La Universidad de Barcelona ha firmado una instrucción en la que apuesta por volver al masculino genérico. Abandona así el lenguaje inclusivo, que obliga al desdoblamiento en todos los enunciados, en las disposiciones normativas de la entidad. Una decisión adoptada el pasado julio y firmada por la vice-rectora de Igualdad de Género y el vice-rector de Relaciones Institucionales, Comunicación y Política Lingüística que ha despertado las iras del colectivo feminista en la universidad.

La orden justifica la decisión en la "eficacia normativa y la seguridad jurídica propias de reglamentos, instrucciones y protocolos de obligado cumplimiento". Y añade que las recomendaciones de lenguaje inclusivo "son aplicables siempre que no generen ambigüedades, imprecisiones o redactados de difícil interpretación".

La UB ha publicado una instrucción por la que vuelven a utilizar el masculino como genérico neutro, denunciaba este miércoles la Asamblea Feminista de la UB, exigiendo una "rectificación inmediata" y advirtiendo que "plantaremos cara" a esta decisión. Una queja que ha desatado la polémica en las redes sociales, con detractores y defensores de la medida.

El precedente

La polémica por el uso del lengua inclusivo, sin embargo, es anterior. En el ámbito académico catalán la abrió la lingüista, y feminista, Carme Junyent, con la publicación en 2020 del libro "Somos mujeres, somos lingüistas, somos muchas y decimos basta".  Una obra coral en la que participaron 70 autoras y que se convirtió en un alegato contra el lenguaje inclusivo o no sexista.

Era la culminación de la campaña de Junyent en contra de las fórmulas "señores y señoras", "ellos y ellas", "niños y niñas" apostaba por el masculino plural como genérico que incluye el femenino. La tesis que ahora ha asumido el rectorado de la Universidad de Barcelona, por lo menos para los textos normativos.

Profesoras de la UB como Triny Donoso o Esa Díaz León se suman a las denuncias advirtiendo que la decisión del rectorado no tiene el apoyo de los expertos en género de la universidad. Otras, como Elisenda Paluzie, defienden la medida y se alinean con las tesis abanderadas en su día por Junyent, fallecida este año.