El 11 de marzo de 2004, 192 personas fueron asesinadas a causa de varias mochilas bombas que estallaron en cuatro trenes distintos de Madrid. Fue el peor atentado de la historia no sólo de España, sino de Europa. El día 13, un día antes de las elecciones generales, la Policía detuvo a cinco personas en el barrio de Lavapiés. Entre ellos estaba Jamal Zougam, condenado a más de 42.000 años de cárcel como el único autor material del ataque yihadista que pudo ser juzgado.
El 31 de octubre de 2007 el juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez leyó la sentencia, que luego ratificó el Tribunal Supremo: "El último artilugio explosivo fue colocado por Jamal Zougam en el cuarto vagón del tren número 21713, que salía de Alcalá a las 7:14 horas y explosionó a las 7:38". La prueba clave para la cuantía de su pena fueron dos testigos protegidos y un tercero que declaró en instrucción, pero que no llegó al juicio. Todos dijeron haberlo visto en el vagón. Además, su rastro está tras las tarjetas de los móviles que usaron "miembros del grupo" para activar los explosivos, puesto que él trabajaba en un locutorio.
Zougam ha pasado los últimos 20 años en distintos centros penitenciarios de España. Siempre ha defendido su inocencia. Lo hizo tanto en las sesiones del juicio, como en distintas entrevistas que ha concedido a medios de comunicación hasta hoy. Pero también lo hizo en privado, en la intimidad que le confería los vis a vis con sus familiares en prisión, en las llamadas desde la cárcel a su madre y en distintas cartas que ha enviado a lo largo de estos años.
El Independiente ha tenido acceso en exclusiva a varias de estas comunicaciones. Se produjeron entre 2006 y 2013. En ellas, Zougam habla esperanzado de su fe en que no haya pruebas para condenarlo; insiste en el relato de que nunca supo nada de la preparación del atentado; y termina decepcionado con España por un fallo que considera injusto.
Las visitas
En marzo de 2006 Zougam llevaba dos años en prisión preventiva. Estaba en el centro de Valdemoro (Madrid) y el 19 de ese mes, van a verlo su madre Aicha Achab, dos de sus hermanos, Zineb y Mohamed y su hermana Samira. Todos critican los periódicos, las radios y las teles, por las informaciones que dan sobre su hermano preso y hablan sobre un posible cambio de abogado "uno muy bueno" dice Mohamed, mientras Zougam señala que necesita uno "que tenga relación con los Derechos Humanos".
Aicha: En Telemadrid hablaron bien de ti
Zougam: Solo la Cope habló del tema. Son los que más hablan sobre el asunto
Hermano 1: El otro día han hecho una encuesta sobre la Cope en la tele. Le preguntaron a uno qué radio escuchaba, les dijo que escucha la SER y pusieron al lado el nombre de Zapatero
Z: Que cada uno diga lo que quiera ahora
Zougam está nervioso y trata de apuntalar su defensa con su familia. Dice que ha escrito al juez para que le diga cómo se realizó la rueda de reconocimiento y señala que cree que el juicio puede ser televisado. Su hermano lo anima: "En Lavapiés todos están diciendo que Jamal es inocente". El otro hermano apostilla: "No solamente en Lavapiés. La directora de una escuela oficial que pertenece a la Comunidad de Madrid me ha dicho que no entiende por qué sigues detenido siendo inocente".
A: Tu padre me ha dicho que la prensa marroquí ha publicado la noticia de que van a dejar en libertad a seis personas porque el juez no ha encontrado ninguna prueba contra ellos. Le pregunté si habían publicado sus nombres, pero me ha dicho que no
Z: Si estos no dicen nada, Marruecos dirá menos todavía
H: La prensa marroquí publica algo de vez en cuando
Z: En Marruecos saben muy bien que somos inocentes todos los que estamos presos, pero lo dicen con mucha cortesía
Uno de los hermanos juega con la idea de contactar directamente con el líder de la oposición en ese momento. "Teníamos que haber buscado una forma para contactar con Rajoy", dice. Pero Zougam no lo ve claro. "Este no se mete en eso. Tiene interés a informarse a través de los jueces, la policía y los periódicos pero no a través de nosotros", replica.
La conversación avanza en cosas del día a día. Zougam comenta que "los gitanos son muy peligrosos" porque tienen "10, 20, 30 años" que "son analfabetos" y que "acumulan hasta 60 delitos". "No tienen estudios ni trabajo. Solo se dedican al tráfico de drogas y al robo". Su hermano quiere saber si hay muchos marroquíes con él en prisión. "Los que estaban conmigo se los llevaron todos", explica.
La familia confía en que el juicio que va a celebrarse no terminará en condena para él. "El día que menos te esperas saldrás en libertad. Ya verás. No te preocupes. Tienes que relajarte", le dice uno de los hermanos. Pero él no quiere falsas esperanzas. "Será mejor que no me haga ninguna idea porque me sienta muy mal cuando no se cumplen las cosas como yo espero". "No te preocupes tanto, ya llegará el día", le animan.
H1: Soñé que salíamos juntos de aquí. Sueño siempre que estás conmigo
Zo: Quizás están esperando el juicio para darme la libertad
H4: No se entiende a esta gente
Z: Es muy difícil que me saquen ahora porque la mentira aún está caliente
A: ¿Qué dicen los funcionarios aquí?
Z: Un funcionario de aquí que es muy severo, me preguntó hace dos días con un tono muy autoritario por qué estoy aquí. Podía no haberle contestado para que no se crea que tengo la obligación de hacerlo, pero le seguí la corriente. Le dije que me acusan de que me han visto en el tren. Me dijo: ¿Solamente por esto? -Yo sabía que ha visto Telemadrid-. Me preguntó si han dejado en libertad a los que habían detenido conmigo. Le dije que sí. Me dijo que no entiende por qué me tienen aquí. Le dije que quieren ganar tiempo, y cuando más tiempo esté aquí, más ganan ellos.
[...]
H1: El que habló en la comisión sobre el 11M ha dicho que no se cree que la gente que han detenido en Lavapiés sea culpable
A: ¿Lo dijo así?
H4: Sí, lo dijo un diputado en la Asamblea de Madrid
Z: Les van a hacer pasar vergüenza por mi caso. Ellos saben que soy inocente ahora [...] Los españoles no saben mentir porque se delatarán ellos mismos.
H4: Los dirigentes del PP no les van a dejar en paz porque saben que eres inocente pero necesitan más tiempo
Z: El otro día lo han dicho de forma indirecta: Dijeron que aún no se sabe quiénes han sido los autores intelectuales, solo les faltaba decir que no he sido yo.
Las llamadas de la huelga de hambre
Instituciones Penitenciarias documentó todas las huelgas de hambre que el condenado realizó en la cárcel. En total, cinco veces dejó de comer entre 2006 y 2009. Esta última vez fue la más larga (del 18 de mayo al 13 de junio) y para entonces ya contaba con la sentencia que lo colocaba como autor del atentado. Prisiones refirió el motivo por el que la hacía: "Por estar injustamente condenado e indefenso".
El 18 de mayo de 2007, en uno de estos momentos de huelga, Zougam conversa con su madre, que al otro lado de la línea se muestra muy preocupada y llora porque se ha enterado por la prensa de la decisión de protesta alimenticia de su hijo.
Aicha Achab: ¿Pero por qué tú?
Jamal Zougam: Lo he hecho porque soy inocente. Llevo tres años en la cárcel por la cara. No he hecho nada. Estuve trabajando cuando me detuvieron. Cuando a los abogados les preguntan por qué me han detenido, no saben qué contestar.
La llamada no dura más de seis minutos y él repite una y otra vez que está en la cárcel "por ser musulmán". La huelga de hambre la empezó junto a otros internos. La llamada se termina. A las 9:22 de esa misma mañana, se reanuda la conversación con su madre en una segunda conexión telefónica.
A: ¿Van los médicos a veros?
Z: Sí, nos pesan pero yo acabo de empezar. Los demás han dejado la huelga de sed, porque se negaban a tomar agua. A los demás les están sacando sangre, pero yo acabo de iniciar la huelga anteayer.
La conversación sigue en relación a la actitud tomada por Zougam. En un momento, hablan de una carta que le enviaron varios internos "al juez canalla este". "Cada uno pone algo. Toda la gente que ha estado en huelga ha escrito", señala Zougam.
-¿Y qué has puesto tú?, le interpela la madre.
-He puesto que llevo tres años en la cárcel, y no sé por qué. Que me han sacado en todas las televisiones, que me han detenido sin pruebas. Que los testigos han dicho que me han visto después de salir en las televisiones del mundo entero. Que cada uno está diciendo que me ha visto donde le ha dado la gana. Le expliqué todo esto. Le dije que estoy en primer grado, aislado. Que llevamos mucho tiempo sufriendo. Le expliqué todo aquello. De todas formas ellos saben todo esto.
La carta a Zouhier
El 30 de octubre de 2012, Jamal Zougam se acerca a la década en prisión. Ahora está en la de Villena, en Alicante. Prisiones intercepta una carta que va dirigida al centro penitenciario del Puerto de Santamaría (Cádiz). Allí, cumple su pena Rafa Zouhier, otro de los condenados por el 11-M.
En nombre de Dios el clemente el misericordioso y que la paz esté con el profeta Mahoma
Querido hermano,
¿Qué tal estás? ¿Qué tal tu familia y qué tal todos los musulmanes que están contigo? En cuanto a mí, estoy bien gracias a Dios, sufro reumatismo como te dije anteriormente, pido a dios que me cure que esto sea una atenuación de mis pecados. En relación con el asunto de las rumanas, pues como ya sabes hay una mano negra que quiere entorpecer investigar las declaraciones falsas que hicieron estas asesinas, adúlteras, pervertidas y mentirosas rumanas, pero: "Hacen trampa, pero Dios se da cuenta..."
Te había hablado de nuestro traslado de este centro pero la dirección del centro nos dijo que el traslado está parado y que nos quedamos en este centro en Villena. Fouad, Hassan e Youssef te mandan recuerdos y pedimos a Dios que nos libere y que este asunto salga a la luz para que la justicia aparezca.
Que la paz y la bendición estén con nosotros
Tu hermano Jamel
La relación de ambos presos es fluida. Actualmente, incluso, Zouhier sigue sosteniendo la inocencia de Zougam, como relató en una entrevista con este medio. El 1 de enero de 2013 vuelve a cartearse con él.
En nombre de Dios el clemente, el misericordioso y que la paz y la bendición estén con su profeta y con sus seguidores.
Pido a Dios el todopoderoso que esta carta te encuentre en buenas condiciones y en buena salud y que Dios nos dé la libertad a ti y a mi y a todos los musulmanes. Me ha llamado el juez el mes que viene a Madrid por el asunto en el que presenté una queja contra las testigos rumanas que testificaron contra mí en falso por 50.000 euros y por la nacionalidad española que se ganaron con este comercio barato y denigrante. En esta cárcel estamos cuatro en esta misma causa, Hassan El Haski, Yousef Belhaj, Fouad El Morabit y yo, Jamal zougam. Todos estamos aquí injustamente en esta causa y los responsables de esta cárcel conocen esta injusticia que cayó sobre nosotros, pero como sabes, como pertenecen al sistema que nos robó nuestra libertad no quieren admitirlo y rara vez se les escapa una palabra o dos cuando hablan con nosotros. En cuanto a mí, vivía en Madrid desde el año 1990 y era socio de la venta de móviles y de tarjetas telefónicas.
El día 13/03/2004 irrumpieron en la tienda y nos echaron en la cárcel con mi hermano y dos socios míos en la venta con la acusación de utilizar las tarjetas en las operaciones del 11M en Madrid y después de que mis socios hayan admitido que son ellos los que vendieron las tarjetas a personas desconocidas en aquel momento y después de pasar tres meses en la cárcel, se les liberó y me quedé yo prisionero hasta ahora por culpa de lo que dijeron las falsas testigos rumanas. Este es el resumen de mi causa judicial en cuanto al asunto personal, pues tengo 39 años de edad, soltero, originario de la ciudad de Tánger, poco antes de mi encarcelamiento tenía un certificado de matrimonio con una chica marroquí que vive en Madrid, pero después de mi condena le dije que no es necesario sufrir conmigo esta tragedia y aceptó y esto no fue difícil ya que la relación con ella acababa de empezar.
Tengo una familia aquí en Madrid, vienen a verme casi todos los meses y gracias a Dios en todos los casos y este es también el resumen de mi asunto familiar. En cuanto a la cárcel aquí pues me dieron desde hace casi un año lo que se llama el artículo 100.2 que nos prohíbe salir del módulo 7 hasta que hagamos algunas actividades disponibles en él.
Le pido a Dios salud y perdón para ti
Que la paz y la bendición estén contigo
Jamal Zougam
El marroquí trató de demostrar que las testigos protegidas que lo identificaron mentían. Que él, la mañana del atentado, estaba en su casa y se apoya en que luego no intentó escapar, siguió trabajando en su locutorio y fue allí donde lo detuvieron un día después. Pero su periplo judicial no tuvo éxito y el Juzgado de instrucción número 39 de Madrid terminó archivando esa causa.
Las llamadas sobre los testigos protegidos
El 4 de enero de enero de 2012, Zougam telefonea a una amiga con la que lleva tiempo sin hablar y muestra esperanzas en que el caso del 11-M se reabra por esa querella que ha interpuesto contra las dos personas que lo ubicaron en los trenes el día del atentado.
Z: Hola, sabes quién soy ¿no?
A: Sí, tu hermana me ha llamado hace un rato
Z: Le dije a mi hermana que te llamara para puedas votar, hay una página web que están votando a favor de la reapertura del juicio
A: Sí, ya me meteré luego, llevaré a mi prima y luego me meteré en Facebook
Z: ¿Has oído las últimas noticias sobre los testigos? Primero hay que denunciarlas, ya hemos presentado un escrito en el juzgado, ¿no has oído nada? [...] Han pillado a una que la había rechazado el ministerio dos o tres veces por mentir
A: Pero quiénes son, ¿las rumanas?
Z: Sí, las rumanas. Y una de ellas mintió dijo en el consulado de Rumanía que iba con otra y que luego con otra dio un testimonio diferente, que un muerto se le cayó encima, no sé qué, y todo está grabado, ¿sabes?
La carta a Umar Abdullah
El 24 de agosto de 2010, Zougam llevaba seis años entre rejas y recibe cartas de personas que se interesa por él como Umar Abdullah, un parlamentario indio radicado en Londres. Prisiones intercepta una misiva dirección Reino Unido en la que él contesta al político:
Acabo de recibir tu carta que me alegró mucho, sobre todo por el hecho de provenir de un hermano de tan lejos, interesándose por mi persona y situación... Quizás harías leído algo sobre mi caso, intentando ser conciso, te avanzo que fui utilizado por la policía, los políticos y los medios de comunicación como un barato chivo expiatorio de la forma más vil, cobarde e inhumana para mantener todas las mentiras sobre el caso del 11-M.
Te informo de que la vía judicial se agotó en España, violando mis principales derechos constitucionales, ignorando por completo el hecho de que no había la más mínima prueba legal o lógica para condenarme, para ello, todo se basó exclusivamente en los testimonios descaradamente contradictores e incoherentes de tres falsos testigos que contrastan con muchas pruebas e interpretaciones lógicas que evidencian mi inocencia.
Por otra parte, te digo que desde el inicio de mi calvario no tuve ningún tipo de apoyo o ayuda por parte de asociaciones o individuos, excepto los familiares. Los musulmanes aquí están aterrorizados por las injustificadas detenciones que suceden desde aquel 2004, así que no espero nada de ellos.
Estoy en prisión solo por ser musulmán, no tienen pruebas contra mí, y nunca la tendrán porque soy inocente y los argumentos en que se basa la enorme condena es sencillamente una burla y un insulto para el cerebro humano, pero Allah es grande y un día saldrá el sol y se sabrá la verdad, pero mientras le pido que me dé montañas de paciencia para soportar esta brutal injusticia, aunque los españoles tienen experiencia para cometer estas barbaridades, como por ejemplo, la inquisición o la expulsión de los moriscos. Los genes se pasan de padres a hijos y eso es algo comprobado por la ciencia y la experiencia.
Jamal Zougam
La policía detuvo a Jamal Zougam, después de que en su tienda de Lavapiés se vendieran las tarjetas que se utilizaron en los móviles para activar la explosión de las mochilas. Había sido investigado con anterioridad en la llamada Operación Dátil, en la que se desarticuló la célula de Al-Qaeda liderada por Abu Dahdah. A pesar de que no llegó a estar imputado, su nombre figuraba en la agenda del dirigente islamista y eso mantuvo a la Policía alerta. Él dice que lo intentaron captar como confidente, pero que se negó. En la investigación nunca se encontraron llamadas entre él y el resto de condenados por el atentado.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado buscaron durante el año pistas en las comunicaciones internas de Zougam que concretaran cómo actuó el marroquí en la organización de aquel ataque hace 20 años. No hubo resultados.
Él se encuentra ahora en la cárcel de Texeiro (Galicia) donde debe seguir cumpliendo condena hasta el 2 de marzo de 2044, cuando habrá llegado a los 40 años de máximo cumplimiento que marca la ley. Su nombre volvió a aparecer en 2018 en una investigación conocida como el frente de las cárceles, en el que la Guardia Civil interceptó cartas de individuos radicalizados en el yihadismo. Finalmente no fue condenado en ese asunto. Está clasificado en el primer grado penitenciario, el más estricto, y su abogado en una entrevista con este diario consideró muy complicado que Interior pueda darle un permiso penitenciario antes.
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