Las elecciones europeas, a diferencia de las gallegas ya inminentes para el 18 de febrero del próximo año, se han convertido en el principal objetivo de Podemos sobre el que edificar su ansiada recuperación política tras perder cinco gobiernos de coalición salvo el de Navarra y ser expulsados del Gobierno de coalición nacional. Serán el 9 de junio, y adquieren simbolismo para los morados, dado que en 2014 los de Pablo Iglesias pusieron el germen político que terminó eclosionando con récords como los 71 escaños en el Congreso de los Diputados dos años después.
El sistema electoral proporcional y por circunscripción única -sin barrera porcentual- que brinda ese escenario de comicios permitirá conocer qué nivel de fuerza tiene el partido que dirige Ione Belarra. Pero también el balance que hay entre los morados y Sumar, quien ha emergido como referente del espacio a la izquierda del PSOE. Y es que esta es una de las principales cuestiones que ha enfrentado a Podemos con Yolanda Díaz: cree que se les ha infrarrepresentado con la distribución electoral de las listas de julio para las generales. Contar con esa certeza de forma oficial sobre el papel, permitiría a Podemos partir con ventaja en esa estrategia de renovación.
La lista electoral que salga como ganadora de las primarias tendrá un plazo cuatro meses para preparar la campaña electoral. De momento, la exministra de Igualdad, Irene Montero, no tiene competencia interna para ser elegida para ese cometido. Es la apuesta orgánica.
Las posibilidades de representación europea son algo limitadas. Si se atiende a las últimas convocatorias, donde se repartían 54 y no 61 escaños como ahora después del Brexit, la cifra necesaria para lograr un escaño rondan los 300.000-400.000 votos de media. No es exacta, y varía dependiendo de los resultados en su conjunto. En convocatorias pasadas, hay ejemplos claros. La Coalición por una Europa Solidaria (CEUS), coalición que integró al PNV, Coalición Canaria o Geroa Bai, entre otros, en 2019 obtuvo un escaño por sus 633.099 votos. Dos sacó en 2014 Ciudadanos con 497.146 papeletas. Y ese mismo año, Compromís y Chunta Aragonesista, enmarcado en la lista Primavera Europea, arañó un representante con 302.266 sufragios.
Si se atiende a los resultados de la coalición Unidas Podemos Cambiar Europa de hace cuatro años, con María Eugenia Rodríguez Palop al frente, los morados junto a IU o los comunes, con 2.258.857 de votos, consiguieron seis escaños. De acuerdo a la media, cada uno de ellos 'costó' unos 376.500 votos. Es complicado diagnosticar el voto particular de Podemos en solitario, dado que en este último ciclo electoral municipal y autonómico ha ido en muchos casos en coalición con IU. Pero hay antecedentes sobre los que se pueden vehicular hipótesis: en las últimas generales en las que ambas fuerzas fueron por separado, de seis millones de votos aproximadamente en 2015, un sexto era aporte de IU.
Podemos cuenta con aproximadamente una base de medio millón de votos de los 2,25 millones que logró la confluencia con IU y los comunes en 2019"
La última oleada de comicios autonómicos en Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, la Comunidad de Madrid, la Valenciana, Extremadura, La Rioja, Murcia y Navarra, dio a Podemos y a IU 498.323 votos. En base a esa proporción de un sexto, los de Belarra quedarían reducidos a 400.000 papeletas. No se contemplan, pese a todo, Galicia y País Vasco, del ciclo de 2020; Cataluña, del 2021, y Castilla y León, de 2022. En Cataluña el espacio parece dominarlo casi por completo ya los comunes. Y con datos de las municipales en la mano, el número de apoyos a Podemos en las otras tres zonas podría sumar otros 100.000 votos más de media que quedaría en 80.000 sin las papeletas de IU. Cerca de medio millón de votos, en definitiva de los dos millones y medio que logró el espacio de izquierdas hace cuatro años. Estas cifras, según ha podido saber El Independiente, son aproximadamente las mismas que manejan internamente en Podemos para afrontar estas elecciones.
Contar con ese rango electoral permitiría a Podemos sacar al menos un representante europeo, en este caso Montero. Y les dejaría, dependiendo del apoyo al resto de fuerzas, a las puertas de poder añadir un segundo nombre designado. En el caso de Sumar y sus socios territoriales, de acuerdo a los resultados autonómicos de mayo, y con lo descontado a Podemos propio de IU, podrían aspirar a algo más de 1,5 millones de votos. Los votos de Más Madrid (615.171), Compromís (349.142) y los comunes (266.000) en mayo, sostienen el proyecto. En comparación con el resultado de 2014, hay aún 250.000 papeletas en el aire. Si atendemos al reparto de 2019, Vox obtuvo tres europarlamentarios con casi 1,4 millones de votos. Lo que deja a Sumar a las puertas de un cuarto. De los seis de hace cuatro años, un escaño quedaría en el aire y al menos otro se daría por perdido por la división del voto de izquierdas.
Inicio de primarias para el rearme
Mañana viernes concluye el plazo de preinscripción de candidaturas para las europeas. Al término del periodo navideño, entre el 9 y el 11 de enero, las candidaturas entregarán sus avales y el 15 de enero se registrarán las listas. Pero el proceso de primarias no viene solo en su faceta europea. Hasta ocho comunidades renuevan sus direcciones autonómicas. Hay plazo ya abierto hasta el 2 de febrero. Se tratan de los de Aragón, Asturias, Baleares, Comunidad Valenciana, Madrid Canarias, Cataluña y Murcia. En las cinco primeras regiones, Podemos cuenta con gestoras. Sus exdirigentes o bien han dimitido, o han sido expulsados por el partido.
Destaca la situación de la cúpula asturiana. Covadonga Tomé, candidata en mayo y ahora no adscrita en el Parlamento de Asturias, está apunto de ser expulsada por diferencias con la dirección y reiteradas afirmaciones contrarias a la dirección nacional. Desde Madrid añaden que, como estipulan los estatutos, Tomé no está donando parte de su salario al partido y ha decidido de forma individual el destino de las partidas para actividad parlamentaria. Al contrario, ella denuncia que con su expulsión quiere impedirse que se haga una lista de oposición que pueda tener opciones en las primarias.
En lo que respecta a las gallegas, Sumar, Podemos e IU han llegado a un preacuerdo para acudir en coalición a los comicios. El proceso de primarias morado convocado para esta semana queda desplazado por una votación para ratificar el acuerdo. No habrá primarias como se exigía desde Madrid para volver a participar en alianzas. La candidata será Marta Lois, actual portavoz parlamentaria de Sumar en el Congreso de los Diputados. Los comicios están fijados para el domingo 18 de febrero una vez el presidente de la Xunta, el popular Alfonso Rueda, ha procedido al adelanto de los mismos.
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