La Comisión Europea sí tiene ahora mismo "preguntas" sobre la ley de amnistía, preguntas que el Gobierno está respondiendo en un diálogo "fluido" con Bruselas. Lo reconocía este lunes el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños. Y lo decía también, a su lado, el comisario Didier Reynders. Pero la evaluación de la norma, precisó el político belga, solo llegará una vez que quede definitivamente aprobada, como sucede con otros textos legales de otros Estados miembros. Pero el Ejecutivo comunitario también quiere que siga quedando claro que considera prioritario que se renueve ya el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), para después estudiar una reforma del método de elección de sus vocales. Es decir, justo lo contrario de lo que exigió el PP.

Este 4 de diciembre Bolaños y Reynders volvieron a encontrarse en Bruselas, esta vez con motivo del Consejo de Justicia e Interior (JAI), que dirigió España por su condición de país que ejerce la presidencia rotatoria de la UE. Y, al término, ambos comparecieron en una rueda de prensa que estuvo monopolizada por ambos temas. Y no era extraño, dado el desmentido de un portavoz de Reynders al ministro el viernes pasado —sostuvo que la Comisión no había dicho aún que la ley de amnistía no suscitase ninguna preocupación— y porque este lunes se cumplen cinco años de mandato caducado del CGPJ, sin visos además de que el bloqueo acabe.

Ese diálogo", dice Bolaños, "se desarrolla con preguntas, con respuestas a todas las que se formulan, con transparencia y normalidad total"

Bolaños subrayó que la Comisión y el Ejecutivo trabajan con "total colaboración y cooperación" y abordan todos los asuntos de interés común "con lealtad y confianza". "Estamos manteniendo un diálogo continuo, fluido, transparente para clarificar cualquier aspecto. Ese diálogo se desarrolla con preguntas, con respuestas a todas las preguntas que se formulan, con transparencia y normalidad total". "Y por eso tenemos una posición común la Comisión y el Gobierno español, y estamos totalmente alineados. Esta es la realidad", respondió al término de la reunión de ministros de Justicia de la UE.

Reynders, por su parte, insistió en que el Ejecutivo comunitario "no ha cambiado de posición" desde que envió su primera carta a España a propósito de la ley de amnistía para pedir información detallada. Recordó el comisario que el Gobierno le hizo llegar la proposición de ley registrada en el Congreso y que el Parlamento Europeo también debatió la cuestión y que ahora el diálogo "continúa" a través de "preguntas". Sí remarcó que el asunto catalán es un "asunto español", de orden "interno" en España, que se resolverá "ajustado a la Constitución española" y solo "al final del proceso" habrá una evaluación por parte de la Comisión.

"Posición compartida, común"

El político belga señaló que esta no es la primera vez que se estudia un proyecto de ley antes de su adopción y se dialoga sobre él con el Estado miembro en cuestión. Y eso es lo que está ocurriendo con la amnistía. El diálogo es "constructivo" con las autoridades españolas: "Hacemos preguntas, intentamos conseguir respuestas a lo largo de todo el proceso". Un proceso, repitió, "interno", que ha de sustanciarse primero en el Parlamento español y al que seguirá esa evaluación o análisis por parte de Bruselas "cuando se adopte el texto definitivo", incluidas las enmiendas que salgan respaldadas. El comisario fue muy taxativo durante toda la rueda de prensa y se mantuvo en esa misma explicación. Pero no detalló qué "preguntas" ha remitido al Ejecutivo y qué "respuestas" ha recibido.

Reynders señala que tras cinco años es "más y más urgente" la renovación, y admite que si se llega a un acuerdo para reformar la ley la Comisión lo estudiaría

El ministro aseguró por eso que se mantenía en sus declaraciones del jueves, aunque en esta ocasión no afirmó que la amnistía provocaba "cero" inquietud en Bruselas. No repitió esas palabras. "Lo que estamos diciendo es la posición compartida, común de la Comisión Europa y del Gobierno", en un proceso de "total normalidad, donde hay un diálogo fluido, transparente y leal". "El diálogo continuará y cualquier cosa que solicite clarificación se hará".

Respecto al Poder Judicial, Reynders también recordó la posición de Bruselas: tras cinco años de bloqueo, es "urgente" activar la renovación. "Está muy claro que faltan nombramientos", Bruselas está "preocupada por la falta de renovación", señaló.

El orden que quiere la Comisión es primero renovar e "inmediatamente después" la reforma. Justo lo contrario de lo que este lunes decía el portavoz del PP, Borja Sémper: exigió primero cambiar la ley como condición para negociar la renovación. "Si esto se acepta nosotros podemos hablar, en caso contrario no", dijo el dirigente popular.

Reynders, no obstante, dejó claro que la Comisión está abierta a estudiar soluciones alternativas si el acuerdo entre partidos es comenzar primero por reformar la norma. "Mi experiencia es que los procesos de reforma son más largos que una sencilla, si se puede decir sencilla, renovación de un Consejo", apuntó. Ahí enfatizó que en las últimas dos ediciones del informe sobre el Estado de derecho de los países de la Unión, las recomendaciones a España pasan primero por el desbloqueo del CGPJ y por su posterior modificación, como ya explicó a los partidos políticos y a los actores judiciales en su viaje en el verano de 2022.

"Cuando se considere conveniente"

"Deseamos avanzar de esa manera, pero la Comisión está abierta al diálogo si recibimos una propuesta que sea objeto de acuerdo entre las formaciones políticas en España". La "prioridad" por tanto es resolver la situación del Poder Judicial, ya que "tras cinco años es más y más urgente la renovación".

El Gobierno espera "que las cosas se vayan normalizando, que todo vuelva a los cauces de normalidad institucional t que, por tanto, ese diálogo con el PP" se pueda abordar "lo antes posible". No da plazos

El comisario rechazó valorar la situación actual del Estado de derecho en España porque cada año el Ejecutivo comunitario publica su informe anual y el próximo llegará "antes del verano". "Estamos en un diálogo y nuevamente, al final del proceso, saldremos con una evaluación de la Comisión. Hoy no", recalcó el dirigente belga. 

¿Cómo salir del atolladero ahora mismo? El Gobierno, por el momento, se limita a apremiar al PP. Lo volvió a hacer este lunes Pedro Sánchez en la SER y también Félix Bolaños desde Bruselas. El ministro advirtió de que Alberto Núñez Feijóo puede también descolgar el teléfono pero, en todo caso, esa conversación entre líderes se producirá "cuando se considere conveniente".

El titular de Presidencia y Justicia recordó que hace algo más de un año fue cuando se produjo el último acercamiento de Ejecutivo y PP, que se vino abajo por la "falta de liderazgo" de Feijóo, porque "no soportó la presión de los elementos más ultras de su partido" y se echó atrás. Pero ahora hay un nuevo Gobierno, que seguirá apostando por el diálogo, señaló, y al que le gustaría que también que lo hubiera con el principal partido de la oposición.

El ministro dio a entender, no obstante, que el Ejecutivo esperará a que baje la temperatura ambiente, dada la crispación. "En este momento, no hay más que abrir cualquier periódico al azar por cualquier página para darse cuenta de las cosas absolutamente irreales y alejadas de la realidad que dice la oposición en nuestro país", indicó. El Gobierno espera "que las cosas se vayan normalizando, que todo vuelva a los cauces de normalidad institucional de los que nunca se debió salir y que, por tanto, ese diálogo con el Partido Popular" se pueda abordar "lo antes posible". Aún, no obstante, no hay plazos.