La última reunión de la Comisión de Justicia en el Congreso de los Diputados, vuelve a dar combustible a Vox en su faceta anti independentista y le ayuda a llegar con fuerza a la inminente campaña electoral en Galicia. La mayoría de la investidura aprobó este martes la modificación del texto presentado por el PSOE en noviembre a petición de Junts. Los socialistas han avalado que la contemplación de delitos de terrorismo, en lo que compete al procés, no se aplique solo a aquellos sucesos que no tienen sentencia firme, sino que se extienda a los que la tengan. Ello permitirá que Carles Puigdemont y Marta Rovira, de ser condenados por el juez Manuel García-Castellón, no se atengan a consecuencias. Quedan al margen aquellos delitos de terrorismo que atenten contra los derechos humanos, lo que, en todo caso, deja un resquicio a los magistrados para encauzar condenas si así lo consideran a Tsunami Democràtic o los CDR. Algo que antes, no sucedía: difícilmente se apuntaba a contar con sentencias previas antes de la aplicación de la amnistía.

Ya en la jornada previa al encuentro de la comisión, el partido que lidera Santiago Abascal anunciaba, después de plantearlo en noviembre e incidir en ello en varias ocasiones, la querella contra los miembros de PSOE y Sumar que conforman la Mesa del Congreso. Se ha presentado este martes ante el Tribunal Supremo. Por permitir la tramitación, a excepción de los tres cargos del PP presentes, de la proposición de ley de amnistía pese a contar con el rechazo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el informe del letrado mayor de la Cámara en 2021 -sobre la toma en consideración- o multitud de asociación de jueces, entre otros. Sumado a ello, y tras un periodo de contención en los temas en los que ha predominado la propuesta de ilegalización de partidos independentistas o el traspaso de las competencias de inmigración a Cataluña pedido por Junts, Vox vuelve a presionar al PP para que frene el dictamen con su mayoría del Senado una vez se apruebe en el Congreso y llegue.

Frente a esta petición reiterada por miembros del partido, por ejemplo el secretario general, Ignacio Garriga, el lunes en la rueda de prensa posterior al Comité de Acción Política (CAP), y este martes, la portavoz parlamentaria, Pepa Millán, los populares insisten en su senda: actuarán de acuerdo a la legalidad y con las herramientas a su alcance. Millán aludía que el vicepresidente segundo de la Mesa, José Antonio Bermúdez de Castro, en esa sesión -el 21 de noviembre- que aprobó llevarla a pleno para su toma en consideración, en la que se posicionó a favor de la inadmisión junto a Vox. Pero en el PP diferencian la inadmisión en el inicio de esa tramitación frente a hacerlo en el Senado, donde como máximo puede vetarse en pleno el texto o enmendarlo para que el Congreso decida finalmente si lo acepta o no.

El PP tramitará la ley de amnistía en el Senado cuando llegue y a partir de ahí hará uso de los resortes al alcance para combatirla"

Concretamente, a las puertas de la Comisión de Justicia, el portavoz parlamentario del PP, Miguel Tellado, afirmaba, al respecto, que "no haremos nada fuera de la ley". "El PP va a tramitar la ley en el Senado cuando llegue" y a partir de ahí "utilizaremos todos los resortes a nuestro alcance" para lidiar con ella. Sin mencionarlo, es conocido que el PP recurrirá la amnistía al Tribunal Constitucional una vez sea aprobada definitivamente. Curiosamente, los populares han puesto en duda la parcialidad de ese TC con Cándido Conde-Pumpido. Este mismo martes por la tarde, el vicesecretario de Acción Institucional del PP, Esteban González Pons, le calificaba su papel y representación en el organismo como "cáncer para el Estado". Lo hacía en el Círculo Ecuestre de Barcelona.

Introducir la amnistía como eje en Galicia

Ante la falta de perspectivas electorales en la comunidad gallega, que abre las urnas el próximo 18 de febrero, a consecuencia de un dominio claro del PP de todo el ala de centroderecha, Vox aspira introducir este elemento en la campaña para desgastar al PP. Todo, pese a que su argumento de freno de la amnistía desde la Mesa del Senado es falso. Sería ir contra la legalidad. Los de Alberto Núñez Feijóo tiene asumido desde hace meses que la única vía legal válida es interponer un recurso de inconstitucional ante el Alto Tribunal o agitar los órganos europeos para que investiguen la medida.

La esperanza de los ultraconservadores, que además permitiría explotar con mayor intensidad este marco, de la amnistía, y no verse diluido en otros como el medioambiental provocado por la crisis de los pellets que da alas a la izquierda, es que el PP, como parece apuntarse, despliegue una campaña muy nacional para, entre otros factores, hacer un plebiscito a Pedro Sánchez y compensar el perfil más bajo de Alfonso Rueda que el que tenía Feijóo en la anterior contienda. El dirigente gallego quiere aportar un colchón de 'seguridad' extra a su ex 'número dos' en la Xunta, pero el aparente aporte de control, puede verse trastocado si la izquierda, por la distribución del voto, tiene opciones de dar un vuelco. Una derrota en Galicia sería un duro revés para la actual cúpula de Génova, y abriría el debate interno en torno al núcleo duro que rodea al presidente popular. Desde el PSOE creen que ese giro de 180 grados de Feijóo, puede poner la campaña a nivel de julio del año pasado y movilizar al electorado progresista.

A mayor carácter nacional del debate, mayor capacidad de obtener representación. Así lo determinan politólogos como Pablo Simón. En declaraciones para La Sexta, el también profesor titular de la Universidad Carlos III de Madrid y especializado en partidos, sistemas electorales y participación política, destacaba recientemente que "cuanto más contaminadas estén las elecciones de temas nacionales, más opciones tendrá Vox". Sobre todo, por aspectos como el de la falta de reconocimiento local de sus candidatos, lo que va a obligar a que haya presencia continuada de los principales rostros del partido. Garriga apunta a asistir en varias ocasiones, según ha podido saber El Independiente, ya como vicepresidente único y secretario general del partido. Aunque en la dirección nacional, que será renovada este sábado, aún desconocen qué planificación de asistencia e itinerarios se hará. "No se ha tratado todavía", explican.

A mayor implicación de las cuestiones nacionales en la campaña electoral, mayor posibilidades tendrá Vox de rascar voto conservador al PP"

La aspiración de Abascal es que las siglas tengan representación en el Parlamento de Galicia, por mínima que sea. Pero que su voto afirmativo sea esencial para condicionar, una vez más a Génova. La mirada está, por ejemplo, en Baleares, donde los populares de Marga Prohens gobiernan con el apoyo externo de Bambú. No queda del todo claro que el partido tenga la capacidad electoral demostrada en las islas, pese a todo. Difícilmente Vox alcanza el cinco porciento mínimo exigido para entrar en las provincias donde más asequible es obtener escaño, que es Lugo y Ourense. Pontevedra y A Coruña está en el punto de mira de Bambú, dado que sus encuestas internas le dan "uno o dos escaños" conjuntos, algo que el resto de sondeos públicos no contemplan.

Solo Hamalgama Métrica le da un parlamentario de los 75 que los gallegos elegirán en tres semanas. Pero el global del estudio les da por debajo de los cinco puntos. El resto van desde los dos a algo más de cuatro puntos. Todo quedaría abierto, tanto la representatividad de Vox como un posible o no vuelco a la izquierda y a un tripartito, dado que el margen de error de las encuestas ronda los dos puntos y medio. En esa lógica de competencia con el PP, al que se añade la amnistía, los de Abascal intensifican una campaña por abanderar el voto útil y no permitir a Génova que vuelva capitalizarlo como en las generales. Para ello defienden que sus votos posibilitan la capacidad de contención al BNG.

No iría desacertado Vox, porque aunque la competencia directa es de populares y nacionalistas en casi todas las provincias según detallan SigmaDos y Analytics EM, hay un resquicio en A Coruña donde el BNG y Sumar se jugarían un cargo. Y de obtener más votos allí que la lista magenta, el reparto de restos podría auparles con el ansiado diputado.