El adelanto electoral hecho por el lehendakari vasco, Íñigo Urkullu –que no repetirá–, para el 21 de abril, ha despejado el calendario definitivo de este nuevo ciclo de comicios, que terminará con la convocatoria para las europeas el 9 de junio. Se especula con la posibilidad de que en Cataluña se llame a urnas a finales de año, de forma, también, precipitada. Sobre el papel, de momento, la cita próxima será la vasca. La campaña se iniciará el 4 de abril, tras la Semana Santa. La elección de la fecha ha buscado evitar que coincida con la festividad de San Prudencio en Álava. Al mismo tiempo, se ha querido cumplir con la fecha en la que tocarían los comicios, aplazados en 2020 por el coronavirus y el confinamiento.
La previsiones auguran un notable ascenso electoral de EH Bildu, pero se mantiene la posibilidad de reedición del actual Gobierno de coalición entre el PNV y el PSE-PSOE. Los partidos llevan en precampaña desde hace semanas. En este tiempo se han publicado hasta nueve encuestas preelectorales entre enero y febrero, que ayudan a estimar desde que punto y escenario parten todas las candidaturas con opciones:
La media de esos sondeos asigna a los jeltzales de Andoni Ortuzar 27 diputados autonómicos (el 34,77% de los votos), y a los socialistas liderados por Eneko Andueza se les atribuye 11 (13,6%). En un Parlamento con un despliegue de 75 butacas, al igual que el gallego, la mayoría absoluta es de 38 escaños. Justo la cifra que alcanzan ambos grupos. EH Bildu conseguiría 26 (31,92%) parlamentarios, siendo principal fuerza de la oposición.
A Andueza le seguiría como cuarto liderazgo de la Cámara el del popular Javier de Andrés, diputado nacional. El PP vasco lograría hasta 7 representantes (9,35%). El penúltimo puesto sería para Sumar Euskadi, quien no concurrirá con Podemos en una especie de reedición de la confluencia Elkarrekin-Podemos. Obtendría, en los pronósticos, tres cargos (5,97%), mientras que los morados (2,05%) quedarían fuera. Vox, por su parte, mantendría la representación actual, con un asiento (2,3%). La barrera electoral está en los tres puntos.
De esbozarse sobre el escrutinio este escenario, los grandes ganadores de la jornada electoral serían los abertzale, seguido de manera muy moderada por el PSE-PSOE y el PP. Los soberanistas, con 21 escaños desde 2020, incrementarían notablemente su peso a costa de la fragmentación de la izquierda y del PNV. El espacio de competencia entre Podemos y Sumar perderá hasta tres parlamentarios; la derecha vasca uno más, cuatro. Socialistas y populares, en el reparto provincial, se llevarán uno extra. De Andrés, esta vez con la marca en solitario y no con Ciudadanos, aprovecha mejor el espacio que han dejado los naranjas.
EH Bildu gana en Guipúzcoa, el PNV en el resto
Si se atiende al pormenorizado de las encuestas, las horquillas se amplían en 26-28 para el PNV, hasta 27 para EH Bildu y 12 para el PSE-PSOE y deja en ocasiones a Vox fuera del Parlamento vasco. Para esta medición se han utilizado la primera anual de Hamalgama Métrica, para Vozpópuli (2 de enero); cuatro ElectoPanel para Crónica Vasca (8 y 21 de enero, y 5 y 19 de febrero); SigmaDos para El Mundo (16 de enero); Ikerfel para Diario Vasco y GPS (4 y 9 de febrero); y Gaizaker para EiTB, la televisión pública.
Cuatro de estas mediciones aportan datos relativos al reparto de escaños en las tres provincias vascas: son SigmaDos, un ElectoPanel, Ikerfel y Gaizaker. En Vizcaya y Álava queda como primera fuerza el PNV; en Guipúzcoa EH Bildu. La media de distribución (cada una reparte 25) es la siguiente: enVizcaya, 10 para el PNV; 8 para EH Bildu; 4 para el PSE-PSOE; 2 para el PP y 1 para Sumar. En Álava el PNV se lleva 8; iguala a 8, aunque con algo menos de voto, EH Bildu; 4 para el PSE-PSOE, 3 para el PP, y uno para Sumar y Vox. Y en Guipúzcoa, EH Bildu ganaría con 10 parlamentarios; 9 tendría el PNV; 3 el PSE-PSOE; 2 el PP y uno Sumar.
En comparación con 2020, en Vizcaya, el PNV pierde dos escaños y Elkarrekin-Podemos hace perder otro a Sumar. Esos tres pasan a EH Bildu (2) y al PSE-PSOE (1). Los populares mantienen representación. En el caso alavés, dejan ir el PNV y Elkarrekin-Podemos otro escaño. En ambos casos se los llevan los de Arnaldo Otegi. El resto de formaciones resisten. Y en el caso guipuzcoano, la ruptura de la coalición morada da uno de sus dos escaños a EH Bildu y el PNV cede otro al PP, lo que le hace perder la primera plaza y cederla a los abertzales. Son los más favorecidos en el reparto respecto al resto de formaciones.
El votante de EH Bildu y el PP, el más fiel
De los nueve sondeos, solo uno, el de SigmaDos, aporta datos sobre la transferencia de voto entre los partidos. Hay varias lecturas de acuerdo a este. En primer lugar, la fidelidad de voto. EH Bildu es quien mayor porcentaje retiene: un 88,9%. Le sigue el PP (82,1%), el PSE-PSOE (78,1%), el PNV (75,3%), Vox (67,5%). No se determina, por valorarse la candidatura conjunta, cuánto voto permanecería en Podemos, pero sí que seis de cada diez electores transitarían a Sumar.
En segundo lugar, el espacio morado dinamitado es la principal fuente de voto junto a los abstencionistas que ahora participarán (6,8): la fuerza abertzale se lleva uno de cada diez (13%) votantes. El tercer perfil de votante que pasa a respaldarlos es un 3,9% procedente del PNV. De él pasa un 3,3% al PP, aunque lo compensa con un 7,4% del antiguo abstencionista. Vox también pierde electorado (16,9%) hacia el PP, y es el partido que cuenta con más indecisos, lo que pondría en riesgo su escaño. SigmaDos, de hecho, no se lo otorga por esta razón. EH Bildu es quien menos indecisos (6,1%) tiene, siendo la del PP un 11,7 y la del PNV del 13,5%.
Hamalgama Métrica destaca que el nuevo abstencionista vendrá del PNV en el 41,2%, seguido de un 26% del PSE-PSOE. Probablemente por el desgaste de la coalición. El PP es quien menos abstencionista genera.
Seis candidatos y nuevo lehendakari hombre
Independientemente de los pactos que puedan producirse, tanto el de PNV y PSE-PSOE, como una alternativa posible, la de EH Bildu, PSE-PSOE y Sumar –aunque desde el PSOE se descarta–, lo que está claro es que el próximo lehendakari volverá a ser hombre. De hecho, de los confirmados, todos son hombres frente a la mayoría femenina de la anterior elección. Además, hay un claro relevo generacional.
A Urkullu lo suple Imanol Pradales por el PNV; a Idoia Mendía el secretario general de los socialistas vascos, Andueza; a Maddalen Iriarte, Pello Otxandiano; y a Carlos Iturgaiz, del PP, De Andrés. La candidata de Podemos previsiblemente será, nuevamente, Miren Gorrotxategi. Falta conocer si la propuesta de Sumar, Alba García, se confirma, y quién selecciona Vox.
La falta de confirmación en este caso de todos los aspirantes, hace que solo SigmaDos, nuevamente, y Gaizaker para EiTB incluya valoración de liderazgos y reconocimiento social. Pradales es el más valorado, con un 5,3 y 5,8 sobre diez respectivamente de media en ambas encuestas. Y es conocido por el 58% de los vascos. Le sigue Otxandiano con un 5,2 y un 5,4 (54,7% de conocimiento). La tercera plaza es para Andueza con un 5,1 y 4,9 (53,9%); la cuarta es de Gorrotxategi con un 5 en los dos casos (53,2%), y De Andrés se lleva la última plaza con un 3,7 y 2,5 (44,7%). Destaca que de los consultados en el caso del segundo sondeo mencionado (una muestra de 1.800 personas) solo la mitad conozca a los candidatos que concurren.
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