No se negocia solo la investidura de Pedro Sánchez. Se negocia bastante más que eso con los grupos. El presidente del Gobierno en funciones se quiere procurar estabilidad para los próximos cuatro años, y para ello es clave disponer de los Presupuestos Generales del Estado. Los socialistas incluyen esta ley en sus conversaciones con los partidos, consciente de que sin ella no hay estabilidad posible.

Ya lo venían deslizando desde el partido del jefe del Ejecutivo en los últimos días, pero este martes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la titular de Hacienda en funciones y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, lo confirmó, siempre previo llamamiento a la "discreción" de esas conversaciones.

Primero el Gobierno llevará los objetivos de estabilidad para su votación en Congreso y Senado e informar del techo de gasto, para después presentar el proyecto de PGE

"Es importante saber que se trata de consolidar la gobernabilidad de España para los próximos cuatro años. Significa que no estamos hablando solo de las materias que tienen que ver con el momento concreto de una investidura, sino también con la profundidad de la tarea de gobierno que se pueda desarrollar en los próximos cuatro años". Era la respuesta de la ministra cuando los periodistas le preguntaron si se estaba ligando, en las conversaciones con los grupos, la investidura y los Presupuestos. Dicho de otro modo, en los contactos con ERC y Junts, las dos formaciones que tienen la llave de la reelección de Sánchez, el Gobierno quiere amarrar la aprobación de las cuentas del Estado.

Es más, el Ejecutivo ya está trabajando en los primeros Presupuestos, los de 2024. Y a partir de la investidura de Sánchez, si prospera, se desencadenarían varios hitos: el nuevo Gobierno tendrá que llevar los objetivos de estabilidad para su votación en Congreso y Senado e informar del techo de gasto, a partir del cual se vertebran los Presupuestos.

Y aunque haya obviamente un "cierto decalaje" respecto a años anteriores, porque el proyecto de ley no podrá entrar en el Congreso en octubre para ser aprobado por las dos Cámaras antes del 1 de enero, la idea del Ejecutivo es "llegar lo antes posible". "Con tal de que se apruebe en los primeros días de enero" no habrá problema porque se aplicarían con efectos retroactivos. "Contamos con tener cuentas nuevas para el año 2024 pero tienen que ocurrir todavía una serie de elementos que no son menores", aseguró Montero.

Contamos con tener cuentas nuevas para el año 2024 pero tienen que ocurrir todavía una serie de elementos que no son menores", asegura Montero

La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, no dio más detalles de las negociaciones y por supuesto que tampoco avanzó nada sobre la futura ley de amnistía, corazón de las conversaciones con las formaciones independentistas catalanes. La ministra insistió en que Sánchez quiere conformar un Gobierno "de progreso" que "continúe con la senda de trabajo" de la última legislatura, porque la alternativa son elecciones, que no las "desea" ni el presidente ni la ciudadanía, subrayó. "Cuando llegue el momento, abordará con total transparencia esta cuestión", se limitó a expresar, recordando que también se pronunciará la militancia en una consulta. Rodríguez incidió de nuevo en el "mensaje de tranquilidad", porque lo que ha dejado constatado Sánchez es, siguió, "el respeto absoluto a la Constitución española para garantizar la convivencia".