A Iñigo Urkullu sólo le resta firmar tres transferencias para dar por terminada la legislatura y convocar elecciones. Es un compromiso que el PNV cerró con Sánchez para ser investido y que debería completarse, a más tardar, el próximo mes de marzo. Entre las cuestiones pendientes antes de ceder el testigo al próximo inquilino de Ajuria Enea, además de completar su calendario legislativo Urkullu había establecido poder dar por cerrado el traspaso de tres nuevas competencias al País Vasco: cercanías, homologación de títulos extranjeros y acogida de inmigrantes. La primera parte la completó ayer, la segunda parece encarrilada y a falta sólo de flecos.
El lehendakari guarda aún con celo la fecha en la que llamará a los vascos a votar. La hipótesis que toma fuerza desde hace semanas es el 21 de abril, para lo que -si es la fecha elegida- el anuncio y disolución de la Cámara vasca deberá llevarse a cabo, como muy tarde, el 26 de febrero próximo. Restan diez días para que llegue ese día pero en Euskadi hace semanas que todos los partidos funcionan en clave preelectoral.
El Parlamento Vasco vivió ayer una sesión con sabor a despedida. Lo hizo en un pleno intenso en el que se aprobaron tres leyes que Urkullu había establecido como imprescindibles antes de dar por agotado el que es su tercer y último mandato. El Parlamento aprobó las leyes de infancia, la llamada ‘ley trans’ y la ley de Cooperación. Lo hizo además con el respaldo de los principales partidos de la oposición, Bildu y Podemos, y en dos de ellas, del PP.
De este modo, se ha cumplido el cronograma legislativo que Urkullu había fijado meses atrás como requisito para dar por finalizada la legislativa. Un mandato en el que también ha logrado sacar adelante recientemente otras dos normas relevantes como la ley de Educación y la ley de transición energética. De este modo, la ‘era Urkullu’ se cierra con un balance de 116 leyes aprobadas en los últimos doce años.
Cercanías, homologación de títulos e inmigración
Ahora, el Ejecutivo ultima la negociación de las transferencias que pactó con el PSOE para apoyar la investidura de Pedro Sánchez. El acuerdo establecía un periodo de tres meses desde la reelección del presidente. El plazo se cumplirá en marzo. El compromiso se corresponde con tres materias, en especial la referida a la gestión y titularidad de las cercanías, que se venían negociando desde la pasada legislatura.
Esta semana la consejera de Gobernanza pública y Autogobierno, Olatz Garamendi, reconocía que la negociación avanza a buen ritmo y “casi todos los puntos” estarían ya cerrados. Tanto que en el caso de las cercanías se contempla extender la transferencia con la posibilidad de poder implantar nuevas líneas de cercanías en Alava. Uno de los extremos que se está negociando es quién operará estas líneas una vez se lleve a cabo la transferencia. Actualmente es Renfe la titular de las líneas y el contrato, prorrogable, no vence hasta comienzos de 2028, según recordó el pasado martes el Gobierno vasco.
También la homologación de títulos extranjeros avanza a buen ritmo, no así la relativa a asumir la titularidad de la primera fase de acogida de los inmigrantes, que progresa más despacio. Está previsto que las ponencias técnicas con las que se cierre definitivamente los traspasos puedas convocarse en los próximos días, de modo que permita cumplir el plazo pactado con el PNV.
El Estatuto de Gernika completo
Sin embargo, en materia de transferencias la legislatura que está a punto de concluir se cerrará sin que se complete el acuerdo de desarrollo íntegro del Estatuto de Gernika al que se comprometió el Gobierno de Sánchez en 2018. El cronograma se retrasó a consecuencia de la pandemia y posteriormente ha sufrido demoras. De la treintena de materias que quedaban pendientes finalmente sólo se han transferido una docena. A ellas habría que sumar las tres que están próximas a cederse. El pacto con el PNV incluía que en el plazo máximo de dos años se completaría el Estatuto vasco y las materias por transferir. En caso contrario, el PNV advertía en el acuerdo que dejaría de apoyar al Ejecutivo. Entre ellas se incluye la asunción por parte de la Administración vasca del régimen económico de la Seguridad Social.
La última vez que se convocó a la comisión mixta de transferencias para ceder una competencia se remonta a mayo de 2021, cuando se firmó el traspaso de la gestión de prisiones al País Vasco
En diciembre del año pasado el ministro de política territorial, Ángel Víctor Torres mantuvo un primer encuentro con Garamendi y se comprometió a cumplir lo pactado y a convertir esta cuestión en “prioritaria”.
Además de las tres materias cuya negociación se ultima, la negociación entre los gobiernos también tiene sobre la mesa propuestas detalladas y avanzadas que fueron remitidas hace meses por el Ejecutivo Urkullu ante la inacción del Gobierno. Se trata de competencias como el servicio de meteorología, la gestión del litoral, los fondos de apoyo a la cinematografía o la inmigración.
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