El agrupamiento de cientos de manifestantes contra la futura ley de amnistía a la judicialización del procés no cesó en esta quinta jornada de concentración frente a la sede nacional del PSOE en la madrileña calle de Ferraz. En la que la movilización se duplicó a 7.000 personas -el doble que la noche anterior- y fue más coordinada. De hecho, parte de la protesta tornó dirección hacia el Congreso de los Diputados a través de la Gran Vía, cuyos aledaños fueron preparados al instante por las autoridades para blindarse. Eso hizo que la dispersión de una segunda manifestación retornase al distrito de Argüelles. Esta noche ha vuelto a acarrear cargas policiales como las denunciadas del lunes, entre otros, por Vox y su líder Santiago Abascal. La formación se querellará contra el ministro de Interior Fernando Grande-Marlaska y el delegado del Gobierno en Madrid.
Sí se ha repetido y agudizado, en cambio, la presencia de grupos extremistas, los cuales están engrosando las "movilizaciones cívicas" que alienta Vox, que insiste en condenar la violencia. Lo hacía el propio Abascal en una nueva de prensa desde Bambú, horas antes, y en la que dejaba dudas de su participación. Líderes presentes junto a él el lunes, como el vicepresidente de Vox en Castilla y León, Juan García-Gallardo, se desmarcaban de la madrileña, dado que tenía pleno regional esa tarde. Aunque otros como la portavoz parlamentaria Pepa Millán sí han estado. Abascal, aunque condenaba a los dinamiteros ultras, dejaba dudas sobre posibles grupúsculos próximos al Ejecutivo y al PSOE. Y volvía a parafrasear las declaraciones hechas la mañana del lunes. No descartaba la presencia de "alborotadores profesionales (...) que van a enviar seguro a las manifestaciones que de manera tranquila y contundente se están realizando".
Vox está participando sin sus siglas, o al menos así lo publicita, a través de la asociación de nueva creación 'Revuelta', un grupo de jóvenes en los que confluyen miembros del partido y que lidera César Pintado Planell, del 'medio' HerQles, hecho por y para chavales cuya promoción se hace a través de las redes. La organización ha sido la encargada de promocionar estas multitudinarias convocatorias contra el PSOE y sus pactos con el independentismo catalán, con aún las negociaciones con Junts sobre el alambre. Al medio día del martes, mostraban su compromiso a continuar: "ni todo el gas lacrimógeno de Sánchez y Marlaska podrá tapar el éxito de la convocatoria de Revuelta". Explicaban su versión de la carga policial de los antidisturbios en el siguiente hilo, frente al atestado policial, que aludía a la presencia de grupos radicales y armas como porras extensibles.
A la presencia de grupúsculos como Democracia Nacional (DN), varias ramas de Falange -muy dispersa en democracia- o personalidades de Hogar Social, se han unido otras entidades del mismo palo. Caso de España 2000, Hacer Nación o Bastión Frontal. En su conjunto, todas cercanas al neonazismo en mayor o menor grado. Todos estas organizaciones tienen en común varios puntos programáticos como el rechazo a la inmigración, al feminismo, al comunismo; la defensa del proteccionismo y el antiglobalismo, el ultranacionalismo y la islamofobia. Eso hizo confluir a DN, Falange o a FE de las JONS y concurrir conjuntamente con otras formaciones dentro del grupo ADÑ Identidad Nacional en las últimas elecciones europeas. Hay otras con ejes más particulares como al antisemitismo. En común tienen su incapacidad o ausencia de deseo, por falta de recursos, de dar un salto a próximas convocatorias electorales. Por lo que este contexto sociopolítico puede convertirse en el mejor caldo de cultivo para objetivos de adhesión y militancia futuros.
Democracia Nacional y España 2000
Ambas entidades son dos asociaciones reconocidas en los ámbitos más ultras de la escena política. DN es la más longeva, dado que su aparición data de el último lustro de los noventa. Se erige con la asociación de pequeños satélites huérfanos de representación y en torno a la figura del militar retirado Juan Enrique Peligro, ex líder de Juntas Españolas; que sirvió como trampolín para la confluencia. Tras intentar, sin éxito, conseguir representación local, autonómica o europea, encuentra auspicio en España 2000, una plataforma valenciana con objetivos similares. Eso le permite tener un ligero impulso y lograr su mayor récord electoral: 15.000 votos a su favor que no le dieron cargos en 2004.
La entrada del valenciano Manuel Canduela, con pasado falangista, adentra a DN a una deriva aún más extremista y hacia corrientes neonazis. La agrupación empieza a posicionarse en línea a un lepenismo clásico, de Jean-Marie Le Pen. Y alienta a movimientos skinhead en Madrid o Valencia. Ese un año más tarde, en 2007, cuando se bate el récord de voto local: cinco concejales. Aunque es a partir de ese momento cuando se inicia su declive. Se pasa en 2015 a tener solo un representante municipal y se decide solo concurrir en adelante a aquellos consistorios en los que haya opciones. El liderazgo pasó, de nuevo, de manos hace cuatro años. Pedro Chaparro pasa a ocupar la secretaría general y mantiene ese enfoque previo. Es un conocido de la policía, dado que fue condenado por desórdenes públicos y asalto al centro cultural Blanquerna durante la Diada de 2013. Y este lunes estuvo presente en Ferraz con lemas como "no nos engañan, Cataluña es España" o "no al Régimen del 78".
España 2000, por su parte, ha tenido mayor recorrido electoral desde su puesta en marcha en 2002. Su ámbito de actuación ha sido Valencia, aunque ha logrado representación en municipios como Alcalá de Henares. En zonas con alta tasa de inmigración y rentas bajas ha aflorado fuerte. Ha contado con dos líderes: el histórico ultra valenciano José Luis Roberto -y exdirigente de la Asociación Nacional de Empresarios de Locales de Alterne- y el exconcejal de Alcalá entre 2011 y 2019, Rafael Ripoll. Tras un mandato del segundo, Roberto recuperó la presidencia. A diferencia de DN, la organización rechazó concurrir al ciclo electoral de este año. El motivo: la falta de capacidad electoral. Se pedía, vía comunicado, la construcción de un "Frente Amplio, sin fisuras", con las que combatir, desde la "Resistencia y la noche clara", al "Nuevo Orden Mundial que nos quieren imponer". "Tal vez en circunstancias más favorables volvamos a participar en esta farsa de elecciones democráticas", apuntaron. A diferencia del lunes, este martes se han movilizado bajo el cielo madrileño.
Hacer Nación
Ha irrumpido, igualmente, en esta última manifestación bajo el lema "España no paga a traidores. Amnistía no", y rodeado de bengalas rojas. A diferencia de las anteriores, Hacer Nación es una de las entidades más nóveles en lo que a los movimientos de extrema derecha se refiere. Surge en 2020 como escisión de España 2000 y se define como "nacionalista" en lo que a la política respecta, pero también de corte "social" en lo económico. Debutó políticamente el 28-M, y consiguió representación en Velilla de San Antonio (Madrid): dos de los nueve concejales repartidos; un 12% de voto. Son Pedro Jesús Espada y Ramón Muñoz Álvarez, quienes actúan como los dos principales rostros del partido. Ambos ejercieron como tales junto a España 2000 en la anterior legislatura.
Al discurso de España 2000 han incorporado ejes como la férrea oposición a la Agenda 2030. También una fuerte transfobia. Hay una frase lanzada en X -antes Twitter- por Muñoz con anterioridad: "La sociedad en la que vivimos los europeos: te atacan tres negros y solo te ven por redes. Mientras te puedes quedar sin trabajo e incluso ir a la cárcel por llamar 'caballero' a un hombre con falda y tacones". A una proximidad con la figura de Hitler, se une un respaldo del régimen ruso. El año pasado el grupo organizó un acto de apoyo a Águila Bicéfala, un asociación zarista y pro Putin controlada por el oligarca Kostantin Malofeev. El espacio universitario es concebido como clave para ampliar sus bases, de hecho promociona su universidad de verano anualmente.
Hogar Social y Bastión Frontal
Ambas entidades, asociadas a ese entorno más juvenil y estudiantil, están en fuera de juego. Sus luchas se centraban en combatir el islam en España y en atender a las familias españolas en riesgo de exclusión, por ejemplo distribuyendo alimentos frente a los supermercados. Ello, igualmente bajo doctrina neonazi. La primera en ponerse en marcha fue Hogar Social Madrid, en 2014, de la mano de Melisa Domínguez. Nació como refundación del Movimiento Social Republicano (MSR) y en homenaje al ensayista falangista Ramiro Ledesma. Y se hizo mediante la okupación, entrando en un edificio de oficinas en la calle Juan de Olías, en el distrito de Tetuán. El lugar elegido fue clave, dado que en la zona se concentra un importante porcentaje de los inmigrantes residentes en la capital. Allí también alojaron a sin techos hasta que, al mes, se produjo a su desahucio. Durante la estancia se enfrentaros a grupos contrarios.
El militante medio de la asociación no supera la treintena, y en parte es cercano a los radicales del Real Madrid, Ultras Sur; o del Atlético de Madrid, Suburbios Firm. Y aunque HSM ni siquiera está llamando a las protestas por redes, en standby desde junio, parte de sus miembros han estado presentes. Al menos en la oleada del lunes. A destacar está las protestas precedentes en Ferraz durante el coronavirus y por la gestión de los ERTE. Domínguez fue detenida allí, en verano de 2020. Esa afinidad por dar entrada a mujeres se comparte con Bastión Frontal, otra organización similar surgida ese mismo año como relevo a la acción de HSM.
La peculiaridad de esta organización neonazi, es que está disuelta en lo oficial. En octubre de 2022 se dio a conocer que la entidad desaparecería al no contar con militantes ni dinero para afrontar los gastos, como los de un local. Aunque tal y como se anunciaba, no se perdía la esperanza de "resurgir" en cualquier momento y con "otro nombre". Sin embargo, la Policía Nacional ha detectado mensajes en redes sociales movilizando para la asistencia de afines a la corriente en Ferraz. En el canal de Telegram, el penúltimo mensaje es de despedida, el 31 de diciembre de 2022: "Cerramos etapa, gracias a todos los que aportasteis vuestro pequeño granito de arena en la campaña por los alimentos a las familias en situación más precaria. Bendiciones. Bastión Frontal es ya parte de historia". Sin embargo, tras los altercados del lunes, el canal se reactivó haciendo un llamamiento a sus 3.811 suscritos para acudir a la sede socialista: "Mañana todos a Ferraz".
Se dieron a conocer mediante ataques a inmigrantes menores o por el escrache al entonces vicepresidente tercero del Gobierno, Pablo Iglesias. Su entonces líder, Rodrigo Miguélez, se encaró con él en un acto de partido de cara a las elecciones madrileñas de 2021, en Coslada. Otro de sus rostros fue el de Isabel Peralta, de tradición falangista e integrante del grupo [más detalles, aquí].
Matizar que en la fotografía la bandera que aparece no es la franquista, sino la cruz de Borgoña, la de los Tercios españoles. Fue un símbolo del Movimiento Nacional durante la dictadura y alude al imperialismo español.
La excepción: Tercios Cívicos
La juventud apremia en las organizaciones anteriores, pero uno de los grandes grupos que copó junto a Vox y Revuelta la protesta, con pancarta y siglas propias fue 'Tercios Cívicos'. Con un claro dominio entre los asistentes de tercera edad. Se hicieron eco de eslóganes como "Sánchez, traidor" o "a prisión". Carecen de página web, pero la vinculación a Vox es patente. Estuvieron en la convocatoria de la Fundación para la Defensa de la Nación Española (DENAES) de hace dos semanas en la Plaza de Colón. Incluso son seguidos por diputados y dirigentes. También por el sindicato Solidaridad.
La semana pasada su vicepresidenta Sasha Cuadra compartió instantáneas con el vicepresidente primero de Vox, Jorge Buxadé, y otros dos cargos del partido a nivel regional y municipal: Sonsoles Palacios y Íñigo Henríquez de Luna. El objetivo fue "dar a conocer la importancia de las infraestructuras críticas para la seguridad del vecino y el entorno natural" con una visita al entorno y la presa del embalse Gabriel Enríquez de la Orden, en los Peñascales (Madrid).
Desokupa coordinó una protesta paralela
El líder de la empresa privada de desokupación, Daniel Esteve, fue otro de los asistentes que irrumpieron en la quinta jornada de protestas en Ferraz. Su negocio ha sido vinculado a esas corrientes neonazis, pero no hay pruebas o condenas de sus empleados que certifiquen esa relación. Tras anunciar su asistencia a través de un comunicado en redes y pedir a las autoridades que actuaran con "inacción" ante órdenes de nuevas cargas, Esteve pidió reunirse en el Parque del Oeste a las siete de la tarde, una hora antes del inicio de la movilización. Desde allí, confluyeron en la calle Ferraz con otros perfiles ligados al ámbito derechista mediático, como Alvise junto a medio centenar de jóvenes.
Aunque Desokupa se retiró pronto de la convocatoria y antes de que comenzasen las cargas policiales.
La de este martes desplegado a 160 agentes de las Unidades de Intervención Policial, la misma cifra que el lunes hizo frente a 200 ultras que quedaron tras despejar los alrededores de Ferraz. Éstos les arrojaron botellas y cortaron las bridas del vallado perimetral. Ayer volvieron a escucharse proclamas contrarias a la actuación de la Policía.
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