado de un pueblo de Jaén, de "familia muy humilde", llega a juntarse con la flor y nata española? Las fuentes consultadas señalan que antes de defender a personas frente a los tribunales, Medina fue policía. Su carrera empezó relacionada con el sistema penitenciario. "Estudiaba Derecho por las noches", apuntan, por lo que pronto se pasó a la abogacía. Ese brece paso, más sus contactos, le hicieron valedor en 2014 de la condecoración de la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco del Cuerpo al que perteneció. Se la entregó el ex ministro del Interior Jorge Fernández Díaz en 2014.
Entró a trabajar en el antiguo Banco Central Hispano, ahora Banco Santander. Se encargó de parte de sus intereses jurídicos en Andalucía, donde conoció a su mujer Amelia Cuadros, que también trabajaba en la entidad. Desde entonces "son inseparables". Se mudaron a Madrid y dieron comienzo al bufete que lleva el nombre de ambos.
En el plano personal, Medina disfruta leyendo a grandes autores como José María Pemán. Le gusta la poesía y "ama el campo". En alguna entrevista dice que sus raíces en el pueblo es lo que le han hecho fuerte. En su Villanueva del Arzobispo natal cuenta con olivares, "con un aceite de gran calidad" que no duda en regalar, una botella, a sus más cercanos. También envía christmas navideños a sus allegados, acompañados de algunos versos.
Su faceta empresarial
La explotación de esos terrenos los gestiona con la empresa Molino de Casilda. El nombre corresponde a su madre, que falleció siendo joven. Esta es una de las muchas empresas en las que figura Medina González. En el registro mercantil aparece con 18 cargos empresas y una fundación. Además de su bufete, sus filiales y el aceite, cuenta con una sociedad de venta al por menor, una pequeña editorial, una inmobiliaria, alojamientos turísticos y unos talleres, entre otras. También aparece con cargo en el Banco Santander y en Telefónica.
La fundación en la que aparece, y de la que es presidente desde mayo de 2016, es la Princesa Kristina de Noruega. Situada en Covarrubias, Burgos, está dedicada a "fomentar y promover cualquier tipo de actividades culturales, y de otra naturaleza que puedan contribuir a mejorar las relaciones noruego-hispanas". El propio Medina explica que para él es "muy importante el acercamiento hasta Covarrubias de miles de familias noruegas que ya viven en España".
Medina ha visto como sus sociedades han recibido millonarias subvenciones a costa de la pandemia del Covid. En ayudas a las empresas, las suyas han recibido más de 3,1 millones de euros desde 2020. Según datos webs que utilizas datos del registro mercantil cotejadas por El Independiente, ninguna de ellas supera los 20 empleados, y algunas parten de la matriz, Medina Cuadros Abogados SL. Según su web, cuenta con "450 profesionales".
Su bufete tiene, en España, sede en Madrid, Jaén, Granada y Málaga. Hay quien lo sitúa también en Barcelona, aunque no aparece en su página online. A nivel internacional cuenta con despacho en Brasil y México. Otras fuentes apuntan que el abogado jienense ha tenido relación con el consulado de este último país en España.
Amistad con Villarejo
A mediado de este verano, unos audios situaron a Manuel Medina en la órbita del excomisario José Manuel Villarejo. En lo que parece una comida, ambos comparten conversación bajo la compañía del empresario Adrián de la Joya. Es un audio corto, donde hablan en voz baja.
La conversación se publicó el 19 de julio, a cuatro días de las elecciones generales, aunque se produjo mucho antes. En esos días, la izquierda atacaba a Núñez Feijóo con su famosa fotografía con el narcotraficante Marcial Dorado. En el audo se escucha al abogado y al comisario hablar sobre la autoría de la filtración.
"Ponía la mano porque era (Soraya) Sáenz de Santamaría. Y empezamos a investigar un poco… Joder. La hija de la gran puta de Ana Pastor. Había sido ella la que había filtrado el tema de la foto", aseguraba Medina, refiriéndose a la exministra de Sanidad del PP y ex presidenta del Congreso.
Medina guarda alguna similitud con Villarejo. Ambos son andaluces, no se llevan muchos años, los dos pasaron por la Policía, ambos estudiaron derecho y son abogados y los dos han trabajado para grandes empresas financieras del Ibex. No está muy claro si en la relación, el de Jaén sentía una profunda amistad con el comisario retirado o si por el contrario se hacía pasar por su tronco -en lenguaje del propio Villarejo-.
Este periódico ha intentado contactar con Medina en repetidas ocasiones para corroborar este y más datos, hablar de su faceta literaria o cómo un joven de Villanueva del Arzobispo ha conseguido una cartera con los apellidos más poderosos del país, pero no ha obtenido respuesta.
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