Yolanda Díaz recibió una invitación para visitar los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf (Argelia) durante la anterior legislatura, han reconocido fuentes del Frente Polisario a El Independiente. La vicepresidenta segunda del Gobierno, que prepara su viaje a Palestina en plena ofensiva militar en la Franja de Gaza, no respondió entonces a una invitación que la organización saharaui vuelve a cursar ahora a través de este diario.
Fuentes cercanas a la ministra de Trabajo y líder de Sumar consultadas por este diario aseguran no tener constancia de estas invitaciones, ni durante el Gobierno de coalición de Unidas Podemos ni en la legislatura actual que arrancó el pasado noviembre bajo las siglas de la plataforma que celebra este próximo fin de semana su primera asamblea. “No se ha recibido nada y por lo tanto no lo hemos valorado”, responden escuetamente.
Es más que bienvenida cuando se lo permita su agenda
El Polisario, no obstante, asegura haber trasladado en varias ocasiones a la gallega y su equipo más estrecho de colaboradores la invitación para viajar hasta los campamentos de refugiados saharauis para conocer las precarias condiciones de vida de los alrededor de 175.000 saharauis que habitan en el desierto argelino desde la ocupación del territorio por Marruecos en 1975, a la espera de la celebración de un referéndum de autodeterminación amparado por la ONU e impedido por sucesivas trabas sel régimen alauí. Se ha tratado, detallan las citadas fuentes, de “invitaciones verbales” cursadas durante los encuentros que Díaz ha mantenido con representantes del grupo.
“La invitación sigue sobre la mesa”, recalcan los saharauis, que dudan no obstante de que se pueda efectuar una visita de estas características dada la consigna del PSOE, el socio mayoritario de la coalición, de mimar las relaciones con Marruecos tras el histórico cambio de posición en el conflicto del Sáhara Occidental, alineándose con las tesis del plan de autonomía marroquí. Desde entonces la doctrina ha sido evitar cualquier gesto que incomode al majzén, el círculo palaciego que dirige los designios de Rabat, pese a que el volantazo está lejos de haber cosechado sus frutos.
En una manifestación a favor del Sáhara
“Se la ha invitado en el pasado y se la vuelve a invitar ahora”, replican desde el Polisario a las preguntas de este diario. “Es más que bienvenida cuando se lo permita su agenda”, agregan diplomáticamente. “En estos momentos vemos complicado que algún miembro del Gobierno pueda visitar los campamentos. No lo vemos viable por la sencilla razón de que el país vecino está pendiente de cualquier movimiento. Imagínate si reunirse con nosotros en España ya les molesta...”, deslizan. “Aunque nunca se sabe y tampoco sería sorprendente. Díaz ha sido la primera vicepresidenta de un Gobierno que ha participado en una manifestación en favor del Sáhara”, apuntan desde el Polisario. Lo hizo en la protesta que recorrió el centro de Madrid el pasado noviembre, en el aniversario de la Marcha Verde con la que Marruecos invadió la hasta entonces provincia española. Su presencia, en cualquier caso, fue fugaz, durante un pequeño tramo del recorrido. "Tenemos una discrepancia con el PSOE en esta materia, pero es una singularidad que nos distancia por los vínculos que el pueblo español tiene con el saharaui", declaró Díaz entonces.
Díaz no ha ocultado su simpatía hacia la causa saharaui, una bandera tradicional del espacio a la izquierda del PSOE desde la restauración de la democracia. Durante la pasada legislatura Díaz llegó a calificar a Marruecos de “dictadura” provocando el enfado de su socio socialista y del ministro de Asuntos Exteriores José Manuel Albares, firme defensor del acercamiento y las cesiones a Rabat a pesar de que la “nueva era” de los lazos bilaterales no se haya visto reflejada positivamente en la reapertura de las aduanas de Ceuta y Melilla, la reducción de la migración irregular hacia Canarias o el fin de las reivindicaciones de soberanía sobre ambas ciudades autónomas.
Malestar saharaui con Sumar
A diferencia del PSOE, con el que las relaciones están totalmente rotas, los líderes del Polisario sí mantienen una interlocución fluida con Sumar. Han llegado a pactar unos puntos de acción y, desde que arrancara la legislatura, la colaboración se realiza a través del grupo del movimiento en el Congreso de los Diputados y el Senado en forma de iniciativas como la Proposición No de Ley para conceder la nacionalidad española a los saharauis.
No obstante, la comunicación con Sumar, admiten fuentes del Polisario, no está resultando sencilla. En octubre la plataforma de Díaz cedió a las presiones del PSOE y sacrificó las promesas referidas al Sáhara incluidas en su programa de las elecciones generales del 23-J. Mientras sí se mencionaba Palestina, cualquier referencia a la ex colonia española -sobre la que España sigue desempeñando el papel de potencia administradora- fue desterrada del pacto programático con los socialistas sobre el que se asienta el Ejecutivo de coalición que lidera Pedro Sánchez.
Tras esa queja inicial por haber defraudado las expectativas, se han intentado recomponer las relaciones, pero con sonaoas altibajos. “Vamos de una en otra”, admiten con cierto malestar desde el Polisario a este diario. Tras el fiasco del pacto de coalición, se produjo el episodio del reconocimiento de la marroquinidad del Sáhara Occidental a través de un presunto error incluido en el BOE, adelantado por este diario.
La mención se produjo cuando el socialista Miquel Iceta era ministro de Cultura pero su sucesor, el portavoz de Sumar Ernest Urtasun, se ha negado a rectificar en el BOE, como le han solicitado el Polisario y juristas españoles. Su departamento de prensa ha rehusado responder a las reiteradas peticiones de información cursadas por este diario, pero fuentes del Polisario reconocen su desazón por la respuesta ofrecida por el catalán, uno de los pilares de la formación de Díaz en pleno proceso de construcción interna. “Dicen que no se puede hacer nada, pero uno no puede entrar en el Gobierno y asumir las cosas porque supone blanquear la ocupación del Sáhara”, arguyen con evidente indignación.
En plenos preparativos del viaje a Cisjordania
Esta ambigüedad de Sumar contrasta con la defensa que Díaz abandera de la causa palestina y de la necesidad de reconocer unilateralmente el estado de Palestina en plena operación del ejército israelí en Gaza que, camino de los seis meses, se ha cobrado 32.000 vidas y arrasado la Franja. El de Palestina guarda vastas similitudes con el conflicto del Sáhara porque ambos son procesos pendientes de descolonización y están considerados como territorios no autónomos ante la ONU. En febrero la vicepresidenta anunció que viajaría a Palestina invitada por el ministro de Trabajo del territorio para rubricar un memorándum en materia de relaciones laborales. Durante el viaje, para el que aún no hay fecha prevista y que produjo malestar en Exteriores, Díaz exigirá un alto al fuego inmediato.
Díaz viajará a Palestina para denunciar "la hipocresía internacional"
En enero el titular palestino de Trabajo le remitió una carta invitándola a viajar Palestina para formalizar el acuerdo. "Y, por supuesto, he contestado que sí. Ahora más que nunca", replicó Díaz, quien dijo que aprovechará el periplo para reunirse con asociaciones de derechos humanos y denunciar la "hipocresía internacional". En sus declaraciones públicas, la líder de Sumar ha señalado que “España puede hacer más” para detener la guerra en Gaza y ha denunciado que se está vulnerando la legalidad internacional, cometiendo crímenes de guerra y "asesinando a niños y niñas todos los días" con "la complicidad y el silencio de toda la comunidad internacional".
Una adhesión entusiasta a los postulados de Palestina que el Polisario también espera en el conflicto del Sáhara, que suma ya 47 años de contencioso. La visita de Díaz a los campamentos sería una oportunidad para despejar las dudas que las acciones políticas de Sumar han suscitado en algunos sectores saharauis y lanzaría un mensaje de coherencia política en la coyuntura actual y el apoyo cerrado a los palestinos. En el Polisario son optimistas y confían en que pueda llevarse a cabo durante esta legislatura. “Es una visita que tenemos pendiente”, concluyen.
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hace 8 meses
Extraordinario y sumamente clarificador artículo que deja al descubierto las contradicciones de Yolanda Díaz y de Sumar en lo que al conflicto saharaui se refiere.
Estoy seguro de que si Sumar estuviera en la oposición criticaría con dureza la nefasta e injusta política que está llevando Pedro Sánchez en este asunto. Pero, ay amigo, en el Gobierno se está muy bien, y Yolanda no va a sacrificar el estatus actual de vicepresidenta sacando a la luz las vergüenzas y los silencios que delatan al encantador de serpientes en su viaje.
A fin de cuentas, y por desgracia, la actitud de este no es nueva en los Gobiernos españoles. Ahí está el paradigmático caso de Felipe González, el primero de los grandes farsantes del PSOE: el 14 de noviembre de 1976 estaba en Tinduf «comprometiéndose ante la Historia a acompañar al pueblo saharaui hasta la victoria final»; siendo presidente del Gobierno, cerró la oficina y expulsó al delegado del Frente Polisario en España; y hoy, coincide con Pedro Sánchez en que hay que acabar con los sufrimientos del pueblo saharaui entregándolo a su peor enemigo, que es Marruecos.
Si Yolanda llega a viajar a Tinduf como vicepresidenta -cosa que dudo seriamente- espero que mantenga el respeto al pueblo saharaui y a su derecho a la autodeterminación, porque, de traiciones y puñaladas de políticos españoles, los llamados hijos e hijas de las nubes ya están más que hartos, y los que apoyamos su justísima causa, también.