No ocultan sus colores. Los futbolísticos y los políticos. Lo hicieron siempre, sólo viró la sensibilidad hacia una u otra corriente dentro de la misma senda. Los grupos más radicales del fútbol vasco controlaron y controlan la grada y, en parte, la reivindicación que se hace en los campos. En Euskadi es una evidencia que la sensibilidad inmensamente mayoritaria es abertzale y de izquierdas. Y así es en la mayor parte de campos de primera división vasco. Incluso navarro. Los graves incidentes y enfrentamientos con la Ertzaintza de las últimas semanas con motivo de la celebración de partidos de fútbol en los participaban el Athletic Club o la Real Sociedad ha vuelto a situarles en el punto de mira. El Gobierno vasco insinuó ayer que EH Bildu está detrás de quienes alientan estos altercados.  

El vicelehendakari, Josu Erkoreka, insinuó que EH Bildu está detrás moviendo ‘los hilos’ de las concentraciones y los altercados. Otegi no tardó en desmarcarse, en acusar al consejero de Seguridad de mentir y en instarle a acudir a los juzgados si creía lo que dejó caer. La realidad es que quizá ambas partes tienen, al menos, una parte de razón.

En los últimos años los grupos radicales de las aficiones del fútbol vasco han visto cómo nuevas corrientes de la izquierda abertzale, críticas con lo que representa Otegi y el viraje institucional que ha impulsado, ganaban presencia en ellas. Corrientes abertzales y de extrema izquierda que no necesariamente se pueden identificar bajo el manto de lo que hoy es EH Bildu.

Hace años en campos como el de San Mamés fue imposible llevar a cabo un minuto de silencio tras un atentado de ETA. Nunca se hizo. La sensibilidad de la sociedad, el silencio, miedo y el control de la izquierda radical de amplios sectores de la grada fueron la razón. En este periodo postETA, el control de la grada también es abertzale y de izquierda pero es mayoritariamente distinto. Un hecho explica bien el cambio. Hace unas temporadas, en una de las gradas, se pudo ver una pancarta crítica con el entorno de Otegi, con el lema ‘Sortu, jokoz kanpo zaude! (Sortu, estás fuera de juego).   

Apoyo a la amnistía

Es sólo un indicador de que lo que en otro tiempo parecía un campo completamente controlado por la izquierda abertzale tradicional hoy quizá no lo es tanto. Algo similar ocurrió con las los movimientos universitarios, con el ámbito del feminismo o con las plataformas juveniles, donde las nuevas corrientes agrupadas bajo un nuevo partido recién constituido, el Consejo Vasco de Euskal Herria (EHKS) –y todas sus plataformas sectoriales- han ganado presencia desplazando al entorno más afín a Otegi.

Se trata de perfiles más jóvenes, generaciones que no vivieron los años de mayor violencia de ETA y que sitúan en el centro de sus reivindicaciones las peticiones de carácter más social y obrero pero sin relegar a un perfil abertzale e independentista y en el que no falta la defensa de los sectores de apoyo a los presos más críticos de ETA. La amnistía es una de las reivindicaciones que enarbolan algunos de estos grupos radicales de los equipos vascos.

Fuentes de la Ertzaintza han destacado estos días precisamente la juventud de muchos de los participantes en los incidentes. Las consultadas por la Ertzaintza aseguran que si Erkoreka optó ayer por insinuar la vinculación de los incidentes con Bildu, “supongo que tendrá información para hacerlo”: “Son unos aprendices respecto a lo que había hace unos años. La manera de manejarse, de ‘guerrillas’ que empleaban hace años, muchos no lo tienen. Tampoco nosotros tenemos los mismos recursos antidisturbios de entonces”, aseguran estas fuentes. Añade que pese a que aún se debe determinar la autoría, es “voz populi” que la izquierda abertzale ha controlado “esos entornos”.

Iraultza 1921 (Alavés), Herri Norte Taldea (Athletic Club de Bilbao), Real Sociedad Firm (Real Sociedad), Indar Armagiña (Eibar) o Indar Gorri (Osasuna) son los principales grupos de animación de los equipos de fútbol más importantes de Euskadi. La última operación llevada a cabo ayer por la Ertzaintza impidió la celebración de la ‘quedada’ que los radicales de la Real y el PSG pretendían llevar a cabo para pegarse. En la operación les fueron incautados palos de golf, barras de hierro, bengalas, navajas…

Apoyo a los presos de ETA

A muchos de los grupos de aficionados radicales de equipos vascos se les ha visto en actos de apoyo a los presos de ETA, impulsando críticas a la Ertzaintza o reivindicando el carácter soberanista de “Euskal Herria”. No lo han hecho todos en la misma intensidad. En diciembre de 2019 los grupos ultra afines a la izquierda abertzale del Athletic Club, Real Sociedad, Alavés, Eibar y Osasuna se vieron obligados a suspender una marcha que habían convocado hasta la cárcel de Mont de Marsan, al sur de Francia. La iniciativa, bajo el lema "En el camino de la amnistía", pretendía expresar su apoyo a los presos de ETA que cumplían allí condena. Sin embargo, después de que lo hicieran público, los propios presos de la banda terrorista, así como Sortu, arremetieron contra la misma por considerar que se trataba de una apuesta 'unilateral', no consensuada con los reclusos y que sólo pretendía "confundir y dividir". En un comunicado posterior, todos los grupos aseguraron que pese a suspender la iniciativa "siempre estaremos junto a los presos políticos y sus familias".

En septiembre del año pasado movimientos como Iraultza1921 del Alavés, salió en defensa de Aitor Zelaia y Galder Barbados, dos jóvenes de Amurrio condenados a cuatro años de prisión por un delito de depósito de armas y municipios. Ambos jóvenes, que se subieron al Gobierno Militar de Vitoria, donde desplegaron una ikurriña y una bandera de Navarra antes de ser detenidos por la Ertzaintza para su entrada en prisión.

Algunos de estos grupos radicales también salieron en apoyo y defensa de Patxi Ruiz, el preso de ETA condenado por el asesinato de Tomas Caballero, edil de UPN. Ruiz, crítico con la línea oficial de Otegi, inició una huelga de hambre que contó con el apoyo de muchos sectores, entre ellos de algunos vinculados al fútbol. En un comunicado, numerosos grupos radicales del fútbol, entre ellos Herri Norte (Athetic Club), Indar Armigaña (Eibar) y Real Sociedad Firm (Real Sociedad) suscribieron un manifiesto en apoyo “al preso político vasco” Patxi Ruiz. En él defendían la necesidad de generar la “solidaridad” en la grada con los presos y la defensa de la amnistía y concluían su escrito con un lema; “los presos en lucha, nosotros también”.  

La posición crítica contra la Ertzaintza es otra constante en muchos de estos grupos. Organizaciones como ‘Iraultza 1921’ han apoyado recientemente una concentración en defensa de los detenidos en los altercados ocurridos el pasado domingo durante el aniversario de la muerte de cinco obreros el 3 de marzo de 1976 en Vitoria. Una convocatoria del movimiento ‘Aske’ crítico con Sortu. Este movimiento también ha promovido actos para “honrar a los que lo dieron todo por Euskal Herria” o se ha posicionado contra la Constitución el 12 de octubre con carteles con la figura pintada de un aficionado del Alavés rompiendo una bandera española, “no tenemos nada que celebrar”.