Primera gran sesión plenaria extraordinaria de la legislatura y primera muestra de pugna electoral entre Podemos y Sumar tras su ruptura parlamentaria y con las gallegas de fondo. Este miércoles, el Senado acoge un 'superdebate' del Congreso de los Diputados en sus instalaciones por obras en el hemiciclo de renovación del sistema de votación. Entre los asuntos a tratar, está la convalidación de tres reales decretos. El de la reforma del subsidio de desempleo, destaca por haberse convertido en la primera cuestión entre morados y magentas para marcar posición y compromiso con el votante a la izquierda del PSOE.

Los de Ione Belarra y ella misma, tras la última comparecencia de partido en sede parlamentaria, tachan de "recorte" la propuesta del Gobierno. Afirman que el real decreto ley en materia laboral reduce la base de cotización y provocará que los futuros pensionistas que ahora superan los 52 años y perciben esta prestación verán disminuida su pensión posteriormente. La propia Belarra ha hecho una interpretación de lo que a su juicio puede suponer para un pensionista medio esa bajada. Con la bajada del 125% al 100% de la cotización del salario mínimo interprofesional (SMI), como por el momento está fijado, las pérdidas podrían alcanzar "para un pensionista medio que la cobra 18 años- hasta 40.000 euros menos del total. Más de 2.000 euros anuales.

Podemos, en su afán de recuperar la percepción electoral de izquierda "transformadora" frente a Sumar, que se ha impuesto en el tablero electoral como representante de ese sector más allá de los socialistas, aboga por enarbolar esta reforma como un retroceso, mientras que en Sumar defienden que se trata de amoldar la base de cotización al un estadio real. Y que con la subida progresiva del SMI se palia. De ello daba cuenta la portavoz parlamentaria y candidata de Sumar en Galicia, Marta Lois, este martes también desde las Cortes. "Esto no va de recortes. No entendemos que se esté hablando ello. Se trata de la necesidad de acabar con una sobre cotización que buscaba compensar un SMI bajo para un colectivo muy próximo a la jubilación" tras las reformas laborales del PP. Por tanto, para la candidata magenta, "si asumimos que no es un recorte, resulta ciertamente incongruente que tengamos que negociar dejar fuera un recorte".

Fuentes de Sumar aseguran que Podemos está cimentando una polémica ficticia y "artificial" que busca un interés partidista poniendo en riego los intereses colectivos de la sociedad como son, entre otros, la bonificación del transporte público. La crítica también se ha extendido públicamente a Junts. Pese a todo, desde el partido se intuye que, en última instancia, los morados darán su brazo a torcer. Porque "sería difícil explicar una privación de derechos" ante el electorado por mínimos que sean. De hecho en Sumar afirman la necesidad de seguir avanzando pese a que el decreto queda cojo en algunos sentidos.

Podemos marca posiciones

Los morados, pese a todo, mantienen su posición y marcan terreno. Mientas que afirman que estudiarán cada decreto de manera individualizada, dando a entender que pueden ser más proclives a votar positivamente al escudo social o a las medidas ómnibus del Plan de Recuperación para percibir 10.000 millones de euros de los fondos europeos, se pide al Gobierno y a Trabajo que "no sean tan torpes y retiren" la medida para ajustar la cotización. Ello pactando ahora la posibilidad de enmendar parcialmente el texto tras tramitarlo como proyecto de ley. Dependerá en todo caso del rumbo que en las próximas horas tome la negociación abierta hasta la propia votación. De momento ha habido llamadas, pero sin feedback.

Podemos expone que no tiene las manos atadas para apoyar los decretos y critica que el Gobierno y Sumar prioricen negociaciones con el PP"

Para Podemos, esta negociación va a marcar la lógica de la legislatura. Es decir: los morados la entienden como el punto de inflexión para que los socialistas los consideren actores esenciales para la toma de decisiones y la promulgación de medidas. "Nos conocen y saben como somos", aseguran los morados, criticando que tanto socialistas como Sumar hayan buscando antes los votos del PP para los decretos que los suyos. La interlocución con el PP ha sido a cuenta del ministro de Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, con la secretaria general, Cuca Gamarra, y de Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo con el portavoz nacional Borja Sémper. Sin embargo, con Podemos se ha limitado a Bolaños y al 'dos' de Trabajo, Joaquín Pérez-Rey.

Fuentes del partido izquierdista hablan de "sorpresa" por que se priorice al PP, quien no ha apoyado la investidura y se opone con dureza a este gobierno, antes que a Podemos. "Con más limitación a los alquileres, lo tienes más fácil con nosotros que con el PP, que no te va a apoyar nada". Ante las previsiones de Sumar, de que los de Belarra terminarán respaldando todas las medidas, éstos apuntan a que son "libres" que que a diferencia de otros grupos, no tienen las manos atadas con acuerdos de investidura y legislatura. Esa crítica a dialogar con los populares, Sumar la defiende señalando que no se cierran a nadie "salvo a la ultraderecha" para legislar beneficios sociales.

Ante la falta de contacto directo entre ambos partidos más allá de Trabajo, los magentas explican que es difícil dialogar "cuando no se reconoce el contenido real de los decretos". "Vale la pena que nos digamos la verdad", insisten los de Díaz, que no descartan, pese a las malas relaciones, conseguir grandes pactos de legislatura conjuntos. En el PSOE añaden que, en lo relativo al escudo social, fomentar medidas para topar los precios de la vivienda "no es la solución" cuando se ha hecho hace nada con la ley de vivienda. Lo es "la vivienda pública para ofrecer alquileres accesibles".

Galicia en el horizonte

El posicionamiento electoralista tiene como horizonte principal Galicia. Tras él irá previsiblemente País Vasco también con un respectivo adelanto, seguido de las elecciones europeas para la que Irene Montero, por Podemos, ya pide avales para oficializar definitivamente su candidatura respaldada por el aparato. En la carrera a la Xunta ambos partidos, tras un amago de acuerdo, concurrirán en solitario y mientras que a Sumar se le prevé en las encuestas un solo escaño en el Parlamento, Podemos volvería a quedar fuera. Y actuar contra la acción estrella del ministerio de Díaz, la legislación laboral, para desacreditar, podría suponer un plus en su feudo.

Para el impulso de Sumar o Podemos en esas elecciones, que parten complicadas por la división de la izquierda en cinco candidaturas [más PSOE, BNG y Espazo Común Galeguista], es necesaria una clara movilización de la izquierda, algo que en el plano autonómico, indican fuentes de Sumar, no sucede. Sin embargo, la situación de Galicia por el vertido de pellets desde la izquierda se cree que abre un marco de oportunidad para captar participación. "Rueda quiso hacer un mero trámite con el adelanto, y esto va a incentivar el desgaste", entienden fuentes consultadas.