El presidente de Vox, Santiago Abascal, regresa a Estados Unidos y a la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, por sus siglas en inglés), el mayor festival de la derecha alternativa americana e internacional que mezcla espectáculo e ideología a partes iguales. Será la segunda ocasión en que el político español acuda, después de su visita en 2020 invitado como público, donde buscó estrechar lazos con afines junto a su entonces vicesecretario de Relaciones Internacionales, Iván Espinosa de los Monteros. La peculiaridad de esta edición, es que el dirigente intervendrá. Será en la jornada del viernes, día 23 de febrero, tal y como ha comunicado el partido. La conferencia, que empieza hoy, se alargará cuatro días, hasta el sábado. Abascal acude escudado por los directores de la Fundación Disenso y el Foro Madrid, Jorge Martín Frías y Eduardo Cader; y el eurodiputado y presidente de ECR-Eurolat, Hermann Tertsch.
El evento lo acoge el centro de convenciones de Maryland, aledaño a Washington DC. En la capital norteamericana aconteció la edición en la que se dejó ver Abascal hace cuatro años, dos semanas antes de que el Gobierno declarara el estado de alarma por la crisis sanitaria del coronavirus. Allí Donald Trump se rodeaba de socios nacionales e internacionales con la carrera electoral de noviembre al fondo, la cuál ganó el demócrata Joe Biden. El expresidente, ahora con esa misma finalidad entre ceja y ceja, y en medio de la polémica, entre otros por la condena de 355 millones de dólares a pagar por inflar el valor de sus propiedades, será de nuevo el protagonista de la conferencia. La clausurará, aunque aún no se sabe si participará el resto de días y si compartirá escenario con Abascal, a quien no conoce y únicamente ha enviado su apoyo en el VIVA22 de Vox con un vídeo. El apoyo a Benjamín Netanyahu e Israel también protagonizará la cumbre.
Aunque estaba previsto que el español hablase el día de la apertura, la fecha seleccionada le hará compartir escenario con su homólogo argentino, Javier Milei, ahora presidente del Gobierno. El escaparate, con preferencia latinoamericana, será una nueva oportunidad para tejer nuevas alianzas, así como para coger impulso de cara a las elecciones europeas. También para cambiar el marco de las gallegas, después del revés de los comicios, que no le han permitido entrar en el Parlamento. Por el evento pasarán el también dirigente de El Salvador, Nayib Bukele; la ex primera ministra británica Liz Truss, el exlíder del Partido del Brexit, Nigel Farage, o el exasesor de Trump, Steve Bannon. Al más de medio centenar de asistentes se unen periodistas y personalidades mediáticas afines, políticos estadounidenses, miembros directivos del CPAC, líderes de asociaciones y think tank que defienden valores tradicionales, o religiosos, caso de Joseph Strickland, el prelado antivacunas al que el papa Francisco destituyó como obispo de Tyler.
El protagonismo de Milei contrasta con la ausencia los liderazgos de ultraderecha consolidados en el plano europeo, solo con Abascal presente y como perfil más vinculado al trumpismo y al populismo de derecha en Europa a partes iguales. Ni rastro en la agenda de la italiana Giorgia Meloni o del húngaro Viktor Orban, quien acudieron con anterioridad. Igualmente, lo hizo la sobrina de Le Pen, Marion Marechal. En el caso de Orban, está previsto que este año Budapest albergue un evento similar por tercera vez, aunque de menos dimensiones a finales de abril: el CPAC Hungary.
La fundación que coordina dichos eventos también realizó otro en México el año pasado, al que Abascal no pudo ir pese a estar previsto. Se ha desplegado del mismo modo en Brasil o Japón. A Hungría acudió el eurodiputado Jorge Buxadé, quien compartió espacio con el líder ultraconservador estonio Martin Helme; su homólogo portugués André Ventura y miembros de Fratelli d'Italia, como Vicenzo Sofo; el ex primer ministro checo Andrej Babis; y el actor mexicano Eduardo Verástegui, líder de Viva México, y enlace, al parecer, de Abascal para que este cuente con protagonismo ahora en la CPAC estadounidense.
Se desconoce qué tipo de intervención hará Abascal, pero no se descarta que incida en materia migratoria, económica y crítica con la Agenda 2030, el ecologismo y la extrema izquierda, especialmente latinoamericana- a la que ubica dentro del Grupo de Puebla. Sí se sabe, en contraste, y por lo que publican medios argentinos, el papel que hará Milei: un perfil económico y de defensa del liberalismo, haciendo guiños a la corriente pero sin cerrarse del todo a Trump, bajo la posibilidad de que Biden repita; para mantener el buen trato diplomático. Tendrá un discurso parecido a su intervención reciente en Davos:
51 años de la CPAC
En un encuentro previo a las elecciones de abril de 2019, en Madrid, con representantes empresariales, cuando Vox generaba terror en el Ibex, Espinosa advertía: "Somos tibios socialdemócratas en comparación con la derecha americana". Tan solo dos meses antes, el exdiputado de Vox había emprendido una gira por EE.UU. en búsqueda de financiación para el ciclo electoral. Especialmente entre exiliados venezolanos, cubanos e iranís. Ese tránsito llevó a Espinosa a la 46º edición de la CPAC.
Desarrollada desde 1973, la conferencia alcanza este año su 51 aniversario. Sus reticentes la califican de la "internacional del odio", por extensos debates y proclamas contra la inmigración o los colectivos como el LGTBI+ y el feminismo. Entran también en juego el rechazo del socialismo o la mirada a rivales como China. Pero supone un espacio de socialización entre iguales: de diálogo, de estrechamiento de lazos y tejido de redes de contactos. Todo ello, vehiculado por un centenar de organizaciones de corte muy conservador. Destacan, entre ellas, la conocida Asociación Nacional del Rifle o Young America's Foundation, que defiende los valores tradicionales, la libertad individual y el patriotismo.
La agenda sucede diversas conferencias con temáticas plurales, para la que se requiere invitación o credencial. Hoy Bannon abre la edición con un evento relacionado con su programa 'Cuarto de guerra', una de las emisiones estrella de la modesta Real America's Voice, que sigue negando la legitimidad de Biden. Mañana habrá 'sesiones de trabajo' cerradas y el viernes, al término de la jornada donde aparecerá Abascal, transcurrirá la clásica Cena Ronald Reagan, para recaudar fondos para los Republicanos. Fue el expresidente quien le dio inicio. Tradicionalmente, entre los asistentes de toda la semana suele hacerse un sondeo escrito, en el que valoran al mejor candidato para representar la corriente.
La convocatoria arrastra a ciudadanos de a pie que buscan reforzar su identidad, fotografiarse bajo diferentes contextos o adquirir objetos de merchandising. Se va desde lo riguroso hasta la parafernalia, con notable presencia de la caracterización y vestimenta de respaldo al partido o, estos últimos años, a Trump. Es omnipresente. De hecho, puedes encontrarte desde un ejecutivo trajeado, hasta un asistente vestido de George Washington. Y siempre se escucha el himno nacional estadounidense. Es habito lo ha incorporado Vox en todos sus mítines y actos importantes. Es el caso de su última Asamblea General Extraordinaria de enero.
Está por ver qué tirón tiene la convocatoria entre los seguidores republicanos. El partido está dividido entre los que abogan por un planteamiento más moderado frente al extremista que defiende Trump. Ya el año pasado se notó una menor movilización.
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