Al PSOE no le salieron a la primera los planes que tenía previstos. Ayer jueves, en la última curva de la negociación con Junts, todo se torció por un artículo de la ley de amnistía. Tras un día de alta tensión, de idas y venidas, en el que Carles Puigdemont vio cómo su rival absoluto, Oriol Junqueras, blandía los triunfos arrancados por ERC, las dos partes decidieron darse unas horas de pausa. Hasta hoy. Este viernes por la mañana, PSOE y Junts retomaron las negociaciones en Bruselas. El encargado de hacerlo como enviado de Pedro Sánchez es el secretario de Organización del partido, Santos Cerdán. Sobre él descansa, por tanto, la responsabilidad de intentar cerrar un acuerdo con el expresident.

Cerdán había aterrizado en Bruselas ayer jueves, con idea de solemnizar el acuerdo y comparecer desde allí, y en la capital belga permaneció. El número tres del PSOE es quien ha conducido el diálogo con Puigdemont en las últimas semanas, quien se reunió con él el lunes pasado —cita de la que las dos partes difundieron fotografías y un vídeo sin audio— y quien intentaba en estas horas de negociación en la capital comunitaria arrancar el de los siete diputados posconvergentes, imprescindibles para que la investidura de Sánchez prospere. La duda ahora mismo es si se podrá lacrar la alianza en breve o bien los contactos se alargan. Y también queda en el aire cuándo se registrará la ley de amnistía, que en todo caso será antes de la investidura.

El obstáculo sería el alcance de la amnistía recogido en el articulado, no la exposición de motivos, que tiene más sello socialista

De cómo se culmine la negociación depende asimismo la fecha a la que el presidente en funciones se someterá a la confianza del Congreso. Los socialistas confiaban en que este viernes la presidenta de la Cámara baja, Francina Armengol, pudiera señalar ya el pleno de investidura, a fin de que la Junta de Portavoces, convocada a las 12 horas, pudiera ordenar la sesión. Pero ese plan inicial tiene ahora que reprogramarse.

El texto de la ley de amnistía estaba ya cerrado para ERC. El president, Pere Aragonès, lo abordó con Sánchez el martes por teléfono, y en esa llamada el líder republicano logró que la norma dé cobertura a los implicados en las causas judiciales de los CDR y Tsunami Democràtic. Este jueves, sin embargo, Junts objetó uno de los artículos de la proposición de ley, el que afectaría al alcance de la amnistía. No habría pegas a la exposición de motivos, en la que el PSOE, admitían ayer desde ERC, ha puesto el acento durante las conversaciones con el independentismo para asegurarse de que la ley, que será recurrida por el PP con seguridad cuando se apruebe, pase el corte del Tribunal Constitucional.

Si la negociación encalla, la posibilidad de que el pleno de investidura se celebre la semana que viene se estrecha. Armengol puede convocar una sesión con 24 o 48 horas de antelación, de modo que aún podría aguantar hasta el lunes o martes para que el debate arranque el miércoles 8 o el jueves 9. No obstante, ya en 2020 Sánchez ubicó su investidura en la última semana de Navidad, el 4, 5 y 7 de enero, sorteando el día de Reyes. Así que no se puede descartar a priori ningún escenario. Por lo pronto, la Mesa del Congreso aprobó este viernes habilitar todos los sábados y domingos hasta el 27 de noviembre —cuando vence el plazo constitucional para la investidura—, por si son necesarios esos días para sesiones plenarias. Eso ya ocurrió con Mariano Rajoy en 2016 y con Pedro Sánchez en 2020, informa Europa Press.

La Mesa del Congreso habilita los sábados y domingos hasta el 27 de noviembre, por si hay que encajar plenos

Fuentes de la Presidencia del Congreso indicaban que se descarta ya que se pueda anunciar este viernes el pleno de investidura. El propio Puigdemont enfriaba ayer esa posibilidad de una sesión inminente. "No cambiaremos la prudencia y las precauciones que hemos mantenido hasta ahora por más prisas que algunos tengan", escribió anoche en X, antes Twitter. La ejecutiva de Junts estuvo reunida el jueves en Bruselas para analizar la vía del acuerdo con el PSOE, con el expresident al frente, pero con el tropiezo de última hora no hubo ni acuerdo ni comparecencia suya. El pacto tendrá que esperar. No se sabe hasta cuándo.