El compromiso anunciado por Pedro Sánchez este lunes es el de seguir "como presidente, con más fuerza si cabe". Así lo anunció ayer tras cinco días de incertidumbre política, y tras un amago de dimisión de sus funciones inédito desde la I Legislatura, cuando Adolfo Suárez dejó paso a Leopoldo Calvo-Sotelo. La disposición a continuar ha sido recibida de forma opuesta entre aliados y oposición. Mientras que su socia preferente y dentro del Gobierno de coalición, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, le ha reclamado que este "punto y aparte" vaya orientado hacia nuevas políticas, como la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) o la derogación de la ley mordaza; el PP y Vox han recelado desacreditado al presidente. Para Alberto Núñez Feijóo, "Sánchez ha tomado el pelo a 48 millones de españoles" esta semana y se ha escudado en la "intimidad para ganar tiempo" político.
Lo cierto es que, al margen de estas valoraciones, un sondeo flash del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), publicado dos horas después de la comparecencia, que estima división entre españoles y nueve puntos de ventaja a Sánchez sobre Feijóo, atribuye a Sánchez un reforzamiento político. Ya los populares advirtieron la semana pasada que esto era una estrategia para apuntalar el triunfo del PSC en las catalanas. Lo cierto es que la media de encuestas publicada este lunes por El Independiente da a Salvador Illa la victoria y la gobernabilidad solo de la mano de ERC y con un colchón extra de escaños de Comuns Sumars. Aleja la posibilidad de un gobierno de concentración soberanista. Pero lejos de tacticismos, Sánchez ha reivindicado que ha "dado este paso por motivos personales" en exclusiva.
Si comparamos los datos de este nuevo estudio [el trabajo de campo se ha realizado en exclusiva el viernes 26 de abril, con 1.809 entrevistas] con el barómetro mensual del 11 de abril, se percibe un reforzamiento del PSOE de Sánchez. Tanto entre sus bases, como en lo que a adhesión de voto de sus competidores directos de espacio se refiere. Por un lado, el líder socialista pasa a retener del 67,2% al 70,1% de sus electores. Son 226.830 votantes más, hasta alcanzar los 5.483.024, respecto a los 7,82 millones de personas que confiaron en él el pasado mes de julio en las generales. En este sentido, Díaz baja del 48,5 al 43,7% en este aspecto. Son 146.160 papeletas menos para Sumar de los 3,04 millones de electores en 2023. A día de hoy, la vicepresidenta solo retiene a 1,33 millones. La fugas se reparten entre indecisos, votantes que apostarían ahora por Sánchez o quienes apuntan a la vía alternativa de Podemos.
Sánchez roba ya a Sumar 542.000 votos, lo que le permite compensar las pérdidas socialistas hacia Yolanda Díaz, de casi 180.000 papeletas
En concreto, en lo que tiene que ver con el trasvase de voto a Ferraz, Sumar pasa de perder el 15,7% a mediados de mes, para situarse ahora al 17,8%. Es más de medio millón de votos lo que cede al PSOE, 542.000. Son 64.000 votos transferidos en los últimos días. Igualmente, y en el sentido inverso, Sánchez ha conseguido sellar aún más las posibles salidas hacia Sumar, que internamente no atraviesa su mejor momento. Sánchez pasa de ceder del 2,9 al 2,3%: son casi 180.000 votos socialistas, y un recorte de 50.000.
Hay un dato que se ha elevado para el PSOE, aunque muy sutilmente. Y es el número de indecisos. Y es normal, ante una apuesta personalista como lo es Sánchez, que en julio del año pasado arrastró voto del espacio de izquierdas, su salida y posible remplazo por otro perfil menos carismático les podría hacer replantearse el voto. Se pasa del 14,2 al 14,9%. Aunque se mantiene la dinámica de uno de cada diez electores aproximadamente. Sumar sí amplía el número de indecisos, del 12,1 al 13,1% en dos semanas. En lo que llevamos de año, la horquilla de indecisos de los magentas oscila entre el 11,8% y ese 13,1%. Por lo que este aspecto no sería tan destacable. Lo que Sumar acorta son las fugas a Podemos, del 15,9 al 14,5%. Ello tras apuntarse a una cesión de casi medio millón de votos a los morados en el barómetro de abril. Desciende ligeramente en 40.000 votos, a 441.524.
Este crecimiento del PSOE a costa de parte del voto de Sumar le permite afianzarse como referente de la izquierda. Ello, cuando desde el espacio confederal se venía abonando la tesis de que este asunto cohesionaría al Gobierno y al espacio de confluencia plurinacional. De hecho, frente al asunto el movimiento ha intentado entrar de lleno en la contienda indicando que no solo iba de Sánchez, sino de una estrategia "de acoso y derribo" contra toda la izquierda. Incluso se ha propuesto alternativas para la reforma de la justicia [por ejemplo, en la elección de los vocales del CGPJ] tras desatar el asunto el inicio de diligencias por una denuncia de Manos Limpias que apunta a no tener recorrido. Sumar arrastra varias disputas internas por la lista europea o el modelo interno de representación en su salto como partido, especialmente con IU, Más Madrid y Compromís.
Asimismo, a la fuerza izquierdista le ha costado entrar en el marco de debate entre PSOE y PP por la amnistía o la trama Koldo. Y, además, el liderazgo de Díaz empieza a estar ligeramente desgastado. Por pasar exclusivamente por ella la estrategia del partido, y verse perjudicada por no obtener representación Sumar en Galicia el pasado mes de febrero. Ello con las competencias de Trabajo añadidas.
Al margen del CIS, por contrastar esa tendencia de respaldo del votante de Sumar a Sánchez, destacan los datos de SigmaDos en un estudio de este fin de semana encargado por el PP. En él pueden verse datos como que, preguntados por la motivación que ha podido llevar a Sánchez replantearse su futuro al frente de la presidencia, son más los votantes de Sumar que los del PSOE los que respaldan la versión del presidente; de que no se ha tratado de "una estrategia electoral para las catalanas y las europeas", sino que es un "hartazgo por las informaciones vertidas contra su mujer y su entorno que consideran falsas e injustas".
Destaca que, mientras que el 71% del votante del PSOE considera que el periodo de reflexión utilizado por Sánchez es a raíz de ese hartazgo, la cifra entre los electores de Sumar se eleve hasta el 81,5%. Esa dinámica es similar entre los que creen que es una actuación electoralista: el 19,2% de los votantes magentas así lo piensan frente al 27,8% de los socialistas. Sánchez ha tenido, según estos datos, más apoyo entre los afines a Sumar que entre los propios electores de su partido. No queda aislada esa tendencia. El balance es similar cuando se pregunta si hay una campaña de desinformación para dañar a Sánchez: 67 frente a un 81%, con mayoría de Sumar. El 24,4% de los socialistas, por su parte, creen que Sánchez debe dar explicaciones ante estas graves acusaciones, con solo el 12,9% de los electores de Sumar en esa posición.
El periodo de reflexión de Sánchez está más justificado entre el votante de Sumar que el del PSOE
Esa tendencia se aprecia en el CIS también: mientras que el 69,9% de los votantes socialistas creen que, con su carta, Sánchez "sí tiene razón", son el 83,4% de los de Sumar quien así lo indican.
Puntos polémicos en el CIS
Hay que destacar algunos contenidos llamativos de este sondeo flash del CIS. El primero es el elevado número de indecisos que se atribuyen al PP en tan solo dos semanas, cuando, hasta la fecha, ningún barómetro nacional le había dado esos datos desde, al menos, este año. Los datos de la entidad que dirige Tezanos apuntan a que Feijóo tendría ahora un 67,3% de retención y un 23,6% de indecisos, cuando esas cifras anteriormente marcaban un 82,1% de fidelidad y un 8,2% de votantes dudosos.
Luego, por ejemplo, en referencia a los jóvenes que ahora podrían ejercer su voto frente al 23-J, solo se aprecia elector del PSOE, en un 26,5%. Las alternativas para el resto serían el voto en blanco o la abstención, y destaca que no haya ninguna atribución más para el resto de partidos. Especialmente, cuando en el anterior estudio en torno al 13% del electorado se inclinaba, por un lado a Sumar, y por otro, al PP. Sorprende el crecimiento exponencial del PSOE entre los votantes nacionalistas. Si bien el 5% de los votantes del PNV y el 8,4% de los del BNG apostaban a principios de abril por Sánchez, ahora lo harían en un 10,7% y en un llamativo 29,8% respectivamente. Más cuando la marca del Bloque ha tirado considerablemente en estas últimas gallegas.
Hay una pregunta que, por otro lado, pone en tela de juicio la imparcialidad del CIS que los partidos de la oposición, e incluso en otros de izquierdas como Podemos se viene denunciando. Especialmente por la famosa 'cocina' y no tanto por los microdatos. Es en la número tres de este estudio flash, cuando se consulta sobre si "la apertura de una causa judicial por una denuncia particular contra la mujer de Sánchez, Begoña Gómez, está justificada, o cree que solo es una manera de meterse" con el presidente "e intentar hacerle daño". Y aquí, nuevamente, son menos los votante socialistas (79,7%) que los de Sumar (87,9%) que así lo determinan.
Asimismo, destaca el desvío en la muestra en lo que a recuerdo de voto se refiere. Si hubo una sobreestimación del recuerdo hacia la izquierda en 5,4 puntos, en este flash se asciende a los 8,4 puntos. Son nueve en los que establece la diferencia de Sánchez respecto a Feijóo. Este tipo de errores, con todo, son comunes en multitud de sondeos. Por delante queda ver si estos datos se consolidan a lo largo del tiempo o quedan en algo puntual por la coyuntura.
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