Estaba claro desde el primer minuto que el PSOE iba a intentar explotar el severo tropiezo de Alberto Núñez Feijóo. Era de manual, y así está sucediendo. Gobierno y partido demandan por tierra, mar y aire al líder del PP que dé “explicaciones” de sus contactos con Junts y con Carles Puigdemont, y que “pida perdón” por “haber mentido” a los españoles, sacándoles a las calles contra una medida, la ley de amnistía, que “en el fondo”, coligen en Ferraz, comparten los populares. Si algo tienen claro los socialistas es que el patinazo de Feijóo puede, a corto plazo, ayudar a la izquierda en las elecciones gallegas del próximo domingo, y además supone el desmontaje completo de la línea de oposición de su partido.

Ya en la misma noche del sábado comenzaron las reacciones de los socialistas, cuando más de una docena de medios de comunicación, entre ellos El Independiente, publicaron que fuentes del más alto nivel del PP reconocían que la amnistía se estuvo estudiando 24 horas, que Feijóo se abría a la concesión de un indulto condicionado a Puigdemont y que no apreciaba terrorismo en la conducta del expresident. La respuesta siguió a través de redes sociales y en los discursos de campaña del domingo —replicaron el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y el candidato a la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro—, y continuó este lunes. Tanto la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, como la vicesecretaria general del PSOE y vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Jesús Montero, insistieron en el mismo mensaje: Feijóo debe contar la “verdad” de sus contactos con los posconvergentes.

La oposición del PP ha sido tan grave que estando ellos de acuerdo en el fondo de nuestra política, han optado por una estrategia irresponsable de crispación”

MARÍA JESÚS MONTERO, VICEPRESIDENTA PRIMERA DEL GOBIERNO, MINISTRA DE HACIENDA Y VICESECRETARIA GENERAL DEL PSOE

Ambas dirigentes reconocieron la “estupefacción” y “perplejidad” que recorre el partido desde el sábado por la noche. Porque no se esperaban esta confesión del máximo responsable del PP. Porque supone que los conservadores hicieron una “campaña electoral basada en la mentira, una investidura basada en la mentira y una oposición basada en la mentira”, en palabras de la portavoz del Ejecutivo a su llegada a un desayuno informativo de la presidenta del Congreso, Francina Armengol. Consideran los socialistas que esta información es “muy grave”, porque el PP y su jefe “han mentido a los españoles y especialmente a sus votantes y simpatizantes”, a los que han convocado a numerosas manifestaciones en los últimos meses y que hoy, presumen, sentirán “indigación” al verse “engañados” de esta manera.

En el PSOE, denunció Montero en una declaración remitida a los medios (y sin preguntas), han tenido que soportar “insultos”, “acoso” a sus sedes y “agresiones a militantes”, acciones que “la ultraderecha ha alentado y que el PP ha permitido”, amparándolas con “arengas tóxicas”. “La oposición del PP ha sido tan grave que estando ellos de acuerdo en el fondo de nuestra política, han optado por una estrategia irresponsable de crispación”. “Hemos escuchado de todo, que estábamos rompiendo España, traicionando la Constitución, atentando contra la igualdad de los españoles, abriendo un proceso destituyente o convirtiendo las Cortes en un foro de chantaje. Y ahora hemos descubierto que Feijóo mentía descaradamente con cinismo e hipocresía. Cuando se apagan los focos, el PP reconoce que es acertada nuestra política de reencuentro y superación del drama que ellos provocaron en 2017”, continuó. Es decir, que Gobierno y PSOE consideran que sobre todo lo que hace Feijóo es legitimar la estrategia de Pedro Sánchez con Cataluña.

La “constante” del PP, la “mentira”

Además, los socialistas creen que el jefe de los populares resucita el marco que tan bien le funcionó al presidente en la recta final de la campaña de las generales: el de la “mentira”. Montero subrayaba este lunes que esa es la “constante” del PP, su “hilo conductor”. Y entiende que es más grave aún en la etapa de Feijóo: el 23-J se “empeñó” en decir que su partido había revalorizado las pensiones conforme al IPC, cuando era falso, luego, que “no era presidente porque no había querido”, cuando lo que ocurrió es que “su alianza con la ultraderecha” le impidió captar más apoyos, y ahora, cuando reconoce que “no tendría problema para indultar a Puigdemont [el líder del PP habla de indulto condicionado], que le dio vueltas a la amnistía y que no ve terrorismo imputable a Puigdemont”.

En el PP, “carecen de toda credibilidad y principios. Bueno, les quedan dos, la hipocresía y la mentira”

PILAR ALEGRÍA, PORTAVOZ DEL GOBIERNO Y MINISTRA DE EDUCACIÓN, FORMACIÓN PROFESIONAL Y DEPORTES

La vicepresidenta primera recordó que los indultos a los líderes del procés, que han “contribuido” a que España avance en “convivencia”, fueron “duramente criticados por el PP” en su momento y “el tiempo” ha acabado “dando la razón” a los socialistas. Para Ferraz, ahora que Feijóo se abre a esa medida de gracia, la pregunta es por qué el PP ha cargado tanto contra ella y por qué ha convocado manifestaciones “con algo [su oposición a la amnistía] que no se cree ni él mismo, por qué han mentido a tanta gente que les ha creído de buena fe”. “No recuerdo mayor ejemplo de hipocresía”, denunció Montero, que a la vez defendió la amnistía como la vía necesaria para “pasar página de manera definitiva del procés”.

Respecto al hecho de que no aprecie ahora Feijóo terrorismo en la conducta de Puigdemont, la vicesecretaria general recalcó que ha recorrido “las televisiones, Galicia y España diciendo lo contrario”. Montero reprochó al jefe de los conservadores que sigan “instrumentalizando” el terrorismo, que siga usando “algo tan doloroso” para “embarrar el terreno de juego”. Es “inaudito” y “grave”. Además, la número dos del PSOE y del Ejecutivo califica de “ruindad política” que el PP lleve “meses hablando mal de España en Europa”, “montando un show en Bruselas para criticar lo que ellos querían hacer y no pudieron por la oposición de Vox”.

La conclusión, dijo Alegría, es que el PP y Feijóo “carecen de toda credibilidad y de principios”. “Bueno, probablemente les queden dos”, añadió con sorna la portavoz, “y son la hipocresía y la mentira”. La convicción que anida en las alturas de la Moncloa y de Ferraz es que el jefe de los conservadores ha reventado él solo su estrategia de oposición, cimentada en estos meses en su denuncia de la amnistía.

Los socialistas están convencidos de que si Feijóo se ha movido ahora es por temor a que Puigdemont tire de la manta. Porque el expresident anticipó en su carta del pasado jueves que “todo se sabrá” de sus contactos con el PP. “¿Por qué tanto miedo, qué ocultan, qué no quieren que se diga?”, se preguntó Montero. “No sabemos si es la reacción de pánico al todo se sabrá de Puigdemont. O bien si es una voladura controlada. Y si es controlada, cómo será lo que no tengan bajo control”, siguió. La número dos entrevé una nueva disputa por el liderazgo del PP, que es más “una interinidad que un puesto fijo, y Feijóo lo sabe, y por eso está nervioso y mira de reojo a quienes le auparon para sustituir a [Pablo] Casado”. O sea, a Isabel Díaz Ayuso y a los barones del PP.

Los socialistas exigen saber “qué pactó con Junts”, quiénes fueron los interlocutores, que Feijóo diga “la verdad”

Alegría y Montero pidieron entonces al PP “aclaraciones y transparencia”, que diga “qué pactó con Junts”. Que diga “la verdad”, quiénes fueron los interlocutores, si se establecieron contactos “con líderes de Junts y con el propio Puigdemont”. La vicepresidenta primera contrastó esa falta de información del PP con la “transparencia” del PSOE, que hizo públicos sus acuerdos con Junts.

“El PSOE exige al PP y a Feijóo que dé explicaciones del contenido de sus reuniones con Junts —acabó Montero—, que pida perdón por haber mentido a los españoles y fomentado la crispación para desestabilizar al Gobierno y hacer ruido desde la mentira. Urgen explicaciones y este partido no cesará de exigirlas”. “Hay mucho más detrás de lo que ayer parecía una metedura de pata —apuntaló por su parte el portavoz del PSOE en el Senado y líder del partido en Andalucía, Juan Espadas—. Lo que hay es el reconocimiento por parte del PP de que el trabajo y la línea de actuación del PSOE en la búsqueda de una solución que consolide la convivencia y que sea capaz de superar el procés es la línea de trabajo que inevitablemente cualquier demócrata debe compartir. La cuestión es por qué entonces se han soliviantado las calles, se ha hostigado al Partido Socialista”. Los socialistas creen que han mordido hueso en esta recta final del 18-F y no piensan soltarlo.