—Hay muchísima gente que piensa que nos vemos todos los fines de semana, que pasamos las vacaciones juntos, que soy casi su consejero áulico. Él entró por teléfono en Sálvame en 2014, y yo lo vi en persona por primera vez el pasado martes en la Moncloa, que nos reunimos con Ángeles [Caballero] para preparar la presentación del libro. Hemos tardado casi diez en conocernos. Ningún hombre me ha durado tanto.
Risas del público. Y también del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Jorge Javier Vázquez ponía ese punto de humor, de desenfado, de ironía, el que los telespectadores han podido ver durante años desde sus casas y que ahora es el tono de un hombre de vuelta de todo y que no está aquí para morderse la lengua. Este lunes Jorge Javier presentaba en el Círculo de Bellas Artes de Madrid el segundo libro del jefe del Ejecutivo, Tierra firme (Península, 2023), junto a la periodista Ángeles Caballero y los dos funcionaban como una suerte de contrapunto. Él, más descarado; ella, más sobria y al turrón y a la búsqueda del titular. Pero no hacía falta que pastorearan mucho al presidente, porque él sabía qué mandaba en la actualidad de este 11 de diciembre y entró en ella casi sin anestesia.
El presidente pone como ejemplo el puente que los españoles han disfrutado en un ambiente prenavideño: aquí "no se rompe nada"
Y lo que marcaba la jornada eran las palabras de Santiago Abascal en el diario argentino Clarín. "Habrá un momento dado que el pueblo querrá colgarlo de los pies", dijo de Sánchez. El PSOE pidió al PP romper con Vox y Alberto Núñez Feijóo condenó esta mañana esas "lamentables" palabras y acusó al jefe de la ultraderecha de hacerle "un gran juego a la estrategia de Sánchez y del PSOE de dividir España a través de un muro construido a través del Gobierno y también de Vox".
Las valoraciones de Abascal son de "extraordinaria gravedad", censuró Sánchez durante la presentación de su libro. Y además no se trata, cree, de ningún "lapsus" porque entiende que él quiere que se hable de esto. Estas declaraciones y mensajes son "inéditos" en la historia democrática de España y lo que pretenden, a su juicio, es intentar convertir a la política y a España en un país donde "todo se ha monopolizado por el discurso del odio" y donde existe el enfrentamiento entre ciudadanos.
Pero la realidad cotidiana, aseguró Sánchez, no sustenta ese panorama dantesco, como lo evidencia el puente de la Constitución que los ciudadanos han disfrutado en una ambiente prenavideño. "Aquí no se está hundiendo ni rompiendo nada, no hay polarización ni odio", sentenció.
"Hay que recordar que este señor, el líder de Vox, que para mí es un partido de odio, iba a ser el vicepresidente del Gobierno de España y esto tiene que hacer reflexionar también al jefe de la oposición y al PP sobre qué aliados tiene", siguió. Y añadió que si Vox es importante es porque ha sido el PP quien le ha abierto las puertas de gobiernos autonómicos y municipales y quien le iba a abrir la puerta también del Gobierno de España.
Las declaraciones de Abascal servían también al jefe del Ejecutivo para volver a defender su tesis de la "polarización asimétrica". Es decir, que no todos se comportan igual: "Hay insultadores e insultados, asediadores y asediados, gente que inocula el odio y los que trabamos con humildad e intentamos confrontar con respeto". Sánchez está convencido de que esa España que dibujan la derecha y la ultraderecha es "muy minoritaria". Como lo probaba ese macropuente en el que nada se ha roto.
Mejor 'Perro Sanxe' que 'Su Sanchidad'
Y toda esta reflexión la calzó Sánchez al hilo de la pregunta de Caballero sobre la resignificación del Perro Sanxe en la campaña de las generales del 23-J. Sobre cómo el insulto lanzado por la derecha se convirtió en un comodín positivo para el candidato socialista que hasta se llevó al merchandising. El presidente explicó que aquello no estaba "planificado", ni convocó las elecciones del 23-J pensando que dos días antes, el viernes 21, era el Día Mundial del Perro —y es que ese día, para culminar el giro, se hizo una foto con sus dos perritas de agua y la colgó en X (el antiguo Twitter)—. Todo vino por los memes, y uno en especial que le pareció "brillante": "Más sabe Perro Sanxe por perro que por sanxe". Nota al pie: le gusta más Perro Sanxe que "Su Sanchidad", el mote que le pegó a la espalda el periodista de la Cope Carlos Herrera.
Si anticipó los comicios fue porque tenía que "hacer justicia" a la obra del Gobierno de coalición y porque no podía "prolongar" una decisión que debían tomar los ciudadanos
El presidente cargó contra esa derecha que le ha pintado como una "persona aferrada al poder, sin escrúpulos", a la que han tratado de "deshumanizar". Por eso cree que la sorprendió al adelantar las elecciones al 23-J, como en 2019 hizo también al situarlas el 28 de abril. Él vio claro que había que anticipar las generales, para "hacer justicia" al Gobierno de coalición y porque "no podía prolongar" una decisión que debían tomar los ciudadanos, y menos justo cuando iba a dar comienzo la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea.
Los números en aquel momento, con el trauma bien caliente de las autonómicas y municipales del 28-M, eran malos para el PSOE, pero él no daba "la batalla por perdida", y así se lo trasladó a su ejecutiva el día en que convocó las generales, aquel lunes 29 de mayo. "A la derecha siempre le pasa con la izquierda y con el PSOE que subestiman al PSOE y su fortaleza. Pero estoy encantado de que sea así porque nos irán bien las siguientes elecciones... cuando sean".
Aquella campaña no fue plácida para él. Hubo subidón socialista según iba cerrando acuerdos el PP con Vox... pero llegó el tropiezo del cara a cara con Feijóo. Y él lo reconoce: le faltó "ímpetu para rebatir sus falsedades", como dice en Tierra firme. Al salir del plató tuvo la sensación de no "haber cumplido" con su objetivo y las expectativas puestas en él. Y vio que tampoco había gustado mucho entre los suyos: no fueron tantos los mensajes que le llegaron y se limitaban a decirle "¡ánimo!". Había que revertir ese clima, y constató que se dio la vuelta en el ecuador de la campaña. Tampoco fue fácil arrancarla con la losa tan pesada del 28-M: su primera obligación era arengar a su gente, levantarles el ánimo y que pensaran que podían ganar. "Mi historia es la del mito de Sísifo", resumió. Empujar la piedra hacia la cima pero, antes de llegar a ella, esa piedra volvía a rodar hacia abajo. Caerse y levantarse de nuevo. "Tenemos que coger otra vez la piedra y volver a subir".
Admite que la amnistía es una decisión "trascendente" por lo que implica de resolución de conflictos políticos y por lo que ayuda a liberar energías hacia debates que preocupan a la gente
—Si tú tuvieras que ir a un programa de televisión, no tengo ninguna duda de que sería Supervivientes —le dijo Jorge Javier.
—¿Pero eso dónde lo grabáis? ¿Ahí en Honduras...? Lo hacéis en El Salvador, como tenemos un mediador... —bromeó Sánchez entre risotadas. Aludía al coordinador del mecanismo de verificación pactado con Junts: el diplomático salvadoreño Francisco Galindo Vélez. Bien visto el matiz por el presidente: Supervivientes se graba en Honduras.
Caballero, al turrón: la amnistía. "¿Cómo se intenta convencer a los ciudadanos?". Sánchez explicó que en parte hay que remitirse al "perdón", a la "superación" de un capítulo traumático. No quiere comparar la actual ley con la dimensión histórica de la amnistía de 1977, pero sí que cree que es un paso "trascendente", por lo que implica de resolución de "contenciosos políticos" y de vehicular todas las energías a debates sobre cuestiones muy relevantes, desde el cambio climático hasta la transformación del tejido productivo. El líder socialista recordó que la norma saldrá adelante por mayoría absoluta.
"Lo que quieran los españoles"
La amnistía, reiteró, no es "poner la memoria a cero", es "extraer lecciones" que todos deben asumir, incluidas las fuerzas de la oposición. "Volver de manera recurrente a utilizar el tema territorial y Cataluña como elemento de desgasta del Gobierno es un tremendo error de la derecha. Se alimentan los extremos. Vox nace por la impotencia, por la frustración de la derecha por llevar al ámbito de la contienda política todo el contencioso catalán". Para Sánchez, el "drama del conservadurismo" es que "no tiene respuestas" más allá de la "traslación de políticas pasadas". "Y no estamos en ese punto ya". A fin de cuentas, la derecha y la ultraderecha proponen "decadencia", y el "problema serio" para el PP es que "ha claudicado, perdido la batalla ideológica frente a Vox".
Afea a Feijóo su relación con Marcial Dorado: "Dice poco del PP que una persona que ha tenido una amistad profunda con un narco sea su líder"
Este martes el Congreso arranca la tramitación parlamentaria de la proposición de ley de amnistía. Este es un "debate trascendente", concedió, pero no puede ser el único argumento de la derecha porque las "verdaderas preocupaciones de la ciudadanía" son otras, y no son las de 2017, cuando Cataluña y la corrupción estaban entre los primeros puestos en las inquietudes de los españoles. Además, pensar que la amnistía ayudará a pacificar y serenar las aguas no es "cuestión de fe". "Podía serlo antes de los indultos", ahora no, porque se ha comprobado que "fueron beneficiosos". Así, "son decisiones trascendentes, complicadas, complejas de explicar", reconoció, pero también "necesarias si queremos trascender e ir a otros debates" que sí importan más a los ciudadanos. Y concluyó reiterando que la medida de gracia acabará beneficiando "incluso" a los que se han visto "con nocturnidad y alevosía" con Junts. O sea, al PP.
—¿Piensas en estar en la oposición? —de nuevo Vázquez.
—Sabía que me ibas a hacer esta pregunta. No lo veo tanto en términos de años.
—Echo de menos ir a votar.
—Pues empadrónate en Euskadi y Galicia. No, no son tantos los años como las ganas e ideas. Hay proyecto político para largo, y es importante consolidar estas transformaciones.
—Hay Su Sanchidad para rato —resolvió con humor Jorge Javier.
—Lo que quieran los españoles. Es lo bueno de las democracias.
—¿Y va a aguantar Feijóo en la oposición?
—Es una persona... diría que resistente. Le veo resistente también. Una persona que aguanta bien la posición, y eso es importante en política —le definió Sánchez. Y ojo, que esa resiliencia es marca de la casa. Ahí está su primer libro, Manual de resistencia (Península, 2019), sobre su vuelta al trono de Ferraz tras la defenestración de los suyos.
Sánchez lanza un mensaje a Puente: de las mejores cosas que hizo en su vida: dejar de fumar y delegar sus redes sociales en una 'community manager'
Pero tras cumplimentarlo, Sánchez sacó a colación la relación de Feijóo con el narcotraficante Marcial Dorado. Ya se lo afeó en la recta final de la campaña, cuando aseguró que era "inquietante". Lo mantiene. "Dice poco del PP que una persona que ha tenido una amistad profunda con un narcotraficante sea su líder". No le vale con que los populares respondan que Feijóo encadenó cuatro mayorías absolutas en Galicia. "¿Y? ¿Qué tiene que ver la velocidad con el tocino? Esas amistades no se te borran porque te hayan votado los gallegos. Esa es una responsabilidad que tiene uno y ese es un problema que tiene el PP".
"Paciencia y coraza" para Begoña
Tierra firme relata cómo a quien primero confió el presidente su decisión de adelantar las generales fue a su mujer, Begoña Gómez, que reaccionó con "perplejidad". Ella estaba allí este lunes, entre el público, y él le rindió tributo: "Creo que la vida de la pareja de un político es muy difícil. Acaba expuesta a la crítica política y no tiene las herramientas de un político para defenderse. Hay una asimetría que hace muy vulnerables a las parejas de los responsables políticos. Hay que andarse con mucha paciencia, tener una coraza y complicidad en la relación personal, que es la que tengo con ella".
El presidente explica que prefirió no citar a todos sus ministros: reivindica la acción de todo el Gobierno en las tres vicepresidentas
En la fila cero del auditorio, además de Begoña Gómez e Irene Lozano, la coautora del libro —y a quien Sánchez agradeció su labor en su primer turno—, estaban 13 de los 22 ministros: iban a ser 14 los presentes, pero faltó Ángel Víctor Torres (Política Territorial), que tuvo que acompañar a María Jesús Montero al Consejo de Política Fiscal y Financiera. A ellos se dirigió el presidente. Primero, para recomendarles que no lleven ellos mismos sus cuentas de las redes sociales. Y el consejo iba porque este fin de semana ha sido polémico Óscar Puente, titular de Transportes, por bloquear a varios políticos a cuenta del mal funcionamiento del Cercanías en Madrid.
—Yo he hecho dos cosas muy importantes en mi vida: hace más de 20 años dejé de fumar y hace ya más de diez dejé las redes sociales en manos de una community manager.
Jorge Javier miró entonces a Óscar Puente. Por si no había pillado la indirecta. El presidente añadió que ve "asimetría" en la crítica: a él la oposición le llama "de todo: dictador, psicópata, enfermo mental..." y ahora se reprueba al ministro por bloquear a dirigentes del PP. "Es como de la noche al día. Óscar es un gran ministro. Llevo detrás de él para que viniera [al Gobierno] desde hace mucho tiempo. Por fin me hizo caso".
Muchas gracias a todas y todos los que habéis estado a mi lado durante el proceso de creación de "Tierra firme" y a los que hoy me habéis acompañado.
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) December 11, 2023
Especialmente a @lozanoirene por hacer posible este libro y a @jjaviervazquez y @macaballeroma por la amena conversación. pic.twitter.com/YWC7OFvgWt
Sánchez citó otra vez a sus ministros cuando Caballero le recordó que en el libro no aparece mentada Irene Montero. ¿No cabe reivindicar ese "feminismo que muerde", que es molesto? El jefe del Ejecutivo explicó que había optado por una "solución inteligente": en lugar de aludir a un ministro —con el peligro de olvidar a otros y que se molesten—, prefirió reivindicar la "acción de todo el Gobierno" en las figuras de las vicepresidentas. Es decir, que expresa su "respeto y reconocimiento a todos" en ellas tres: Nadia Calviño, Yolanda Díaz y Teresa Ribera.
De Montero dice que tiene "buena relación con ella" y que lo hizo "bien": los ministros son "eslabones de una misma causa, la igualdad"
Y sobre el feminismo, sí comparte que tiene que ser "activista", que ha de ir "dos pasos por delante", que está siendo "atacado por tierra, mar y aire por los que banalizan la violencia". O sea, por las derechas.
—Lo puedes remediar ahora con el amigo invisible —terció Jorge Javier.
—Tengo buena relación con ella [con Irene Montero], ¿eh?. Tengo un respeto al trabajo y la labor que ha hecho en un contexto complejo. Lo ha hecho muy bien. De verdad, los ministros somos eslabones de una misma causa, la nuestra es la igualdad —contestó Sánchez, sin aludir a la ley del sí es sí que marcó su gestión. No es amigo de airear las crisis de su Ejecutivo. No lo hace en el libro, tampoco este lunes.
Tierra firme es la segunda obra de Sánchez. Pero puede haber una más. Jorge Javier le emplazó a escribir sus siguientes memorias, las terceras, para 2027.
— Y en esas hablaré por supuesto de [Carles] Puigdemont y de [Oriol] Junqueras... —los que no asoman en ni una sola de las páginas de Tierra firme. Y eso que el líder de ERC fue uno de los indultados por el Ejecutivo en 2021.
—... Siendo presidente —continuó Jorge Javier.
—Aspiraremos a ello.
Sánchez tiene carrete. Su proyecto va "para largo" y no se arruga. Es Sísifo, dice él mismo, y todavía tiene que empujar la piedra unas cuantas veces más.
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