Volver a la neutralidad activa en el contencioso del Sáhara Occidental y cambiar una política hacia Marruecos que no ha dado resultados. El Partido Popular lleva este miércoles al Congreso de los Diputados una iniciativa que reclama al Gobierno de coalición “una política de Estado con relación al Sáhara Occidental, recuperando el consenso político en torno a este contencioso y cumpliendo la voluntad manifestada por el Congreso de los Diputados” a lo largo de 2022, cuando el PSOE se quedó solo en su apoyo al giro copernicano en el conflicto de la ex colonia española.
En la proposición no de ley de los populares, que será sometida a votación este miércoles en la comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara Baja, se pide además al Ejecutivo que “se informe al Congreso de los Diputados del calendario pactado con Marruecos para la reapertura de las aduanas comerciales y que a día de hoy sigue siendo secreto”; “se incremente la cooperación en los campamentos de población refugiada saharaui, al igual que con Marruecos, especialmente en las zonas afectadas por el terremoto del pasado mes de septiembre”; “se informe sobre las actividades y propuestas formuladas por el enviado del secretario general de Naciones Unidas para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, así como de la situación y trabajos de la MINURSO”.
El PP recuerda la soledad parlamentaria del PSOE cuando se ha debatido y votado el cambio de posición que hace justo dos años acometió Pedro Sánchez en una carta a Mohamed VI filtrada por la Casa Real marroquí y cuyas razones el ministro de Exteriores, el socialista José Manuel Albares, no ha explicado. En su exposición demotivos, el principal partido de la oposición subraya que “el proceso de descolonización del Sáhara Occidental es uno de los contenciosos pendientes para la comunidad internacional y en el que España tiene un papel fundamental por el vínculo histórico con el territorio y sus compromisos en Naciones Unidas”.
Aduanas cerradas y migración al alza
Desde el PP se insiste en que, cuando se cumplen dos años de la misiva, “se desconoce quién fue el redactor y quién fue el emisario, dados los numerosos errores que contiene la misma, entre otros el del propio nombre del Ministerio de Asuntos Exteriores, lo que hace imposible que su autor fuese alguien vinculado al servicio exterior de nuestro país”. En la carta, el presidente del Gobierno quebró más de cuatro décadas de posición de los sucesivos Gobiernos españoles, del PP y del PSOE, en lo que se refiere a este contencioso. A través de la carta, España consideraba “la iniciativa marroquí de autonomía, presentada en 2007, como la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo”.
En la comisión de Exteriores el PP buscará de nuevo exhibir la fractura que el litigio saharaui provoca entre el PSOE y sus socios de coalición y legislatura. Para los populares, además la nueva hoja de ruta con Marruecos “sigue sin dar ningún resultado”. “A día de hoy, las aduanas comerciales con Ceuta y Melilla continúan cerradas, no existe un calendario para la apertura de estas. Asimismo, se suspendió una audiencia entre el presidente del Gobierno y el rey de Marruecos en el marco de la XII Reunión de Alto Nivel entre ambos países, justo cuando el presidente del Gobierno estaba a punto de viajar hacia Marruecos”, detalla la iniciativa. Sánchez fue recibido en Rabat por el monarca el pasado mes de febrero en un viaje exprés al que El Independiente fue vetado.
El PP añade como una prueba más de esa falta de frutos del viraje que “las tensiones migratorias han seguido existiendo en el estrecho, pese a que el ministro de Asuntos Exteriores español reafirmaba constantemente que la relación entre España y Marruecos era mutuamente beneficiosa en ese sentido”.
En el último año el PP ha tratado de fija una posición con respecto al Sáhara y Marruecos sin causar enfado en Rabat. En su programa para las elecciones generales del pasado julio, los de Feijóo prometieron "recuperar una política exterior que haga compatible una relación de vecindad profunda y sólida con Marruecos y Argelia" sin concretar la fórmula con la que evitarían que cualquier gesto para contentar a Argel, incluido revertir el giro copernicano del PSOE hacia los postulados de Marruecos, enfureciera al Palacio real alauí.
En una entrevista a El Independiente Esteban González Pons, vicesecretario general en asuntos institucionales e internacionales del PP y eurodiputado desde 2014, intentó trasladar ese ejercicio de equilibrismo. “Lo primero que quiere el Partido Popular es restablecer nuestra posición en el norte de África. España siempre ha tenido una relación muy especial y privilegiada con Marruecos, pero eso nunca ha supuesto un problema con Argelia. Y ahora mismo tenemos que recuperar una posición en el norte de África que nos permita ocupar el papel que desempeñamos tradicionalmente”, arguyó.
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