La batalla campal de los ultras de Ferraz se salda con 39 heridos, la mayoría policías

Unas 7.000 personas acudieron por quinto día consecutivo a las inmediaciones de la sede de los socialistas en la calle Ferraz en protesta contra la ley de amnistía que negocian PSOE y Junts para facilitar la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. La batalla campal de los ultras dejó 39 personas heridas, 29 de ellas agentes de policía, además de seis personas detenidas de edades comprendidas entre 17 y 44 años.

Una noche complicada para la Policía que tuvo que dividir sus esfuerzos cuando un grupo de manifestantes se dirigió por la Gran Vía de Madrid hacia el Congreso de los Diputados, ante el fuerte dispositivo policial que ha bloqueado el acceso a la sede socialista de Ferraz para garantizar la seguridad. Otros se congregaron en Neptuno después de que la Policía blindase los alrededores de la Cámara Baja.

Sobre las 22:00 de la noche comenzaron las cargas policiales contra los manifestantes ultras entre los concentrados en las cercanías de la sede central del PSOE. La Policía había preparado dos furgones para empezar a avanzar después de que los manifestantes lanzaran vallas y bengalas a los agentes. Los congregados siguieron lanzando botellas, piedras y contenedores haciendo retroceder a los antidisturbios. Las fuerzas del orden cargaron contra los radicales en Marqués de Urquijo lanzando gases lacrimógenos para dispersarlos.

El Samur-Protección Civil tuvo que atender a al menos 12 personas heridas. Cuatro de esas 12 personas fueron trasladadas a hospitales. Entre los heridos había dos agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) que presentaban contusiones por golpes, según las fuentes. Los sanitarios han apreciado brechas, irritación de ojos y contusiones a los heridos.

Muchos manifestantes se refugiaron en la parroquia del Inmaculado Corazón de María que hace esquina en Marqués de Urquijo con la calle Ferraz. En la parte inferior de Marqués de Urquijo los radicales se hicieron fuertes e improvisaron barricadas y quemado contenedores con mobiliario urbano. Los ultras lanzaron adoquines a la Policía y destrozaron mobiliario urbano y patinetes eléctricos.

El refuerzo de unidades policiales y más cargas consiguieron desplazar hacia el Parque del Oeste a los radicales, si bien los grupos de manifestantes estaban diseminados por los aledaños de Ferraz y las zonas calientes estaban repartidas.

El perfil de los asistentes a esta última manifestación ha cambiado respecto a las que se produjeron el fin de semana, según han pasado los días y ha crecido el foco mediático, se han sumado colectivos más radicales que buscaban la confrontación con los antidisturbios.

Inicio de la concentración

Algunos de los asistentes congregados en redes sociales comenzaron la concentración a las 19.00 horas en el Parque del Oeste y se desplazaron a Ferraz. Poco antes de las 20.00 horas, se trasladaron hacia la Gran Vía para dirigirse al Congreso de los Diputados, rodeados de un fuerte cordón policial de efectivos de la UIP.

Por su parte, la Policía Nacional blindó Ferraz, desplegando un importante dispositivo alrededor de la sede del PSOE (más de 160 agentes), reforzando el número de furgonetas, agentes y vallas, de manera que los concentrados permanecieron en los alrededores en la iglesia de la Inmaculada Corazón, a escasos 100 metros de la sede socialista, donde un amplio vallado impedía el acceso a la calle.

Posteriormente, el mismo grupo ha regresado por Gran Vía para volver a protestar en la calle Ferraz, donde la multitud abarrotó Marqués de Urquijo entre gritos mientras la Policía mantenía acordonada la sede del PSOE. En algún momento se han produjeron lanzamientos de botellas de cristal y huevos a los agentes desplegados y a los profesionales de los medios de comunicación, a quienes también les han apuntado con un láser verde para impedirles su trabajo.

Desde allí, los concentrados corearon vivas a España con consignas como "No nos engañan Cataluña es España", "Esa lechera a la frontera", "Puigdemont a prisión", "España unida jamás será vencida" y "Sánchez muérete, policía únete", "España nación, no Constitución", "Con los moros no tenéis cojones", "Separatistas hijos de puta", "Puigdemont a prisión", "España cristiana y no musulmana", "España 1 y no 51" o "Sánchez muérete, policía únete", todo ello junto a una pancarta con el lema "España no paga a traidores, amnistía no".

Entre los manifestantes, que ondeaban banderas de España, un grupo de gente mayor propone rodear el congreso "como Podemos" mientras otros piden a "los jubilados que no tienen nada que hacer que vayan a manifestarse todos los días".

A la congregación se ha sumado el líder de Desokupa, Daniel Esteve, junto a decenas de seguidores que se han unido a los allí presentes. Asimismo, han asistido la portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, el diputado de Vox, Manuel Mariscal o la diputada Rocío de Mer.

Organizaciones como España 2000, Hacer Nación y Hogar Social también han acudido al encuentro. También se ha podido ver a la neonazi Isabel Peralta.

Precisamente, en la puerta de la iglesia, la portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, manifestó que su partido defiende el derecho a que los españoles puedan manifestarse pacíficamente y ha sostenido que actos violentos y altercados "no cuentan ni con el respaldo ni con nuestro amparo".

Recordó que Vox tomará acciones legales contra el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, y contra el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, por la actuación de los antidisturbios contra los manifestantes que se congregaron el lunes en Ferraz porque la ven "una trampa" del Gobierno en funciones para enfrentar a los españoles.

"Lo que está haciendo el Gobierno de Pedro Sánchez sí es un ataque a la democracia y lo que están haciendo los españoles es ejercitar su derecho a protestar contra los graves ataques que estamos viviendo en estos momentos contra nuestra democracia, nuestra unidad y contra el orden constitucional", afirmó Millán.