21-A. Arranca la primera campaña de las tres por delante de este supertrimestre electoral. La de Euskadi. La que dibuja la batalla más competida en años por la hegemonía política en la comunidad pero la que, también, desembocará probablemente en una reedición del Gobierno actual, de PNV y PSE. Con una correlación de fuerzas que los socialistas esperan algo más a su favor. Porque el partido de Pedro Sánchez cree que puede estirarse en las elecciones vascas del 21 de abril y fortalecerse como socio de coalición con los nacionalistas. Es lo que las encuestas repiten, aunque dada la volatilidad del voto que se ha visto en los últimos procesos electorales, nadie da ya nada por seguro. Ni la victoria cantada de antemano.
El PSE-EE y también Ferraz afrontan con cierta tranquilidad esta campaña del 21-A. Nada que ver con lo que ocurrió en las autonómicas gallegas de hace dos meses, en las que el PSdeG partía a la baja y sin opciones de recuperar el liderazgo de la izquierda, y con un candidato desconocido. Los socialistas vascos lograron diez escaños en las elecciones de julio de 2020, y ahora aspiran, con su secretario general al frente, Eneko Andueza (Eibar, 1979), a conseguir entre 10 y 13 diputados y consolidarse como la llave de la gobernabilidad, el cruce de caminos, la fuerza que "decida las políticas" en el País Vasco, como reza su lema, Vota al que decide.
Los socialistas creen que están infravalorados en los sondeos. Les ayuda para este 21-A, entienden, la "gestión acreditada" en estos años, la "estabilidad" y que Andueza es un candidato "rodado"
Las encuestas son algo más conservadoras que los números que manejan en la cúpula del PSE. La del CIS, hecha pública el pasado lunes, proyectaba entre 10 y 11 asientos en el Parlamento de Vitoria, por los 30-31 del PNV, los 28-29 de EH Bildu, los 5-6 del PP, los 0-2 de Sumar y los 0-1 de Elkarrekin Podemos y de Vox. El sondeo del Gobierno vasco, de la semana pasada, dejaba a Andueza con 10 escaños, los mismos que ahora. También el PP se quedaría como hace cuatro años (6), y PNV y Bildu empatarían a 29 sillones en la Cámara autonómica. Sumar entraría con un representante, y perderían los suyos tanto Elkarrekin Podemos (6) como Vox (1). Los estudios, en líneas generales, dibujan una pugna clara por la hegemonía en Euskadi entre un PNV que baja porque acusa la fatiga de materiales y un Bildu que crece vertiginosamente. Y destacan asimismo una lucha entre Podemos y Sumar por poner un pie en la Cámara, un PP estancado y un PSE que tiene en sus manos la llave del futuro en la comunidad y que avanza, aunque no se impulsa con un enorme salto.
En la dirección de Andueza, sin embargo, advierten de que su electorado siempre marcha al ralentí, se activa más tarde que el resto, y más en esta ocasión, cuando no han finalizado las vacaciones escolares de Pascua y Euskadi está más pendiente de la final de la Copa del Rey de fútbol —entre el Athletic y el Mallorca— del sábado. Recuerdan que, en las pasadas generales, tampoco las encuestas pronosticaron la victoria del PSE, y eso fue lo que ocurrió el 23-J. Por eso creen que los estudios demoscópicos pueden estar infravalorando a los socialistas.
En la federación creen que su gran fortaleza es una "gestión acreditada" en los últimos ocho años —ha sido el socio de coalición del PNV desde 2016, y encabezó el Ejecutivo de Vitoria, con Patxi López como lehendakari y con el apoyo del PP, entre 2009 y 2012— y su propio candidato, Eneko Andueza, que ha recorrido "todos los escalones de la Administración" —teniente de alcalde en su Ayuntamiento, el de Eibar (2007-2015), portavoz en las Juntas Generales de Gipuzkoa (2011-2016), portavoz adjunto (2016-2020) y portavoz titular (2020 hasta hoy) en el Parlamento vasco— y que llegó al liderazgo del PSE en 2021 "sin traumas", relevando, en un proceso "modélico", a Idoia Mendia.
Osakidetza, en el centro de la campaña
"El partido está cohesionado, tiene marca, somos de fiar y Eneko está rodado. Y las tres áreas que hemos gestionado en el último Gobierno [Empleo y Trabajo; Planificación Territorial, Vivienda y Transportes, y Turismo, Comercio y Consumo] no han tenido problemas, a diferencia de las carteras del PNV", resume un alto mando del partido. Uno de los grandes debates de la campaña es, precisamente, el deterioro de Osakidetza, la sanidad pública vasca, que estaba en manos de los nacionalistas.
En la dirección del PSE insisten en que no hay "dudas" respecto a la política de pactos: quiere reeditar su coalición con los nacionalistas vascos y no hará 'lehendakari' al aspirante de Bildu ni gobernará con él
Andueza se estrena este 21-A. Como Imanol Pradales (PNV), Pello Otxandiano (EH Bildu), Javier de Andrés (PP) y Alba García (Sumar). Solo repiten Miren Gorrotxategi (Elkarrekin Podemos) y Amaia Martínez (Vox). El índice de conocimiento de todos es bajo, según reflejaba el Sociómetro del Ejecutivo vasco —en el caso del socialista, solo le ponía cara un 41% de los encuestados, aunque a Pradales le identificaba un 44% y a Otxandiano, un 36%—. "La diferencia es que el nuestro, Eneko, sí está rodado, y los otros no", argumenta un cargo público del PSE. Y añade: "La gente cuando vota PSE está votando estabilidad, experiencia, previsibilidad y coherencia. No somos una izquierda que está detrás de la pancarta, somos la izquierda que dice lo que hace y hace lo que dice".
El líder del PSE ha sido muy insistente en todos estos meses en una idea: no gobernará con Bildu ni hará lehendakari a Otxandiano. En ningún caso. En la dirección no creen que les castigue lo ocurrido en Navarra en diciembre, cuando los socialistas apoyaron una moción de censura que desalojó a la alcaldesa de Vitoria del poder y aupó al frente del Consistorio al candidato de la izquierda abertzale. En el equipo de Andueza reiteran que la posición del partido está muy consolidada desde hace años, así que las dudas respecto a la política de pactos "no existen".
El PSE confía, por tanto, en revalidar su coalición con el PNV, la formación con la que gobierna en municipios de todo Euskadi y en las diputaciones forales. Ferraz comparte, obviamente, el criterio: los jeltzales son socios prioritarios de Pedro Sánchez, y privarles de la Lehendakaritza supondría descontar sus cinco apoyos, absolutamente necesarios, en Madrid. Pradales repetía en los últimos días que nada puede darse por hecho, que no puede contarse con seguridad con una reedición del pacto PNV-PSE. "Ellos alimentan esa idea porque les viene bien para concentrar el voto moderado, igual que nosotros alimentamos la idea de que los nacionalistas pueden pactar entre ellos", apuntan en el entorno del líder socialista.
En la federación no ven peligrar la mayoría absoluta con el PNV, pero en todo caso no sería problema para la investidura de no conseguirse
Las encuestas vaticinan que PNV y PSE, aunque de forma más ajustada, podrán alcanzar la mayoría absoluta, los 38 de los 75 escaños de la Cámara de Vitoria. La dirección de Andueza no cree que a ambas formaciones se les pueda escapar la absoluta —"no trabajamos con esa hipótesis"—, pero en todo caso la investidura no sería un problema: en Euskadi, no hay posibilidad de votar en contra de un candidato, de forma que, de entre los que se postulen a la investidura, sale elegido el que recaba más votos, y se da por descontado que la suma de PNV y PSE superará cualquier otra combinación alternativa, como la de Bildu y Sumar o Podemos. No sumar 38 diputados, no obstante, sería una complicación extra para la legislatura, porque el nuevo Gobierno necesitaría tirar de apoyos externos para aprobar sus iniciativas legislativas y, singularmente, los presupuestos.
El "voto útil" de la izquierda
Por eso el PSE comparece este 21-A como la fuerza que da "estabilidad" a la comunidad y como la llave de la gobernabilidad. Como el partido que "decidirá las políticas, el que decidirá en materias tan importantes como sanidad o educación". Andueza representaría, señalan en su equipo, "el voto útil, la izquierda real y que transforma".
Para Andueza, la batalla del 21-A no es "entre PNV y Bildu", porque la alternativa al nacionalismo no es "más nacionalismo", es el "progresismo"
Ese fue el mensaje con el que el candidato socialista abrió la campaña este jueves en Bilbao, del lado de la vicesecretaria general del PSOE y vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero. Esta campaña, dijo, es "absolutamente determinante" para el futuro de Euskadi porque está en juego tener un Gobierno "progresista que crea y ponga en marcha políticas sociales o uno centrado en lo identitario para unos pocos", informa EFE. El 21-A no es una "batalla entre el PNV y Bildu", sostuvo, "porque la alternativa al nacionalismo no puede ser más nacionalismo, la alternativa al nacionalismo y el independentismo es el progresismo y algunos van de progresistas pero EH Bildu, entre progreso o independencia, siempre [elige] independencia".
Andueza, por tanto, volvía a atizar a la izquierda abertzale y a remarcar que la presencia de su formación en el Ejecutivo vasco es clave, porque con ella fuera no habrá "progreso" ni "igualdad" entre los vascos. El secretario general también apeló al "voto útil" de la izquierda frente a un Podemos y un Sumar desangrados y que podrían quedarse fuera del Parlamento. La vicepresidenta Montero también puso en valor las políticas de su partido para las clases trabajadoras y la creación de un "ascensor social", y llamó al voto al PSE este 21-A porque "si no deciden los trabajadores, decidirá el poder económico y mediático".
Los socialistas creen que hay tela que cortar de aquí a las urnas. El Sociómetro del Gobierno vasco detectó que uno de cada cuatro votantes estaba aún indeciso. Y pueden ser claves los debates: el próximo martes, 9 de abril, en TVE; el miércoles 10 en ETB1 (en euskera) y el martes 16 en ETB2 (en castellano), y habría que sumar los dos organizados por Vocento y el que defenderá Prisa (El País y la SER). A los seis acudirá el secretario general del PSE.
Serán decisivos los seis debates principales: en TVE, ETB2, ETB1, dos en Vocento y uno en el grupo Prisa
También será decisiva la lucha por los últimos escaños en los tres territorios históricos. Parece clara la victoria del PNV en su feudo, Bizkaia, y la de Bildu en el suyo, Gipuzkoa, pero la guerra en Álava se presenta mucho más reñida, con un virtual empate a cuatro entre PNV, Bildu, PSE y PP. Es la circunscripción en la que menos cuesta obtener uno de los 25 escaños a reparto. "Lo previsible es que Pradales vaya subiendo en campaña porque ahora mismo el voto al PNV es como el que más cuesta confesar, porque no está de moda, mientras que los apoyos a Bildu ya están todos en la lonja, más decididos, y nosotros esperamos ir creciendo", indican en el entorno del líder.
También con Salvador Illa en la última semana
La participación del Ejecutivo central y del propio Sánchez (y de José Luis Rodríguez Zapatero) será más baja que en las elecciones gallegas del pasado 18 de febrero. En el PSE señalan que esa ha sido la tónica dominante en los últimos comicios: la federación prefiere no tirar en exceso de los referentes nacionales para intentar que no haya contaminación de las dinámicas nacionales. "Uno de los errores del PP será, precisamente, traer mucho a Euskadi a [Alberto Núñez] Feijóo, porque esto no es Madrid, y eso significa traer el ruido hasta aquí, y eso aquí no gusta. En los debates en el Parlamento vasco no se escucha una hoja, nada que ver con el Congreso y el Senado. Pedro podría simbolizar también la bronca de Madrid, pero no es así por su discurso transversal, de acuerdo, y eso no genera distancias con el electorado. Lo que el PP consigue es que el voto útil conservador fluya hacia el PNV", valora un alto dirigente.
Sánchez estará mañana sábado en Vitoria y el sábado 13 en San Sebastián. Rodríguez Zapatero mitinea con Andueza hoy viernes en Irún y el miércoles 17 en Barakaldo
Andueza abrió campaña este jueves con la vicepresidenta Montero, y este viernes mitineará con Zapatero —uno de los más poderosos activos del partido en el último año— en Irún. El sábado, Sánchez estará en Vitoria, y su segundo acto de campaña será una semana más tarde, el sábado 13 en San Sebastián. El miércoles 17, el expresidente repetirá, y será en Barakaldo. Está por perfilar el cierre, el viernes 19. Cabría un mitin más del líder socialista. "Tendrá que ver con la logística, pero no hay dudas de que contamos con Pedro al 100%", advierten en la dirección.
El candidato ya mantuvo un acto el pasado 23 de marzo con los tres presidentes autonómicos socialistas —Adrián Barbón (Asturias), María Chivite (Navarra) y Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha)— y repetirá con la dirigente navarra en un acto transfronterizo en Irún en el que también estará el presidente de la región francesa de Nueva Aquitania, el socialista Alain Rousset. Este próximo domingo, Andueza mitineará en Santurtzi con sus antecesores en el cargo, Idoia Mendia y Patxi López. Y la última semana de campaña compartirá acto con el candidato del PSC en las catalanas del 12 de mayo, Salvador Illa.
"No queremos conformarnos, queremos una Euskadi más abierta y moderna, y por eso hemos insistido tanto en nuestro lema de precampaña: Cambia el guión —completan en Ferraz—. No queremos tirar todo lo hecho por la borda, valoramos y mucho el trabajo hecho, la estabilidad que hemos dado a los gobiernos, el esfuerzo que nos ha tocado hacer para centrar la política en lo que de verdad importa a la ciudadanía. Pero queremos ir más allá. Y eso lo va a hacer el partido al que le toque decidir el futuro de este país el próximo día 21".
La partida comienza a jugarse. Quince días por delante en los que las tendencias pueden consolidarse o girar. Es pronto para decirlo.
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