Entre los efectos que ha tenido la investidura de Alberto Núñez Feijóo, caso, por ejemplo, del distanciamiento con el PNV, está una nueva brecha interna en el grupo Sumar. Esta se sustenta en una crítica interna a la falta de autonomía del proyecto respecto al PSOE y a Pedro Sánchez, pero también en las diferencias generadas con socios como Podemos por no poder intervenir en el debate para replicar al candidato popular.
Yolanda Díaz decidió no intervenir el martes y replicar a Feijóo tras conversar con Sánchez, que le trasladó que no saldría a la tribuna de oradores. Fuentes del grupo parlamentario próximas a ella así lo dejaron constar en la misma jornada, apuntando que la vicepresidenta segunda del Gobierno en funciones tenía preparada su intervención. Esta decisión de Díaz, al rebufo del presidente, no ha gustado en algunas capas del grupo plurinacional.
Quien lo ha verbalizado públicamente ha sido Podemos, a cargo de su diputado Javier Sánchez Serna, coordinador autonómico también de los morados en Murcia. "Nuestro espacio político tiene que tener ambición y reivindicar una autonomía del PSOE para no acabar convertido en una comparsa", dijo a la salida del pleno. Tanto Podemos como otros de los integrantes del grupo Sumar creen que Díaz, por conocer "muy bien a Feijóo", habría copado parte del protagonismo frente a Óscar Puente, quien finalmente marcó el perfil de oposición más duro a petición de Sánchez y su director de Gabinete, Óscar López, tres semanas antes de la investidura.
Discurso de Lois
El propio Sánchez Serna echó en falta "nervio democrático" y una mayor "lucha ideológica" en el discurso de Marta Lois, la portavoz de Sumar. Gustó más el de Puente, más "contundente" y "sin medias tintas". Y cree que se requiere un perfil que sepa ser "más duro con el PSOE". Así se explicó este jueves en RNE el de Podemos.
Precisamente Podemos muestra su descontento por no haber podido intervenir durante esta semana en el Congreso en la investidura del líder popular, que no saldrá adelante este viernes en segunda votación. Ello frente al encaje que sí tuvieron Enrique Santiago y Aina Vidal, de IU y los comunes, que aportan igualmente cinco parlamentarios cada formación al grupo como los morados, junto Marta Lois, la portavoz de Sumar. Frente a Vidal, que es portavoz adjunta junto a Águeda Micó de Compromís y Jorge Pueyo de Chunta Aragonesista, la crítica de los morados se centra en Santiago, que no tiene esas competencias. Sin embargo, la elección del diputado comunista por Córdoba, abogado especializado en DDHH y Derecho Internacional, fue en consecuencia para enarbolar la defensa de la amnistía al independentismo catalán.
Los socios de Sumar creen que la no intervención de Díaz en el debate de investidura restó protagonismo al grupo y temen quedar subalternos al PSOE"
"La amnistía siempre es el final de un proceso de normalización y en este caso lo va a ser tras un proceso de entendimiento entre Cataluña y el resto del Estado. No pueden decir que no es constitucional, porque no se menciona explícitamente en la Constitución", dijo Santiago a la bancada del PP. Y a ello le siguió el reproche: "El PP puede hablar con Junts con normalidad, pero si lo hace Sumar está rompiendo España. Rajoy ofreció amnistía para rebajar la tensión en Cataluña, pero cuando lo hacen otras fuerzas, lo critican".
Frente a los reproches de Podemos por este encaje, fuentes de Sumar apuntan a la complejidad intrínseca del grupo: "somos ocho partidos". Y destacan que cualquier decisión se hace pensando en el mejor planteamiento posible, y no queriendo arrinconar a nadie. Este debate viene prolongándose desde finales de agosto, con la designación de las portavocías adjuntas, que recayeron en los partidos minoritarios -a excepciones de los comunes- de la coalición. Igualmente, por el 'veto' a Irene Montero por parte de Díaz para continuar al frente del Ministerio de Igualdad. Siempre que el PSOE no opte por querer recuperarlo. Estas divergencias, tal y como lamentan desde Podemos, sirvieron a Feijóo para cebarse con los magentas y evitar salir noqueado.
IU se suma a las críticas de Podemos
La intervención de Santiago puede vincularse a las quejas expuestas por Alberto Garzón, coordinador de IU, en la última reunión del equipo federal el pasado viernes. Allí mostró su descontento por la adopción de decisiones de manera "unilateral" y "sin diálogo" por parte de Díaz y sus más allegados. Esta muestra de desaprobación pública va más allá de la de Podemos y marca un punto de inflexión dado que IU ha sido un aliado crucial en el proceso de construcción de Sumar. La cercanía del congreso anual del PCE, este domingo, también tiene mucho que ver, en un ejercicio para marcar identidad propia.
Ante las exigencias de organización interna abierta y con mayor peso de las ejecutivas de cada partido -Garzón ha propuesto un frente amplio donde Sumar sea un partido más-, los de Díaz pide paciencia y resta importancia al asunto.
En el horizonte más próximo del Movimiento Sumar -no confundir con el grupo plurinacional del Congreso- está la celebración de una Asamblea Constituyente para oficializarse como partido y dar lugar a los órganos por los que estará regido y a los representantes que conformarán sus cargos. El mes de octubre estaba fijado sobre el calendario, pero las negociaciones para la investidura de Sánchez, que podría ser entre mediados y finales de mes, prolongaría el proceso hasta bien finales de año o inicios del siguiente.
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