Isabel Díaz Ayuso ha sido la encargada de clausurar el acto en recuerdo a las víctimas del atentado del 11-M del que hoy se cumplen dos décadas. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha recordado en la Puerta del Sol cómo la ciudad se volcó el que fue "uno de los peores días de nuestra historia". Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, sanitarios, forenses, bomberos, taxistas, personal de Metro y EMT, psicólogos, vecinos... en definitiva "Madrid se hizo uno como siempre responde en los momentos clave", ha subrayado en un breve discurso.

A juicio de la presidenta autonómica, "ese es el carácter que define a la sociedad madrileña, gentes llenas de contraste y color, solidarias y libres como nadie, que no duda en donar lo que hiciera falta, que no soporta las injusticias, las imposiciones, las amenazas o el miedo, que solo sabe vivir en libertad". Ahondando en esta idea en un acto que ha contado también con la intervención del alcalde de la ciudad, José Luis Martínez Almeida, y en presencia de las principales autoridades de Madrid y representantes de los grupos políticos de la Asamblea, así como del presidente del Senado, Pedro Rollán y del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, Ayuso ha defendido que "no cabe mejor resistencia que el seguir siendo como somos, el de las calles de Madrid rebosantes de gentes de toda condición, dispuestas a seguir con sus vidas".

La libertad "se defiende ejerciéndola cada día"

En su mensaje recurrente en torno a la libertad, ha apelado a que ésta se defiende "ejerciéndola cada día. Nada ni nadie puede, por medio de la amenaza, el miedo o el chantaje condicionar nuestro camino". Los principios de una democracia liberal "pueden verse violentados, pero el amor y el compromiso con la libertad y la vida solo se multiplican cuando se ponen en riesgo". "Por eso dedicamos este día a los que vieron truncadas sus vidas al azar, familias rotas, amigos que no volverán, secuelas, porque el terrorismo quiso acobardarnos y someternos".

Por su parte, el alcalde ha proclamado que el terrorismo "no consiguió poner de rodillas a la ciudad de Madrid" destacando el "ejemplo de solidaridad de los madrileños y de los servidores públicos que aquella mañana dieron lo mejor de sí mismos". "Todo terrorismo -ha agregado- es inadmisible y en España lo sabemos demasiado bien. La historia de la España democrática se ha forjado sobre el corazón de los que perdieron su vida por el terrorismo", para concluir que ésta ha sido "la ciudad más castigada por el terrorismo de cualquier capital europea".