El PP ha movido ficha y activará el Senado para hacer controles al Gobierno en funciones, una carencia que vienen denunciando los de Alberto Núñez Feijóo en el Congreso de los Diputados y que parece que se mantendrá, así como la no conformación de las comisiones legislativas, hasta que transcurra una investidura exitosa. Los populares han fijado para el próximo martes y miércoles 7 y 8 de noviembre ese primer control al Ejecutivo nacional. Ahora bien, cabe la posibilidad de que la investidura de Pedro Sánchez, el actual presidente del Gobierno que busca salir reelegido, se celebre en dichas fechas. Más tras el encuentro del número tres de los socialistas con Carles Puigdemont en Bruselas. Una cita después de que Sánchez haya hablado ante el Comité Federal del PSOE sin eufemismos en torno a la amnistía.

En ese caso, el PP, que preside la cámara alta, reunirá a todos los grupos para suspender la sesión y ubicar otros días sobre el calendario. Hay varios elementos que aproximan a la próxima semana la investidura. Principalmente porque la consulta de Sánchez a sus bases sobre los pactos de gobierno con Sumar acaba el 4 de noviembre, y porque la siguiente semana a esa posible investidura el PSOE afronta el congreso de los Socialistas Europeos en Málaga: los días 10 y 11 de noviembre.

El PP busca que el Senado se convierta en el epicentro de tutela a un próximo gobierno socialista en asociación con Sumar y apoyado por independentistas catalanes y vascos, así como de nacionalistas, caso del PNV o el BNG. Un propósito para el que fuentes populares del Senado consultadas por El Independiente, ya se va tarde. Acusan de pasividad a Génova en ese sentido.

Las fechas han sido concertadas por la Junta de Portavoces de la cámara alta, donde los conservadores tienen mayoría. El PSOE, ante esta convocatoria, que esperaban, ha cargado contra el presidente del Senado, el todavía vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local del PP, Pedro Rollán. A juicio de la portavoz socialista Eva Granados, esta convocatoria aún sin un gobierno definido, supone un uso partidista de la institución como "un espacio de rencor del PP". "Pedimos a Rollán que ejerza de presidente de todos en el Senado y no convierta en un mitin la Presidencia", ha añadido Granados en una comparecencia posterior a la Junta.

"Rollán está haciendo dejación de funciones, no está respetando el reglamento del Senado y está haciendo de portavoz de su grupo parlamentario. Hace de escudero del señor Feijóo, y ante la exigencia de estricta neutralidad que debe regir cada una de sus palabras, convierte en un mitin y da uso partidista a cada una de sus afirmaciones", ha insistido Granados.

El PP, asimismo, la semana pasada convocó a cuatro ministros del Gobierno a comparecer. A las peticiones de los titulares de Transportes y de Exteriores, se han unido las de Interior, con Fernando Grande-Marlaska, y la de Ione Belarra como responsable de Derechos Sociales con la crisis migratoria y la posibilidad de ataques terroristas como motivos principales y de fondo. Para la portavoz socialista, el deber de los ministros es la comparecencia en comisiones y no en pleno. Por lo tanto, cree que si hay interés en ello deberán aplazarse hasta que estén conformadas en la cámara.

La versión de los populares se ajusta a una postura completamente contraria. El portavoz del partido en la cámara, en funciones, Javier Arenas, ha dicho que el Ejecutivo está "en rebeldía" frente a los controles del Senado. Y contradice a Granados apuntando que las peticiones cuentan con el aval de los servicios jurídicos de la cámara así como la del letrado mayor.

En cambio, el portavoz popular, Arenas, ha criticado al Gobierno por "declararse en rebeldía ante el Senado" y no querer comparecer cuando estas comparecencias cuentan con el aval de los servicios jurídicos de la cámara y del letrado mayor.