La declaración de los cuatro guardias civiles supervivientes del ataque en Barbate el 9 de febrero deja clara la falta de medios del Ministerio del Interior contra el narcotráfico en la zona. Los agentes detallaron, como testigos, cómo fue el plan de aquella noche para identificar a las narcolanchas que fondeaban en el puerto gaditano.

El primer miembro del GAR que prestó declaración fue la más detallada. Explicó ante la jueza que aquel día estuvieron sobrepasados de horas. Los agentes estuvieron prestando otro servicio desde por la mañana junto a David Pérez.

Al llegar por tarde, el sargento Crespo les ordenó ponerse un neopreno y un casco antes de enviarles con el equipo subacuático del GEAS. La falta de personal obligó a enviar a miembros del GAR, que poco tenían que ver con ese operativo. Según el relato del agente, a la orden del sargento le si guió la del capitán Marmolejos, en el mismo sentido.

Sin efectivos y con horas de más, el ralato del guardia se complementa en que les enviaron sin armas largas, las G-36 que utiliza la Benemérita. Así, los seis agentes se subieron en una zodiac de 4,90 metros de largos para identificar a seis narcolanchas, de más del doble de tamaño y entre tres o cuatro motores fueraborda.

Los agentes se mostraron profundamente afectados durante su declaración. Fuentes presentes señalan que la jueza pidió a las acusaciones ser escuetas en sus preguntas para no "revictimizarles".

El aboga Jorge Piedrafita, que representa una de las acusaciones populares, ha indicado que pedirán "responsabilidades a Interior" ante la "manifiesta falta de medios" materiales y humanos. "Hubo una grave descoordinación y estuvo mal planificado", señala a este periódico. Fuentes conocedoras de la situación señalan que el malestar entre los miembros del GAR es "elevada".

No fue el 'Cabra'

Este miércoles se conoció un informe de la Guardia Civil que exonera a los ocho detenidos por la muerte de los dos agentes. El documento señala que la narcolancha intervenida, que pilotaba Kiko El Cabra, no fue la que embistió a la zodiac del Instituto Armado.

Para llegar a esa conclusión fue clave un vídeo aportado por las defensas, y adelantado por El Independiente, que fue grabado desde la embarcación del mencionado piloto. En ella se pudo ver que la lancha que arrolla a los agentes tenía una sola antena GPS, mientras que la del Cabra tenía dos: una de posicionamiento y una segunda para contar con wifi propio.

Los ocho detenidos siempre han defendido su inocencia, y han señalado a otro conductor, Karim, como el autor de los hechos. Esta persona, junto con el resto de tripoulantes de la narcolancha que acabó con la vida de dos guardias civiles, están en paradero desconocido. Los investigadores los sitúan en Marruecos y mantienen la investigación abierta.

"Iban a por nosotros"

Los agentes han relatado que aquella noche de febrero, las narcolanchas fondeadas en Barbates "iban a por nosotros". Contaron hasta seis intentos de golpearles, hasta que la séptima pasaron por encima de la embarcación.

Todos ellos han confirmado ante que fue una acción intencionada y han declarado que no han podido identificar a sus tripulantes. Dadas las circunstancias en las que se produjeron los hechos (había temporal), no han podido ofrecer más detalles de los tripulantes de la narcolancha, aunque recuerdan a una persona con una prenda "más brillante o llamativa", de color naranja o rojizo.

Los guardia civiles se han referido en su testifical a la "intención clara" de ser embestidos por parte de esa narcolancha, después de que intentaran desestabilizar la embarcación en la que iban, de unas dimensiones visiblemente inferiores y que, por tanto, no eran "las más adecuadas" para los agentes.

Dadas las condiciones climatológicas de aquella noche y de la visibilidad que había en el puerto, no recuerdan cuántas personas iban en la narcolancha atacante, que -según han trasladado- actuó con una "intención clara" de "ir a por ellos" desplazándose por el puerto "a gran velocidad".

Además de los cuatro agentes que han declarado este viernes en el Juzgado de Barbate, uno de ellos por videoconferencia, también ha comparecido el vigilante que se encontraba ese día en el puerto.