Un destacado diputado del PP usa el símil tenístico del "error no forzado" por el cual regalas a tu rival una ventaja con la que no contaba. Otro emplea el más gráfico de "tiro en el pie" para retratar el estado del debate político nacional, centrado ahora en los contactos del PP con Junts y ERC previos a la sesión de investidura de Alberto Núñez Feijóo y si en los mismos se pudieron hacer propuestas ahora inconfesables al secesionismo a cambio de sus votos, en una aritmética imposible para haber llegado al Palacio de la Moncloa.
Una de las derivadas de esta penúltima polémica es el temor que albergan sectores del partido -fundamentalmente parlamentarios dado que están más pegados al terreno-, de que acabe desmovilizando a las bases y a esos ciudadanos que, de forma multitudinaria, han alimentado las movilizaciones en la calle convocadas por el primer partido de la oposición desde que se conoció que Pedro Sánchez estaba dispuesto a amnistiar a Carles Puigdemont y ceder a un rosario de exigencias a Junts.
Que de manera sorpresiva, desde el entorno del líder del PP, se abriera la puerta a un indulto condicionado al prófugo de la justicia cuando ese discurso no había estado nunca, al menos públicamente, en boca de la dirigencia popular, ha creado un gran desconcierto. "Estamos, por lo menos, desorientando" a las bases y a los ciudadanos, admite uno de esos parlamentarios en conversación con El Independiente. En el mismo sentido, otra fuente popular, algo más dramática, llega a vaticinar que lo más probable es que "acaben esas manifestaciones" contra la ley de amnistía, al menos, hasta que pase esta tormenta.
El grito unánime de los miles de asistentes a estos actos ha sido el de "Puigdemont a prisión"
De momento, Génova no tiene agendada otra concentración similar a la del pasado 28 de enero en la Plaza de España de Madrid. Fue la cuarta de las grandes movilizaciones de un partido que ha aprendido a sacar a la calle a decenas de miles de personas. Lo hizo también en la Plaza de Felipe II, en el Templo de Debod y en la Puerta del Sol, sin contar con las que convocaron en todas las capitales de provincia el 12 de noviembre del pasado año con gran éxito de asistencia en todas ellas.
El grito unánime de los miles de asistentes a estos actos ha sido el de "Puigdemont a prisión", un eslogan muy poco coincidente, ni complaciente, con la posibilidad de un indulto ni siquiera condicionado. A este respecto, después de que desde distintos estamentos del partido se intentara desautorizar esas informaciones, otro parlamentario se pregunta, en mitad del desconcierto general, "qué necesidad había de salirnos de nuestra doctrina. Era innecesario porque lo que no se ha producido (el indulto a Puigdemont) no es noticia".
Un miembro de la dirección del Grupo Popular matiza, no obstante, que conforme evolucione la ley de Amnistía, ahora paralizada en la comisión de Justicia del Congreso a la espera de que pasen las elecciones gallegas, "quizá habrá que convocar de nuevo a los ciudadanos a la calle". En Génova intentan bajar el diapasón de un debate que ha dado nuevos bríos a PSOE y a Vox de cara a las elecciones gallegas, pero, también, un argumento al que se aferra el Gobierno para justificar sus cesiones al independentismo, en general, y al prófugo de la justicia, en particular.
Los populares hablaron con todos los grupos, salvo con Bildu, previo al debate de investidura de Feijóo
Ayer mismo se conoció que el diputado y ex vicesecretario de Organización del PP Carlos Floriano habló en verano con la parlamentaria de ERC Teresa Jordá de cara a la votación de investidura de Feijóo. Lo realmente novedoso era el nombre de los interlocutores, porque era de sobra conocido que los populares hablaron con todos los Grupos -lo que no significa que negociaran con todos ellos- excepto con Bildu, tras recibir Feijóo el encargo del Rey para que se sometiera a ese debate de investidura. Pero en plena campaña electoral de las gallegas y en mitad del enorme embrollo que tiene el Gobierno con Junts a cuenta de la ley de Amnistía, sería de una ingenuidad sorprendente pretender que el resto de los partidos no lo usen en su contra.
Feijóo aludió a esta andanada, provocada en muy buena medida por el "error no forzado" del PP del pasado viernes. "Quedan cinco días para las elecciones y Galicia se juega mucho. No solamente se juega el resultado electoral, se juega un cambio de gobierno". Y por eso, agregó en esta recta final de campaña, "no descartéis que mañana digan que le he ofrecido el Ministerio del Interior a ERC y el Defensa a Otegi. No penséis que esto no es posible. Llevamos una tras otra, una insidia, una calumnia y otra más".
Por su parte, el aspirante popular a la Xunta, Alfonso Rueda, niega ver ningún giro en el discurso de Feijóo ni del partido respecto a la amnistía o a un hipotético indulto, pero alertó, en declaraciones en Boqueixón (A Coruña), que la izquierda intentará "agitar mucho este asunto", muy posiblemente porque sus perspectivas electorales "a lo mejor no son tan buenas como algunas quieren hacer ver", informó Europa Press. Además, negó que esta polémica vaya a tener "en absoluto" influencia alguna el 18F. Este domingo se verá.
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