En los congresos del PSOE, se respeta siempre una liturgia. En la jornada de clausura, tras la votación de los delegados, se proclama en el plenario, uno por uno, a los miembros de la nueva ejecutiva. Desde los vocales, los que ocupan el último peldaño en la escala de mando, hasta el secretario general. Así sucedió en Valencia hace apenas dos años y medio, en el 40º Congreso Federal. Pero la foto que dejó aquel cónclave a la que se proyectará este domingo, en el cierre de la convención política en A Coruña que comenzó este viernes, ha sufrido cambios. Muchos. Y no menores. En este tiempo, el líder del partido y presidente del Gobierno ha sustituido su núcleo duro, ha profundizado la síntesis entre Ejecutivo y dirección, se ha deshecho de equilibrios internos que ya no son necesarios y ha promocionado nuevos rostros y territorios. Sus mensajes, con el paso del tiempo, son evidentes.
El secretario general ya ha dado a conocer la composición de la nueva dirección. Pero, formalmente, será aprobada este domingo por el comité federal, el máximo órgano del PSOE entre congresos, en una reunión exprés antes del acto de clausura. Con el nuevo equipo, Sánchez emprende este comienzo de la XV Legislatura y termina de reajustar todos los nodos de poder. Primero, el rediseño del Gobierno —que atravesó su última mutación el pasado 29 de diciembre, cuando tuvo que acomodar su Gabinete a la salida de Nadia Calviño—, y ahora, el retoque de la comisión ejecutiva federal.
La nueva dirección será aprobada por el comité federal este domingo, en la jornada de clausura de la convención que el partido celebra en A Coruña
El siguiente congreso federal, el número 41, no será ni mucho menos inmediato. Podría celebrarse a partir del próximo otoño, tres años después del anterior, pero Ferraz no tiene prisa porque las autonómicas y municipales de 2027 quedan lejos. Los retos electorales inmediatos son otros: las gallegas del 18 de febrero —la razón que explica que esta convención política se celebre en A Coruña—, las vascas, previstas para abril, y las europeas del 9 de junio. A ellas se sumarán las catalanas, como máximo en febrero de 2025, con las que, en realidad, y dependiendo de sus resultados y de la formación de gobierno posterior, arrancará de nuevo la legislatura.
Las claves de la nueva dirección del PSOE, de 44 miembros (además de los vocales natos), dos más que la que fue elegida en 2021, son las siguientes:
-Sin cambios en el núcleo de poder. Es el primer mensaje importante de la remodelación ejecutada por Sánchez. Reconfigura su equipo, sí, pero los pilares se mantienen. Igual que ocurrió en noviembre cuando confeccionó el Gobierno. El presidente reconstruyó su núcleo de confianza en dos tandas. Una primera, en julio de 2021, cuando hizo caer a los que entonces eran sus puntales: la vicepresidenta, Carmen Calvo; el titular de Transportes y secretario de Organización del partido, José Luis Ábalos, y su director de Gabinete, Iván Redondo. Directamente, cambió el chasis del poder.
Ascendió a ministro a su fiel Félix Bolaños, refrescó el Ejecutivo al incorporar rostros de mujeres jóvenes como Pilar Alegría e Isabel Rodríguez, retomó su vieja relación con Óscar López y Antonio Hernando —nuevos director y director adjunto de Gabinete— y situó a Santos Cerdán en Organización, en la vacante dejada por Ábalos. De ese rediseño fue tributaria la ejecutiva del PSOE emanada del 40º Congreso, en octubre de ese año. Pero ya entonces eran perceptibles las fricciones entre los números dos y tres, Adriana Lastra y Santos Cerdán. La dirigente asturiana había perdido poder al ceder la portavocía del Congreso al canario Héctor Gómez, por lo que compartía espacio de trabajo en Ferraz con Cerdán, y a la larga se acabó convirtiendo en una fuente de conflicto.
En julio de 2022, Lastra dimitió como vicesecretaria general aduciendo que quería centrarse en su embarazo de riesgo de su primer hijo, y su salida dio paso a una reestructuración de la cúpula: ingresó como nueva número dos del PSOE la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Cerdán se mantuvo como tres y, como nuevos portavoces del partido y en el Congreso, Pilar Alegría y Patxi López.
A la cúpula se incorporan cinco ministros. El partido estrena portavoz, Esther Peña, en sustitución de Pilar Alegría
Ahora, en la cúpula que aprobará el comité federal este domingo, Sánchez mantiene su círculo de poder intacto: Montero como vicesecretaria general, Cerdán en Organización. Con roles distintos y sin competir entre ellos. El dirigente navarro es, a todos los efectos, el jefe absoluto de Ferraz, reforzado tras la investidura, al haber conseguido cerrar el acuerdo más difícil de todos: la alianza con Junts y, singularmente, con Carles Puigdemont. Y ella es la supernúmero dos, en el Gobierno y en el partido. Además, el tridente de poder se completa con Bolaños, superministro de Presidencia y Justicia y también miembro de la dirección: a su cartera de Reforma Constitucional y Nuevos Derechos añade ahora Justicia, una de las atribuciones que hasta ahora recaía en Llanos Castellanos, subsecretaria del Ministerio de Vivienda que ahora sale de la dirección. En la presidencia del partido, sin cambios tampoco: la exministra Cristina Narbona, en el cargo desde el 39º Congreso, de junio de 2017.
-Los nuevos rostros en el segundo peldaño. La cara cotidiana del PSOE será, a partir de ahora, la diputada por Burgos Esther Peña. Ella, también secretaria provincial del partido desde 2015, será la portavoz de la cúpula, en sustitución de Pilar Alegría. Es la segunda vez que Sánchez confía en ella. Entre 2018 y 2019, Peña fue portavoz del comité electoral. Es una mujer de la total confianza del líder socialista en Castilla y León, Luis Tudanca, una dirigente sobria y confiable para el presidente, que sabe que sus mensajes no chirriarán ni meterán en un aprieto ni al partido ni al Ejecutivo.
También es muy relevante el relevo en la cartera de Igualdad, la cuarta en el organigrama socialista. Entre 2017 y 2021 la titular era Calvo, pero tras su caída del Ejecutivo, Sánchez la sacó de la dirección. Y eligió para un área estratégica para el PSOE a la joven diputada por León Andrea Fernández, una apuesta personal de Lastra. Ahora, Fernández abandona la dirección y es sustituida por la nueva ministra de Igualdad, la vallisoletana Ana Redondo. El presidente aprovecha, pues, para situar en el cargo a su ministra, justo ahora que el PSOE ha recuperado el departamento, ocupado anteriormente por Irene Montero, de Podemos. Pero con Fernández desaparece la última pata del adrianismo en la dirección.
Regresa a la dirección Paco Salazar, uno de los hombres del Gabinete de Sánchez en la Moncloa. Es ascendido la mano derecha de Cerdán, Juanfran Serrano
A cargo de Acción Electoral seguirá el vallisoletano Javier Izquierdo, que añade Formación a sus funciones, área que le entrega la andaluza María Márquez. El parlamentario por Jaén Juanfran Serrano, mano derecha de Cerdán, asciende: de ser solo un vocal adjunto a la Secretaría de Organización pasa a ser el secretario adjunto de Organización. Un cambio sutil de denominación que significan más galones para el diputado.
La entrada de la secretaria de Organización de Extremadura, Marisol Mateos, también supone cambios. Ella es la mujer de confianza del expresidente regional Guillermo Fernández Vara, secretario de Política Autonómica de la ejecutiva federal. Pero dejará el cargo regional próximamente, dado que Vara quiere que se celebre un congreso autonómico para elegir a su sucesor en cuanto se recupere de su cáncer de estómago. Mateos asume en la nueva dirección de Sánchez la cartera de Política Municipal y Reto Demográfico, siempre muy relevante por el carácter municipalista del PSOE. Vara permanece en Política Autonómica. El sevillano Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, también vicepresidente primero del Congreso, pierde Política Municipal pero a cambio recibe el área de Institucional —que tenía Llanos Castellanos— y de Grandes Ciudades.
Además, regresa a la dirección otro dirigente sevillano, Paco Salazar, para asumir Investigación y Análisis, para seguir escrutando encuestas y datos electorales. Salazar era el número dos de Iván Redondo en la Moncloa. Cayó con él en 2021, salió de la dirección del partido y hasta la remodelación de la cúpula socialista de julio de 2022 presidió el Hipódromo de la Zarzuela. Después, Salazar retornó a Moncloa. Y ha revalidado con el nuevo Gobierno, como secretario general de Planificación Política del Gabinete. Y este domingo volverá oficialmente a la cúpula socialista. Otro de los que regresa es Abel Caballero, alcalde de Vigo. Antes era vocal nato al ser presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). En el nuevo equipo, ingresa como vocal.
-Fusión de Gobierno y ejecutiva. Sánchez quiere que Gobierno y Ferraz funcionen como un bloque compacto. De ahí que ya desde el anterior mandato buscaba reforzar su equipo en el partido con ministros. Y ahora esa ambición se agranda. En la dirección emanada del congreso de 2021 se sentaban seis ministros. Desde el domingo, serán 10. Y si se cuenta al propio presidente, son 11 los miembros del Consejo de Ministros con sitio en la dirección, de los 18 del ala socialista. Ya formaban parte de la cúpula María Jesús Montero, Félix Bolaños, Isabel Rodríguez, Diana Morant y Pilar Alegría (Carolina Darias dejó el Ejecutivo en marzo pasado). Se suman ahora Teresa Ribera, Óscar Puente, Elma Saiz y Jordi Hereu (los cuatro como vocales), además de Ana Redondo en Igualdad. El catalán Miquel Iceta, que entró en la dirección en julio de 2022, sale ahora de ella, al dejar el Gobierno y ocupar su plaza de embajador de España ante la Unesco.
Castilla y León es la tercera federación que más diputados aporta al Congreso, y que ahora sentará a seis de sus dirigentes en Ferraz: Esther Peña, Óscar Puente, Ana Redondo, Javier Izquierdo, Iratxe García y Luz Seijo
-El premio a Castilla y León. Hace ya mucho tiempo que Sánchez ha demostrado que la tradicional política del partido de respeto a las cuotas territoriales pasó a la historia. Y se explica por su control total del PSOE desde las primarias de 2017 que ganó a Susana Díaz y sobre todo desde su llegada a la Moncloa en junio de 2018. Las elecciones del 23-J, que le permitieron continuar en el poder contra pronóstico, ganando un millón de votos más, le han reforzado internamente. Por eso configura equipos más pensando en las aptitudes de los elegidos que en su procedencia geográfica.
Eso explica, en parte, la abultada presencia en el Ejecutivo y en la dirección del PSOE de una federación, la de Castilla y León, dirigida desde 2014 por un barón siempre muy alineado con Sánchez, Luis Tudanca. De Castilla y León proceden los vallisoletanos Óscar Puente, Ana Redondo, Javier Izquierdo e Iratxe García —presidenta de los socialdemócratas en el Parlamento Europeo y secretaria de UE de la ejecutiva—, la burgalesa Esther Peña y la palentina Luz Martínez Seijo, responsable de Educación y Formación Profesional. Castilla y León fue el tercer territorio que aportó más diputados al Congreso el 23-J, 12, tras Andalucía (21) y Cataluña (19).
-El fin del ‘adrianismo’. Adriana Lastra y José Luis Ábalos fueron dos de los dirigentes que primero apostaron por Sánchez tras ser decapitado en el golpe palaciego del 1 de octubre de 2016. El poder de la dirigente asturiana fue creciendo pese a que ella no era la titular del aparato, como sí lo fue primero Ábalos y luego su sucesor, Cerdán. Y su caída en 2022, con el tiempo, demostró que no obedecía a razones puramente personales. Después, han ido saliendo de la primera línea dirigentes muy conectados con ella. En el partido se ha escuchado mucho en estos años que Lastra armaba un grupo de fieles, al margen del aparato. Es decir, que construía su propio ejército con vistas al futuro, algo que ella y su entorno más próximo siempre negaron. De las listas del 23-J salieron los diputados por Jaén Felipe Sicilia y Laura Berja —él llegó a ser portavoz de la dirección— y Andrea Fernández sí se integró en las candidaturas, aunque de dos por León, un puesto de mayor riesgo. Sí fue elegida parlamentaria, pero ahora abandona la cúpula. Algo que se esperaba porque tampoco cuenta con el apoyo de su secretario provincial, Javier Cendón. Fernández se abstuvo en el dictamen de la comisión de listas del 23-J y no acudió al comité federal del día siguiente en señal de desaprobación. Maritcha Ruiz, directora de Comunicación del PSOE de 2015 a 2016 y de 2017 a 2022, muy cercana a Lastra, dejó su cargo cuando la dirigente asturiana salió de la cúpula. Fue nombrada presidenta del Hipódromo de la Zarzuela en sustitución de Paco Salazar, pero en diciembre de 2023 fue cesada y su puesto fue ocupado por el hasta entonces Alto Comisionado para la Lucha contra la Pobreza Infantil, Ernesto Gasco.
Lastra continúa siendo diputada (fue cabeza de cartel por Asturias en las últimas generales), aunque se ha refugiado en su comunidad y forma parte de la dirección del presidente del Principado, Adrián Barbón. Ella contó que Sánchez le había ofrecido ser ministra en la primavera pasada, cuando tuvo que relevar a Carolina Darias en Sanidad y a Reyes Maroto en Industria.
Marisol Mateos, la jefa del aparato de Vara, asume la secretaría de Política Municipal. Lambán pierde a su mano derecha en Madrid
-Recompensa a Vara, castigo a Lambán. Cuando Sánchez confeccionó su ejecutiva en 2021, tenía que respetar los equilibrios internos. En aquel momento, eran nueve los presidentes autonómicos socialistas. Hoy son solo tres: Adrián Barbón (Asturias), María Chivite (Navarra) y Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha). Uno de los caídos es Javier Lambán, expresidente de Aragón y todavía barón regional. Él y Page son los dos únicos líderes territoriales críticos con Ferraz. Pero mientras que el presidente castellanomanchego está blindado por su poder institucional, Lambán ya no dispone de coraza. En 2021, Sánchez integró en su dirección a la mano derecha de Lambán, Mayte Pérez, y le asignó Reto Demográfico. Su perfil nacional ha sido, no obstante, nulo, dado el relieve además de la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, la competente del área en el Ejecutivo. Como explican en Ferraz, el presidente ya no se siente obligado a compensar a Lambán porque ya no es jefe del Ejecutivo autonómico, así que ahora puede prescindir de Pérez. Y el barón será relevado en el próximo congreso regional.
Fernández Vara también se alineó con Susana Díaz en las primarias de 2017, como Page y Lambán, pero a diferencia de ellos, y devuelto Sánchez al trono de Ferraz, trabajó del lado del repuesto líder desde el primer minuto. El presidente siempre ha contado con él, y en 2021 le designó secretario de Política Autonómica. Vara dejará pronto el liderazgo regional, pero seguirá en Madrid, en la cúpula federal. Extremadura amplía su cuota porque el expresidente de la Junta tendrá a su lado a su número dos, Marisol Mateos, como responsable de Política Municipal.
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