La muerte de Natalia S. S. en la noche de este lunes en Madrid tiene en vilo a la Policía. La mujer, de 42 años, es tía de Gordo Maya, un conocido alunicero. Los investigadores mantienen todas las líneas de investigación abiertas, pero que el móvil haya sido un posible ajuste de cuentas hace temer por que las calles de la capital se conviertan en un polvorín en busca de venganza. Además de la investigación, la Policía desplegó ayer un dispositivo de seguridad en Ciudad Lineal donde vive la familia por miedo a represalias.

El Gordo Maya (que en realidad se llama Francisco) es miembro de la banda de delincuentes de El Goyito, una organización dedicada a cometer robos por el método del alunizaje, que consiste en estrellar vehículos contra las lunas de los escaparates de comercios para acceder a los establecimientos y llevarse el botín. El líder está condenado a 25 años de prisión.

Este joven pertenece a la última generación de aluniceros de Madrid. Son los hijos de los antiguos cabecillas de cada una de las bandas que ahora se han hecho con el control del negocio. Delincuentes que lo único que han conocido en casa es a asaltar tiendas estrellando coches. La Policía Nacional cuenta desde 2003 con el Grupo XXI, especializado en perseguir a este tipo de organizaciones.

Última detención

El 14 de julio, el joven alunicero, con un largo historial delictivo a sus espaldas, resultó herido de bala cuando se encontraba en plena calle en el distrito madrileño de Ciudad Lineal. Las fuentes consultadas creen que aquello fue un aviso, quizás "por un asunto entre distintos grupos" o alguna deuda pendiente. Ahora han acabado con la vida de su tía. "Que hayan matado a una mujer es aún más delicado en estos grupos", apunta una fuente consultada.

El Gordo Maya fue detenido por última vez el pasado 15 de octubre tras dejar mal aparcado su coche en la calle Sierra de Meira, situada en el barrio de Nueva Numancia de Puente de Vallecas, en virtud de una orden de arresto por un delito de tentativa de homicidio en Seseña (Toledo). Esa orden estaba cursada por intentar acabar con la vida de otro alunicero, presumiblemente uno de los involucrados en el tiroteo que sufrió en verano. El Gordo Maya lo dejó paralítico.

Las distintas bandas compiten por los mismos objetivos. Los productos que sacan de los asaltos son luego vendidos en el mercado negro. Según fuentes policiales, los golpes a joyerías quedaron atrás, aunque de vez en cuando se produzcan. Las tiendas de telefonía móvil están ahora en el punto de mira. "También se dedican a otros temas, como drogas y armas", explica la misma fuente.

Aunque su zona de actuación se encuadra a Madrid y los alrededores, no dudan en desplazarse a otros puntos de la península para actuar. En la capital se concentran en las zonas del sur, en los barrios de Carabanchel, Usera, Villaverde o Perales del Río (un barrio de Getafe), entre otros.

El asesinato

Natalia estaba sentada en el asiento del copiloto de una furgoneta grande en el número 11 de la calle Lago Maracaigo, en Vallecas. Eran las 21.45 horas. A su lado, en el lugar del conductor, había otra persona. De repente, una tercera persona se acercó a la ventanilla y descerrajó hasta cuatro disparos contra ella. Las balas impactaron en el pecho, a la altura del corazón.

Según fuentes policiales, el pistolero se acercó en un coche negro de gran tamaño (tipo Chrysler o Volkswagen Touareg). Los orificios de los disparon hacen pensar a los investigadores que se pudieron hacer con dos tipos de armas, una corta y otra larga.

Hasta el lugar se han trasladado sanitarios del Samur-Protección Civil, que se han encontrado a la mujer con varias heridas por arma de fuego en el hemitórax izquierdo y en parada cardiorrespiratoria. Los trabajadores certificaron la muerte de la víctima.

La investigación de la muerte de la tía del Gordo Maya corre a cargo del Gurpo VI de homicidios de la Policía Nacional. Los agentes, tras tomar declaración a los vecinos y testigos, buscan a dos personas por su implicación en los hechos. Policías de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) buscaron por la zona a los autores y su vehículo, aunque al cierre de esta edición no había detenidos.

Natalia estaba casada con el Pipi, otro conocido alunicero y líder de la 'Banda del BMW'. El pasado verano fue condenado a más de 11 años de cárcel por distintos robos cometido en los años 2017 y 2018, uno de ellos en un camión cargado de material audiovisual, otro de un turismo de su marca preferida y un tercero en una nave donde se hizo con herramientas y otros efectos.