Después de sobrevolar entre los partidos la posibilidad de un adelanto de comicios ya con los presupuestos regionales atados por parte del PPdeG, el presidente –ahora en funciones–, Alfonso Rueda, apretó la tecla para definir el domingo 18 de febrero como jornada de apertura de urnas. Oficialmente, el popular quiere evitar "meses de barullo" político y de incertidumbre. Extraoficialmente, el PP quiere dar el primer golpe electoral sobre la mesa después de las generales y la incapacidad de Alberto Núñez Feijóo para gobernar. Una forma de acreditar respaldo en las urnas frente al PSOE y sus socios. Estas elecciones abrirán el nuevo ciclo, que se complementará con las vascas y las europeas, en principio ambas para junio.
La campaña electoral tendrá dos ejes. El más claro será el nacional. Tanto Feijóo, como Pedro Sánchez, Yolanda Díaz y Santiago Abascal se implicarán en ella. El líder popular ya ha dejado algunas pinceladas de su enfoque: denunciar los "cambios de opinión" de Sánchez y "el ninguneo permanente a los intereses de Galicia, tanto en infraestructuras como desde el punto de vista de proyectos empresariales y de inversiones". El secretario general de los socialistas, por su parte, apelará a la mayoría progresista que le ha permitido mantenerse en Moncloa y a la posibilidad de cambio tras varias décadas de gobiernos conservadores solo interrumpida por el tripartito de izquierdas con Emilio Pérez Touriño al frente. En ese vuelco por la izquierda insistirá Sumar, mientras que Vox busca enarbolar una opción crítica con el PP y ser el voto de castigo por el acercamiento, denuncian, de populares y socialistas en un marco de potenciales acuerdos de Estado.
El segundo eje será el autonómico, que tendrá que confluir en parte con el nacional. Rueda, por ejemplo, hará campaña independiente a Feijóo y tendrá que vehicularla y hacerla compatible. Tanto él como José Ramón Gómez Besteiro (PSdeG) y Marta Lois (Sumar) tendrán que hilar un contrapeso más ligado a la región, plano en el competirán claramente la candidata del BNG, Ana Pontón, y el de Democracia Orensana (DO), Armando Ojea. Y es que ante partidos al alza como el Bloque, no pueden quedar en un plano secundario las preocupaciones de la tierra.
Los datos previos sobre el papel
Todavía no hay sondeos electorales que estimen una aproximación del escenario que afrontan los partidos. El más reciente es preelectoral y data de octubre. Corre a cargo del Sondaxe para La Voz de Galicia, y otorga al PPdeG 40 escaños, 19 al BNG, 15 al PSdeG y un parlamentario a Sumar de un total de 75 donde la mayoría absoluta está garantizada a partir de los 38 representantes. El resultado real más próximo a esta convocatoria es el de Galicia en las elecciones generales de julio.
El PP se impuso como primero con 699.513 papeletas y un 43,54% del voto. De acuerdo a esos datos volcados en una simulación de reparto provincial con la ley D'Hondt, el PP lograría esa mayoría por la mínima. Difícil es el reparto a la izquierda, dado que los socialistas y Sumar consiguieron más respaldo que el BNG, cuando éste en Galicia lidera la oposición. En todo caso, el comportamiento electoral será muy diferente. A ello hay que sumar otros actores destacables, como DO, que no concurrieron.
Relevo de candidatos
¿Quién es quién en el tablero electoral? La única candidata que repite en Galicia es la nacionalista Ana Pontón. El reto de partidos cuenta con nuevos rostros, desde el presidente en funciones Rueda, que ha guiado la comunidad dando el salto desde la vicepresidencia tras la marcha de Feijóo a Madrid para liderar al PP, hasta el socialista Besteiro, Lois por Sumar y Ojea de DO. Se desconoce, por el momento, el cabeza de cartel de Vox. Bambú está reorganizando el grupo allí, tras la desconfiguración y múltiples salidas como la de su excandidato Ricardo Morado. Pese a la petición del PP para no dividir el voto, descartó no concurrir a las elecciones. Y este sábado, las bases de Podemos han rechazado concurrir con Sumar y han dado pie a la candidatura Isabel Faraldo. Pablo Iglesias pidió votar en contra y apoyar al BNG. Podemos tendrá su propia papeleta.
Hay que señalar otro cambio por la izquierda del PSdeG: la oferta que en las anteriores elecciones representaron Galicia en Común –la marca de Podemos e IU– y En Marea estará representada bifurcada nuevamente por las siglas de Podemos Galicia y Sumar. DO, después del éxito en Ourense, quiere ser determinante en sus primeras autonómicas. Además, Ciudadanos no repetirá, al estar casi desmantelado en la comunidad, hecho que quedó constatado en las municipales de mayo. A Feijóo lo suple Rueda, investido sin urnas de por medio el 12 de mayo de 2022; Besteiro asume el testigo de Gonzalo Caballero, y Lois y Faraldo el de Antón Gómez-Reino y Pancho Casal, ambos sin representación por dividir el voto previo de 2016.
Los perfiles
Alfonso Rueda. Es el actual líder del PP gallego y tiene por delante un reto mayúsculo: continuar la senda de las cuatro mayorías absolutas seguidas del partido. Intacta desde 2009. Será el tercer candidato en la comunidad en lo que va de democracia. Y como Feijóo tuvo que hacer tras Manuel Fraga, Rueda deberá ganarse sus propias gestas electorales.
Quien conoce a Rueda lo describe como amable, cercano, directo, sincero, sociable y deportista. Hace running. Es muy familiar, y lo escenifica, especialmente, con sus dos hijas veinteañeras. Alguno de estos elementos y en busca de ese perfil propio, Rueda ya ha protagonizado un spot electoral para felicitar la Navidad en la que reivindica que con él y bajo su conducción –se escenifica llevando un autobús– Galicia no para, Galicia Rueda.
En ningún caso es un desconocido de la política de Galicia. Nacido en 1968, a los 25 años Rueda ya presidía Nuevas Generaciones de su Pontevedra natal. A los 32 años, en el 2000, se convirtió en director general de la Administración local de la Xunta. Ejerció el cargo cinco años para, después, pasar a la primera línea política con Feijóo al frente de la oposición durante el gobierno de Touriño. En el primer gobierno de Feijóo ocupó la consejería de Presidencia. En 2012 añadió al cargo la vicepresidencia. Y así se mantuvo hasta la salida de su presidente y el relevo de mando. Rueda es en Galicia lo que Tellado es ahora en el Congreso para Feijóo.
Ana Pontón. Asumió el reto de modernizar el Bloque de cara a las elecciones de 2016. Salvó los muebles con seis de los siete escaños previos. Y en 2020, ante las dudas sembradas por el resto de candidaturas de izquierdas, Pontón logró el mejor resultado del partido en Galicia, aunque con cifras de voto algo menores que en la mejor etapa bajo la dirección de Xosé Manuel Beiras. Conectó además con el electorado defendiendo íntegramente las causas gallegas. El reto del BNG es, no solo mantener representación, sino ampliarla a costa de electorado progresista descontento para poder encabezar un cambio de gobierno con socialistas y Sumar como socios prioritarios. Es su examen final.
Natural de Sarriá, Lugo (1977), es licenciada en Ciencias Políticas. Su actividad política se ha limitado a un escaño consolidado en el Parlamento de Galicia desde 2004 desde los 27 años. En febrero de 2016, con 38 años, asumió los dos cargos principales del partido terminando con su bicefalia: el liderazgo y la portavocía nacional. Fue la primera mujer en lograrlo. Su paso al frente aportó al Bloque rasgos opuestos hasta la fecha, como un estilo más sosegado sin renunciar a las esencias dogmáticas.
A Pontón la definen como cercana y empática. Esa es la imagen que se quiere proyectar de ella de cara al electorado. También abierta políticamente a la izquierda no nacionalista, y preocupada con causas como el ecologismo o el feminismo.
José Ramón Gómez Besteiro. Afronta la competición más complicada del año para los socialistas. Porque el reto es doble: primero romper la solidez del PP, pero también intentar recuperar posiciones y dar el sorpasso al BNG. La tranquilidad reinaba en Ferraz esta semana al haber conseguido Díaz unir al espacio no nacionalista a su izquierda, algo que complicaba ese ansiado vuelco. Pero la decisión de la militancia morada vuelve a dejar a la izquierda rondando en torno a la inestabilidad.
La esperanza de los socialistas es que el probable menor tirón de Rueda, por su desconocimiento pese a los años presentes en la Xunta, haga cuajar a Besteiro. De Lugo (1967), cuenta con notable experiencia en la comunidad. Fue secretario general de la federación entre 2013 y 2016. Pero tuvo que renunciar por ha porque la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Lugo, Pilar de Lara, le llegó a imputar diez veces en la llamada Operación Pulpo. Pero la causa se fue disolviendo y hace justo un año, en diciembre de 2022, se archivó el último fleco pendiente por falta de indicios de delito. Este año, en un contexto de 'rehabilitación' política tras años de silencio mediático, fue designado como delegado del Gobierno en Galicia en sustitución del ya exministro José Miñones. Y ahora ocupa escaño en el Congreso de los Diputados, como primero de la lista por Lugo. Allí fue presidente de la diputación entre 2007 y 2015. Periodo que compatibilizó con su cargo de concejal desde 1999.
Quien conoce a Besteiro lo define como alguien positivo, ocurrente y con muy buen sentido del humor. A nivel político se le valora con notoriedad por sus capacidades. Ama y entiende bien la política; tanto la propia como la ajena de otras siglas. Y eso es una apuesta en firme: su capacidad de análisis político es puesta en valor para adelantarse a futuros movimientos como los que trascenderán en la campaña.
Marta Lois. Es la partner de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Díaz. Lois preside su Movimiento Sumar y desde hace años hace tándem con ella. Es la apuesta segura de la plataforma, como rostro más reconocido frente a otras valoraciones hechas en las últimas semanas. Aunque su designación se ha tomado velozmente para llegar con solidez a los comicios y antes de que el 5 de enero finalice el plazo de registro de candidaturas. Como contrapeso a la confianza de Díaz, sus críticos en el espacio de izquierdas la ven como un perfil poco firme y destacado políticamente. Es el caso de Podemos, quien denunció su "irrelevancia" en plenos como la investidura fallida de Feijóo, dejando todo el protagonismo al PSOE. El objetivo de Lois con Sumar es brindar a la izquierda de una llave clara para posibilitar un nuevo gobierno, así como volver a contar con representación tras cuatro años de vacío. Los magentas han hecho los deberes y han antepuesto Galicia a las siglas abogando por un acuerdo con Podemos que no ha llegado, y esperan que el voto del espacio prime a ellos.
Viguesa (1969), Lois lleva a sus espaldas casi una década de carrera política. Se ha limitado a dos escenarios. El principal ha sido el municipal, con su etapa de concejal de Igualdad, Desarrollo Económico y Turismo de Santiago de Compostela (2015-2019) bajo las siglas de las mareas de Compostela Abierta [Independientes, Anova, Podemos o IU, entre otros] liderada entonces por el alcalde Martiño Noriega. En estas últimas elecciones fue elegida diputada por Pontevedra en el Congreso, donde actualmente ejerce como portavoz parlamentaria. Es doctora en Ciencias Políticas y profesora de la Universidad de Santiago de Compostela (USC).
Isabel Faraldo. Su lista Rexurdir Galicia ha ganado las primarias de Podemos. Se trata de una militante morada desde los inicios del partido, siendo portavoz del mismo en A Coruña. Allí ha tenido representación municipal. Es trabajadora administrativa del Sergas, y en 2005 hizo una huelga de hambre para que las condiciones laborales de las administrativas se equiparasen a las del resto de la Xunta.
Armando Ojeda. El número dos del alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, encabezará la primera candidatura al Parlamento gallego. La cuál será provincial. Éste es uno de los ideólogos de DO y quienes lo conocen lo definen como el alter ego del mediático primer edil orensano, quien accedió al cargo denunciando corrupción con formas más propias de la antipolítica. Ojea ha ejercido de profesor en distintas disciplinas como física, matemáticas y música. También ha sido músico profesional. Le gustan los idiomas, la lectura y la investigación histórica. El reto principal de DO es tener voz parlamentaria para que haya una discriminación positiva con Ourense. Sin una definición ideológica clara, el partido parece orientarse al centroderecha. Aspira a conseguir dos, tres o cuatro representantes. Sus 18.450 votos en la capital podrían darle uno a costa del PP.
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