"El PP ha vuelto", resumió la cabeza de lista de las europeas y coordinadora de la campaña catalana, Dolors Montserrat, inaugurando el que va a ser un nuevo lema en Cataluña. Los populares suben en votos y 7 puntos porcentuales, lo que se traduce en 12 diputados más, pasando de 3 a 15, hasta situarle en uno de sus mejores resultados históricos. Cumplen así dos de los objetivos planteados; de un lado, recuperar terreno electoral tras bordear hace tres años y medio el abismo de ser extraparlamentarios, y, de otro, hacerle el sorpasso al partido de Santiago Abascal, aunque mantiene sus once escaños, dando una nueva muestra de resistencia electoral.

Con evidentes muestras de entusiasmo, Montserrat, la primera dirigente del PP en valorar los resultados cuando aún quedaba un largo camino para terminar el escrutinio, proclamó que las siglas populares vuelven a ser "el partido de referencia de la Cataluña sensata que cree en la convivencia, que se siente catalana, española y europea". Creen los populares que el resultado de esta noche "es el reflejo de una Cataluña harta" y pasó a subrayar que este 12-M "es el primer día de lo que está por venir", con la mirada puesta, sin duda en las elecciones del 9-J que ella misma encabeza y en la que Génova quiere imponerse al PSOE.

También Alejandro Fernández compartía el entusiasmo de su correligionaria al recordar los tiempos en que los populares "lo hemos pasado muy mal". Por eso, agregó, "nos merecíamos una noche como esta. El PP ha vuelto -repitió- y lo hace con más fuerza que nunca". Lo que calificó de "paso de gigante" de esta jornada electoral es el preludio "para ser capaces de logar el cambio político en España de la mano de Feijóo. Tocamos fondo, pero supimos reaccionar y no darnos por vencidos". Asimismo expresó su agradecimiento a la dirección nacional del partido "y en especial a nuestro presidente por el apoyo extraordinario que nos ha brindado, por la unidad con la que hemos trabajado y por un proyecto compartido", todo ello después de imponerse como candidato contra el criterio de Génova.

La última en comparecer en la que ha sido una buena noche electoral para los populares, fue su secretaria general, Cuca Gamarra, quien puso sobre la mesa los grandes números de la jornada: más de 300.000 votos, más del 11 por ciento del respaldo y quince escaños, multiplicando por cinco la representación. "Hemos alcanzado nuestros mejores resultados de los últimos 12 años. De no tener grupo parlamentario a ser la cuarta fuerza política", recodó para agregar a continuación que "hemos vuelto para quedarnos y para seguir creciendo. Este crecimiento demuestra que el PP hoy es más fuerte de lo que era ayer".

Los populares dicen haber detectado trasvase del voto "prestado" del PSC, aquel que recibió de Ciudadanos en 2021 y hoy se han decidido pòr las siglas populares.

Gamarra ve a Sánchez más rehén hoy que ayer del independentismo

Y tras felicitar a Salvador Illa por su resultado electoral, le acusó de haber alcanzado el triunfo a fuerza de identificarse con el independentismo y ser rehén del mismo en esta nueva legislatura, al igual que el propio Pedro Sánchez. Illa "no va a tener una voz autónoma y el futuro de Sánchez depende hoy más del independentismo que el día de ayer", auguró la número dos de Génova, que ante el interrogante de si asistirán a Illa en caso de necesitar sus votos en el Parlament replicó con un "tenemos claro para qué nos han dado el voto y no es para fortalecer al independentismo ni para que el procés siga vivo".

Los quince escaños "servirán solo para aquello que le hemos dicho que servirán", una respuesta ambigua que da a entender, en todo caso, que cualquier apoyo tendrá su precio, sin la gratuidad, por ejemplo, de su respaldo a Jaume Collboni en el ayuntamiento de Barcelona. Más esquiva fue a la hora de aclarar si este buen resultado consolida a Alejandro Fernández para seguir al frente del partido en Cataluña, argumentando que este no era el momento para cuestiones internas.

Uno de los principales objetivos de Alberto Núñez Feijóo -que ha convocado este martes reunión del comité ejecutivo nacional- en el liderazgo del PP pasa por aglutinar todo el voto del centro-derecha. La aniquilación política de Ciudadanos comenzó ya en la etapa de Pablo Casado y la actual dirección ha firmado el certificado de defunción. Pero Vox, que parecía ir decayendo, mantiene un suelo sólido que aleja ese proyecto de unidad que tanto éxito le acabó dando a los populares a finales de los años 90 y principios del 2000 y del que Mariano Rajoy también pudo disfrutar, al menos en parte, hasta el momento en que eclosionó el proyecto durmiente de Santiago Abascal.

El PP mira ahora a las elecciones europeas del 9-J

Ni un partido ni otro son determinantes para la gobernabilidad de Cataluña si finalmente hay un tripartito de izquierdas, por lo que su lucha tiene otras claves políticas, residenciadas más en el ámbito nacional. En el cuartel general de los populares se aferraban precisamente a eso, al buen resultado cosechado en Cataluña el 23-J, donde Feijóo superó en voto popular a ERC y a Junts, un signo de recuperación que les permitía ser optimistas, datos que han confirmado este 12-M y que quieren confirmar con creces en las europeas del 9-J.