Los tres agentes imputados de la Guardia Civil del que fuera grupo de élite contra el narcotráfico han comenzado una ofensiva. El teniente coronel David Oliva y otros dos guardias, investigados por un Juzgado de Parla (Madrid) por cohecho y revelación de secretos, acusan tanto a la Policía como los Servicios de Asuntos Internos de la Benemérita de falsear documentos para vincularlos con un clan de droga de Cádiz. Buscan desmontar encuentros en una pizzería, vacaciones en un yate o barbacoas y fiestas con los narcos.
El embate se ha iniciado por tres vías: la petición en el Juzgado para que declaren los agentes de la Unidad de Droga y Crimen Organizado de Policía (UDYCO) que ha denegado el juez, tal y como avanzó El Independiente hace una semana; el requerimiento de reapertura del proceso en la Audiencia Nacional; y una querella contra los agentes investigadores (incluido Asuntos Internos) en el Juzgado de Algeciras.
En la documentación a la que ha tenido acceso este medio, Oliva y compañía van con todo: entregan localizaciones de Google Maps, conversaciones de Whatsapp, billetes de avión , tickets de la compra y comprobaciones periciales de todo lo anterior para demostrar que no estaban en el lugar y en el día que los investigadores les ubicaban.
En 2022, la UDYCO tenía claro el papel de Oliva: “En la actualidad es miembro de la guardia civil con categoría de comandante, ejerciendo la Jefatura del OCON-Sur. Este habría filtrado informaciones de operaciones e investigaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil a miembros de la organización de los Ariza. En el verano del año pasado, valiéndose de E. Ariza, alertó al clan para que tuvieran cuidado y tomaran precauciones porque había una investigación policial de carácter interna. Del mismo modo, en el transcurso de una operación policial contra el tráfico de drogas en el año 2016, Francisco David Oliva alertó a Kiskito [un capo] y le envió fotografías con partes del contenido de diligencias policiales".
Las relaciones que la Policía constató fueron con el 'clan Ariza' , un grupo que movía la droga en la pedanía de Bolonia (Cádiz). Los guardias niegan, siquiera, que Oliva conociera a Kiskito y adjuntan capturas del grupo de trabajo de OCON en las que el teniente coronel pregunta quién es este narco. Añaden que no sólo no tenían idea, sino que además hubo tres investigaciones judiciales distintas en las que metieron a miembros del clan de los Ariza ('operación Kite Surf y Ropero' y 'Operación Ventus').
La Benemérita y policías Antidroga estuvieron haciendo vigilancias a los mandos de OCON entre noviembre de 2019 y 2020. El Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, había creado este grupo en 2018 para luchar contra el narcotráfico creciente en la zona del Estrecho de Gibraltar. Dotó a la unidad de élite por 150 agentes especializados y, a pesar de los resultados de aprehensiones y detenciones de capos, terminó desarticulándola en septiembre de 2022. Algunas fuentes del Ministerio señalan que el motivo que nunca dio fue que ya sabía que Oliva iba a acabar salpicado en un asunto de corrupción.
Lisboa, pizzería y yates
En los escritos que el teniente coronel y los otros dos agentes imputados han presentado ante las distintas instancias judiciales tratan de desmontar una a una las vigilancias que, dicen, no se produjeron.
28 de noviembre de 2019, la policía sitúa al teniente I.F (investigado) y a David Verdejo Ariza (supuesto miembro del clan) en un paseo por Bolonia. Los agentes desmienten ambas ubicaciones: el guardia estaba a unos 100 kilómetros de allí y Ariza en un Hotel de Lisboa con su familia. Para "despejar suspicacias" aportan el posicionamiento recogido en Google Maps de uno, y los tickets del hotel y fotografías del viaje del otro.
21 de enero de 2020. La investigación ubica a agentes con miembros del clan en una pizzería. "Es destacable dicha reunión de los investigados, la utilización de su restaurante pizzería 'La Marisma' como punto de reunión y 'oficina' de la rama de la organización liderada por David Verdejo y F.M.G Ariza (alias Kiskito) manteniendo las reuniones en el interior del local para preservar la intimidad, además de utilizar siempre una puerta lateral del establecimiento, no abierta al público, como medida de seguridad", reza el informe policial. Los investigados desmienten este encuentro y dicen que "si los agentes" "hubieran realizado la vigilancia operativa tal y como asevera el escrito, hubieran comprobado fácilmente que el establecimiento no posee dicha puerta lateral". Añaden la firma de un perito que ha dado fe que no hay entrada escondida.
30 de enero de 2020. Las pesquisas sitúan a Jesús Ariza (alias 'el Cagao') en una reunión con agentes, pero la foto del encuentro en la que sólo aparece el lugar ha sido cogida de Google Maps, dicen los investigados. “Resulta absolutamente inusual que tres agentes de la UDYCO Central de Policía Nacional, se encuentren en el lugar y no realicen fotografía operativa de los objetivos, vehículos o de las inmediaciones de la venta, mientras la supuesta reunión está teniendo lugar”, señalan en la querella.
29 de febrero de 2020. Las vigilancias ubican al teniente coronel Oliva en la finca 'Jaleo' junto a integrantes del clan y familiares, además de a un cabo más de la unidad de élite de la Benemérita en una barbacoa. De nuevo lo niegan, adjuntan un pantallazo del chat de OCON en el que muestran cómo ese cabo estaba en una operación en Barbate y que Oliva se encontraba en la pedanía Pelayo, en Algeciras "disfrutando de una jornada de pesca".
24 de julio de 2020. Los agentes sitúan a David Ariza, al teniente I.F. y al teniente coronel Oliva con sus respectivas familias en un yate fondeado en la zona de Ancón. Otra "falsedad" para los guardias que agregan tickets de compras de Oliva en Benalmádena y Algeciras esos días ("carnicería, -62,02€", "Lidl algeciras-getares" -72,60 €...) y fotos de I.F. con un compañero de la Policía Nacional realizando una aprehensión de cocaína en el Puerto de Algeciras.
La versión de los investigadores es distinta y expresan que la querella se basa en "mentiras y conjeturas". Dicen que si estaban seguros de que las vigilancias eran incorrectas podían haber pedido el posicionamiento de sus teléfonos móviles antes para acreditar que no estaban en el punto que las vigilancias los ubicaban. En cualquier caso, la Fiscalía Antidroga solicitó el archivo de esta pieza y nunca se llegó a investigar la relación de los tricornios con el 'clan Ariza'.
Lo que ha quedado desgranado en un juzgado de Parla es el delito de revelación de secretos por el que, supuestamente, un agente advirtió a Oliva y a su compañero de que estaban siendo investigados de forma interna para conseguir a cambio un puesto en OCON. Ahí vinculan el cohecho. Las esperanzas de los investigados están puestas ahora en que el Juzgado de Instrucción de Algeciras abra estas pesquisas contra los investigadores. Pero, por si acaso, han recurrido igualmente la decisión del juez de no llamarlos a declarar a la Audiencia Provincial de Madrid, según confirman fuentes jurídicas.
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